Demons (libro 2. Ángel Rebelde)

Descendientes

Aunque el día de Lil no había iniciado de la mejor manera, el encuentro con el grupo de descendientes marcaría un antes y un después en su contacto con los miembros de su particular especie, y cambiaría al menos el humor de la chica ese día.

Cuando Lil llegó a Shadow Land era bastante temprano aún, ya que había asistido al primer servicio religioso de ese día, de manera que los chicos se disponían a desayunar en aquel momento y la arrastraron con ellos.

  • ¿Eso es todo lo que comerás? – le preguntó Miliel a Lil

A pesar de que Lil nunca había sentido la misma preocupación de Maureen con respecto a cuidar su figura, tal vez por influencia de su amiga, había intentado moderar su apetito y se había acostumbrado a comer relativamente poco, de allí la pregunta de la nephlim al notar lo que se había servido.

  • Bueno si ha comido aquí antes, es comprensible su poco apetito – dijo Armeriel
  • Eres injusto, Armi – dijo Kelly – que tú prefieras la cocina italiana no hace de esta un asco
  • Armeriel y yo vivimos en Italia – aclaró Daver que se había sentado al lado de Lil
  • Un lugar mucho más cálido y decididamente más hermoso que este – dijo Armeriel
  • ¡Óyeme! – exclamó Devriel que era más inglés que el Yorkshire pudding
  • Y en cualquier caso Francia es mucho mejor que ambos – dijo Enamel

Más tarde Lil se enteraría que Enamel residía en Francia la mayor parte del tiempo, ya que era allí donde había nacido. No habían comenzado a comer cuando hicieron acto de presencia otros dos nephilims, y Lil se sorprendió al determinar con tanta rapidez que también eran descendientes, algo que sin duda habría puesto contenta a Fadiel si hubiese podido superar su antipatía por Lil.

  • ¡Ah! – exclamó Devriel – Ellos son Kami y Jeliel. Jeli es hijo Danael, y Kami es mi hermano mayor, como ya te había dicho. Chicos, ella es Lil – concluyó

Aquella sería quizá la primera vez que Kamiel no riñese a su hermano menor por el asunto del nombre, pues desde que había entrado estaba mirando con atención a Lil.

  • Es un placer conocerte, Lil – estaba diciendo Jeliel

Ella le sonrió, pero estaba siendo muy consciente de la mirada del otro, y como la habilidad más destacada de Lil residía en la percepción de las emociones, supo que no le resultaba simpática a Kamiel, aunque no se conocían y le parecía injusto, pero un momento después el chico le había sonreído y estrechado su mano, lo que confundió a Lil.

Siendo que todos parecían adolescentes revoltosos, con las posibles excepciones de Kamiel y Daver que eran los más juiciosos en opinión de Lil, ella estaba pasando un rato muy agradable y contrario a lo que había esperado. Sin embargo, hacia mediodía, Dev y Midriel tuvieron una idea que desató la polémica en el grupo.

  • Necesito respirar – había dicho Midriel poniéndose de pie – Creo que deberíamos salir a dar un paseo
  • ¡Genial! – exclamó Dev – ¿Te animas, Lil?
  • ¡Ey! – dijo Kamiel – Ustedes pueden ir a donde les plazca y nos harán un enorme favor, pero esta chica no puede ir por ahí así nada más – enfatizó
  • ¿Por qué no? – preguntó Lil
  • Verás linda, papá opina que… – comenzó a decir Armeriel
  • ¡Me importa un pimiento lo que ese cretino opine! – lo interrumpió ella

Algunas cejas se elevaron mientras que las chicas ahogaban una exclamación e incordios como Dev y Midriel reían.

  • ¿Nos vamos? – le preguntó Lil a Dev
  • Aún no hemos decidido dónde iremos – dijo él
  • Vayamos a casa – sugirió Midriel
  • Creí que querías pasear – dijo Lil y él rio
  • Claro, y cuando dice a casa se está refiriendo a alguna fría y árida estepa rusa – dijo Enamel y luego miró a Daver – Nada personal hermano – agregó, porque aquella también era la tierra del chico
  • ¿Acaso todos han perdido el juicio? – preguntó Miliel
  • Vamos Mili, no pueden perder algo que no tienen – dijo Kamiel
  • Linda – intentó Miliel acercándose a Lil – No los escuches, siempre terminan metiéndonos en problemas a todos con tío Virgil

No obstante, y a pesar de que una de las habilidades de Miliel era la de mediar en las discrepancias, no conocía bien a Lil, así que ésta la ignoró y se colgó del brazo de Midriel que era el que tenía más cerca.

  • ¿Sabes? Nunca he estado en Rusia, así que me encantaría ir – le dijo y comenzaron a caminar hacia la puerta mientras Kamiel se llevaba una mano a la frente
  • Si no puedes contra ellos, ya sabes hermano – le dijo Armeriel y echó a andar tras los demás
  • Creo que sería mal asunto dejarlos ir solos, Kamiel – le dijo Daver

Como Kamiel sabía eso incluso mejor que Daver, pues había tenido que lidiar con su hermano toda la vida, se puso en marcha.




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