Denis Sus 150 Años

CAPITULO 7

 

Denis regresó a su bosque francés, y ahí duró años, pero por allá del año 1850 cuando estaba cumpliendo 100 años Denis escuchó de un floreciente país gobernado por una jovencita bajita y obstinada que casi siempre su palabra era la última, así que un buen día decidió viajar hacia allá, se llevó sus pocas pertenencias, pero sobre todo unas buenas trufas de la mejor calidad. 

Su andar lo llevó hasta el bosque Savernake donde los abetos eran igual de frondosos que los de su bosque en Francia, de modo que enterró sus setas con el temor de que el preciado manjar muriera, pero fue mucha su sorpresa al ver que sus trufas se reproducían como maíz rocero al fuego, y comenzó de nuevo su negocio de venta de setas, veinte años después Denis era un caballero adinerado viviendo en Londres.  Compró una gran villa a las afueras de la ciudad, con un enorme terreno, donde mandó hacer invernaderos, plantó setas de la mejor calidad.

 Denis tenía la capacidad de aprender y retener es su mente todo lo que veía y vivía, era curioso por naturaleza gracias a su parte lobo, y comenzó a cultivar su cerebro leyendo cuanto libro le caía en su manos, tenía mucho tiempo para eso ya contaba con más de 100 años, y a esa edad ya sabía de todo, historia, literatura, geografía, física, química, algebra, geometría, le gustaba leer a los grandes pensadores romanos y griegos, le apasionaba la historia de la humanidad, ya hablaba con fluidez español, ruso e italiano, y por supuesto el inglés el idioma donde ahora vivía, le gustaba leer las grande obras de los antiguos, pero claro que también se deleitaba con lo moderno, podía entablar una conversación de cualquier cosa con cualquiera, si es que las personas tenían la suerte de que él les hablar.  Denis ahora se había convertido en todo un caballero como los estándares de Londres lo establecía, unos años antes siendo tan inteligente como él lo era, supo que si quería codearse con la sociedad, para poder progresar con su negocio, se hizo de unos papeles Barón de Visi, el pobre hombre había perecido en una expedición en Sudamérica, sin dejar ni herencia ni herederos, solo un título al aire libre, se regocijaba pensando que el verdadero Barón de Visi, tuvo un espíritu aventurero, adentrándose en la selva tropical del nuevo mundo en busca dios sabe qué, si tesoros, culturas, nuevas civilizaciones, animales y plantas exóticas, eso le gustaba a Denis, tal vez un día seguiría los pasos de aquel que le había heredado el título, y se reía de sí mismo pensando en eso.  

El titulo tal como él lo pensó le abrió las puertas a su negocio, unos años después sus hongos se importaban a Francia, Rusia, España, y a la creciente ciudad de Nueva York, por su puesto eran las trufas las más demandadas, pero al ser un producto tan difícil de conseguir solo se podían enviar unas cuantas, a cada país, y los clientes se tenían que resignar con poder conseguir una o dos después de esperar meses, seguían al pie de la letra las reglas para poderlas conservarlas por largo tiempo, y aquellas personas que llegaban a disfrutar del majar, tenían suerte, digamos que su consumo era limitado.

 Pero Denis no pudo solo llegar a tener todo lo que ahora poseía, tuvo mucha suerte en toparse con un gran hombre, Thomas Lake, ese hombre era el artífice de la gran empresa de Denis, tenía una mente brillante, nada se le olvidaba, todo lo tenía presente en su mente, podía recordar nombres, direcciones, números con facilidad, y por su puesto en cuanto a las cuentas, no cometía ni un error, era un hombre de unos 45 años, y al contrario de su jefe no era muy atractivo, pero tenía su esposa a la que amaba sobremanera y ella a él, y dos hijos de unos 12 y 10 años, y ustedes se preguntarán por qué tenía unos hijos tan pequeños cuando ya era un hombre mayor, digamos que Denis tuvo mucho que ver, de joven trabajó como jornalero, pero Thomas sabía que era inteligente y ahorró cada moneda para poder pagarse la escuela, claro que no fue a una de las mejores escuelas, sino más bien una de las más baratas y sin ningún prestigio, una vez graduado consiguió trabajo en una pequeña empresa de fósforos, la fábrica era pequeña pero el dueño se creía el dueño del mundo, explotaba a sus trabajadores, y más al pobre de Thomas que era buena persona por naturaleza, sus ganancias apenas le daban para vivir, y para colmo de sus males se le ocurrió enamorarse de la hija del dueño de la fábrica, pero peor fue su mala suerte cuando se enteró que Alice le correspondía, la hija del dueño de la fábrica, estaba ya algo quedada para el estándar de casamiento de la época, su padre quería que se casara con un hombre rico, el problema es que la pobre Alice no tenía un título para que alguien de la burguesía se casara con ella como su padre quería, y no era muy agraciada, tenía unos hermosos cabellos rizados rubios, y ojos grandes azules, unos hermosos labios delgados, pero lo que la hacía perder la gracia era su sobre peso, pero Thomas no veía eso como un defecto, la conocía bien y sabía que la joven tenía un corazón de oro.

Thomas era el contador de la fábrica, por lo tanto tenía mucho contacto con el dueño, con frecuencia iba a la casa, pasaba ahí varias horas haciendo cuentas, compartía la mesa con la familia, algo que a su jefe hubiera preferido evitar, pero su esposa tan buena como Alice no dejaría que el pobre hombre estuviera trabajando horas sin probar bocado, eran esos momentos los que Thomas más disfrutaba, el poder estar observando la joven, claro con mucha discreción, también Alice iba con frecuencia a la oficina de la fábrica con cualquier pretexto, ella también le gustaba encontrarse con Thomas las más veces posibles, una ocasión, ya los dos sin poder resistirse a sus sentimientos, se confesaron su amor, la felicidad de ambos era desbordante, pero poco les duró, cuando Thomas le comunicó a su patrón las intenciones de desposar a su hija, la mofa, y la degradación no son suficientes para definir todos los insultos propinados hacia la persona del pobre Thomas, por supuesto el resultado fue un hombre corrido de su puesto y el castigo a una hija con limitaciones explicitas para poder salir de su casa.




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