Dentro De La Máscara De Papel.

Mi Primer Beso. Parte. — 2.

Joaquín estaba detrás del colegio, en un lugar bien apartado de todo, a grandes fuerzas llegaban las voces de los alumnos que gritaban, él se encontraba con una chica, la cual estaba muy nerviosa, él solo estaba apoyado en la pared, sentía un déjà vu en su mente, trataba de verla a los ojos, pero ella de inmediato gira la vista hacia otro lado dominada por la vergüenza de tenerlo cerca, suspira como si ya supiera lo que se aproximaba, mira el cielo en busca de inspiración.

—Y-y-y-yo quería decirte algo.

Él afirma con un simple movimiento de cabeza.

—¡Me pareces muy lindo y a-a-ami me gustas!.

Cuando terminó de completar la frase todo el ambiente se ve interrumpido con la llegada de Alma que gritaba el nombre de él, al ver la situación se queda en silencio y se va del lugar como si nunca hubiera dicho nada.

—Gracias por lo que me dices, pero yo no siento lo mismo, perdón.

—Esta bien, no importa, no te preocupes por mi.

Al decir esas palabras su voz se notaba quebrada, se había ilusionado bastante con la idea de que él le podía llegar a dar una oportunidad de conocerla, comienza a llorar y se va del lugar a pasos ligeros, él solo la ve alejarse y suspira, se queda unos segundos hasta que ella haya tomado la suficiente ventaja para no verla más y se va del lugar también, al salir se topa con Alma que lo estaba esperando.

—Otra chica que rechazas, ¿Por que no le das a alguien una oportunidad de conocerte? ¿O por que tu no te das la oportunidad de conocer a alguien?.

—No quiero hacerlo, estoy bien solo.

—A mi me gustaría verte con alguien de la mano, no va a pasar lo mismo que les pasó a tus padres, cada persona es un mundo distinto tonto.

—Me cónformo con estar solo contigo.

Joaquín le acaricia la cabeza regalándole la mejor sonrisa de forma natural, la presencia de ella hizo que vuelva a estar bien y pueda mostrar su verdadera personalidad.

—Yo también algún día voy a encontrar a alguien. Vamos, te invito a tomar algo para que no te sientas mal.

—Yo estoy bien.

—Yo se que en el fondo estas arrepentido de haber rechazado a una chica tan linda como ella.

Isabella caminaba hacia su casa y en cada momento que giraba su cabeza veía a una pareja, es como si todos se hubieran puesto de acuerdo con hacerle la contra, frustrada acelera él pasó.

Al llegar a su casa todo era un caos, pero ella ya estaba acostumbrada a esto, es la única hija de ocho hermanos, cinco aún convivían ahí, ella vivía en un hogar que no era para nada lujosa, era pequeña para la cantidad de personas que la habitaban, pero ella era feliz, era la única en la casa que no compartía cuarto con nadie, ya que era la única mujer sin contar a su madre y su sobrina.

Agotada sale de su casa y se sienta en el patio para tomar aire fresco y repasar su día, a crear escenarios ficticios donde el pequeño sueño de corazón se cumplía, gira su cabeza hacia la pared que dividía ambas casas y ve a una persona asomándose, ella se asusta e inclina su cuerpo hacia atrás en busca de algún objeto para poder defenserse, todo sus temores se calman al oírla hablar.

—Hola prima.

—Que susto me diste Alma.

Ella se ríe mientras se sube a la pared para bajarse al patio de Isabella, una vez hecha esa acción se sienta al lado de ella.

—Hoy a Joaquín se le confesaron dos chicas.

—Parece que él tiene las cosas fácil, seguro que las rechazó.

—Si, como siempre, es costumbre en él, no se toma tiempo ni para pensar, una vez que terminan de hablar les dice que no, como si estuviera en automático, ¿No quieres confesarte tu?.

—¡¿QUE?! No, no me gusta, no me agrada su actitud de sobrante, aun asi parece que a las chicas les gusta eso, nose por que.

—¿Y tu no tuviste algún avance con nadie?.

—No, todos piensan que me gustan las mujeres.

Ella se ríe mientras escucha esas palabras.

La madre de isabella sale al patio interrumpiendo la conversación que ambas estaban teniendo.

—Hola tía.

—Hola, te busca tu madre, me dijo que te escapaste de casa porque no querías cocinar.

Ella se pone de pie.

—Piensa en lo que te dije prima.

Se va del lugarescoltada por su tía hacia la salida, Isabella queda en silencio pensando a que se refería con sus palabras, jamás se le cruzó la idea de confesarse a Joaquín, es más, le parecía absurda, se reía mientras se imaginaba tal acción.

Alex M. Martínez.




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