Denis En Bucarest Saga Denis Sus 150 Años

CAPITULO 5

La casa de los Belmont en Bucarest, era una villa muy grande a las afueras de la ciudad, había pertenecido a la familia por generaciones por lo que era vieja, pero cada generación le había hecho mejoras, por lo que la casa estaba formada por lugares muy antiguos y otros modernos, pero en sí era un lugar cómodo, agradable y lista para albergar a una buena cantidad de personas. Cuando entraron, Denis vio a un gran número de personas deambulaban por todo el lugar, los hombres haciendo deberes, los niños corriendo, ancianos por doquier, mujeres muy atareadas.

- ¿Ellos son toda tu familia?

-No, faltan por llegar – Un grupo de mujeres se agrupó en torno de Eleana dándole la bienvenida, todas con una gran sonrisa, Eleana igual, parecía que hacían mucho que no se veían.

-Ya has llegado – le dijo una mujer de alrededor de uno cincuenta años – te estábamos esperando, y has traído a alguien contigo – le dijo viendo a Denis de pies a cabeza, con expresión de aprobación.

Las mujeres estaban admirando la belleza de Denis cuando en eso llegó un hombre de unos 35 años, alto, fornido, de tez bronceada, grandes ojos cafés, en si bastante guapo, todas se pusieron serias, se notaba que era uno de los lideres, fue directo y abrazo a Eliana, tomando sus mejillas le dio un beso en la cabeza, Denis no supo por qué, pero no le gustó nada que la saludara con tanta confianza.

-Primo Rudick – le dijo ella con una gran sonrisa, Denis se le quedó viendo, le agradaba mucho su sonrisa, pero no dedicándosela a un hombre -llegaste pronto, de donde vienes.

-Ah ya sabes, mi última misión era en el nuevo mundo.

- ¿Un lugar interesante? – preguntó animada.

-Si, mucho, en donde yo estaba era un paraíso, las pirámides de antiguas civilizaciones te las encuentras en la selva.

- ¿Pirámides como en Egipto? – preguntó emocionada.

-Así es, bueno son diferentes, te llevaré cuando regrese – Denis ahora fulminaba al hombre, cuando este se dio cuenta de su presencia – de manera que éste es el hombre del que nos habló Gwen.

-Si primo, Denis Vian barón de Visi – luego se dirigió a Denis – mi primo Rudick Belmont – los hombres se estrecharon las manos con un fuerte apretón que los dos hicieron un mohín de dolor entrecerrando los ojos y apretando los labios.

-Tenemos una misión importante, espero que no le sea demasiado para usted.

-No me impresiono con facilidad.

-Tal vez una horda de vampiros si sean impresionantes.

-Tal vez, pero no es la primera vez que lucho para una causa justa – los dos se estaban mirando fijamente, casi sin parpadear.

-Primo ¿en dónde está Gwen? Seguro está esperándome.

-La encontraras en el comedor – le dijo sin volverse a verla, sus ojos seguían viendo a Denis

-Venga conmigo barón seguramente tendrá ganas de saludar una vieja amiga – Denis la siguió, sería extraño ver a Gwen después que lo dejó sin decir nada.

-Me gustaría decirle que soy la última de una legendaria familia, pero no, los Belmont somos muchos, extensa es mi familia – le decía cruzando el patio, donde grupos se entrenaban en arco, otros con espadas, otros practicaban puntería, los niños corrían y demás.

- ¡Eleana! – Gwen desde un segundo piso le gritó, saliendo disparada para llegar hasta ella, cuando estuvieron frente se dieron un largo abrazo.

- ¿Todo bien? -preguntó.

-Todo bien – contestó Eleana, luego Gwen se le quedó viendo a Denis.

-Barón de Visi – ella le extendió la mano,

-Señorita Talbot – le respondió estrechándosela.

Los recién llegados fueron llevados a un extenso comedor como para dar de comer a todo un regimiento, mientras Eleana y Denis disfrutaban de unos platos bien servidos.

-Tenemos a un fuerte aliado.

-El conde Drácula – le dijo Eleana no muy convencida - ¿confías en él?

-Tanto como tú en el barín de Visi – le contestó Gwen mirando a Denis.

-Yo no confío mucho en el barón – le dijo viéndolo, dedicándole una sonrisa.

-Yo tampoco en el conde, pero al parecer no es lo que esperábamos.

- ¿A qué te refieres?

-Vlad Tepes es un hombre con el que se puede dialogar, es más ni siquiera le gusta que se le llame conde Drácula, y estoy segura de que quiere ayudarnos, mañana podremos ir a verlo, parece que tiene algo importante que decirnos.

- ¿De qué se tratará?

-El conde es un hombre, podría decirse de ciencia.

- ¿Crees que tenga la respuesta a nuestro problema?

-Tal vez no la respuesta de cómo evitarlo, pero sí quiere cooperar con nuestra causa, me mandó un recado, diciéndome que espera verme en su castillo.

- ¿Qué dice barón le gustaría conocer al conde Drácula?

-Creo que nada me gustaría más.

Por la noche Denis exploraba la mansión de los Belmont, cuando se topó de frente con Rudick.

- ¿Perdido barón?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.