Doce Semanas. Parte. — 1.

Isabella estaba frustrada sentada en la cama rodeada de ropa que había sacado de su armario, miraba el techo mientras trataba de descansar su cuerpo.

—No tengo nada que ponerme para la noche de mis padres.

Ella acomoda su cuerpo de costado para observar la ropa y buscar algo que la convensa de que se vería linda con eso puesto, pero no encuentra nada de su agrado, se pone de pie al recordar que quería regalarle a sus padres y busca entre sus ahorros, se lleva una gran sorpresa al ver que no tenia lo que esperaba.

—No me alcanza para nada, debería dejar de comer tonterías en la noche.

Se vuelve a tirar en la cama con su humor más decaído que antes, se tapaba con su brazo el rostro para que la luz no la molestará.

—¿Que debería hacer? Necesito dinero.

Isabella caminaba junto a Alma en la hora del almuerzo, se la notaba fastidiada, algo rondaba en su cabeza que provocaba su mal humor, era muy evidente que su mente estaba en otro lugar.

—¡Estoy cansada! Se acerca el aniversario de mis padres y no tengo nada que regalarles.

—Cierto, ya falta poco, va a ser una linda noche.

—Necesito dinero, tengo que buscar trabajo, estuve viendo unos cuantos en internet, pero ninguno me convence.

—Yo puedo ayudarte en eso, yo trabajo en un local donde venden ropa, más que todo para mujeres, no es mucho lo que vas a ganar, pero tampoco es mucho lo que vas a trabajar, si querés puedo hablar con mi jefa.

—Me interesa, si, habla por mi, necesito ese dinero.

—Bien, seremos compañeras, te vas a llevar muy bien con todas.

—Gracias prima.

Joaquín estaba sentado en el fondo del colegio, quería estar escondido de todos, deaseaba creer que no había nadie más en el mundo, deseaba sentir esa paz que le daba la soledad, mientras almorzaba miraba a la nada mientras su imaginación trabajaba con fuerza para entretenerlo, todo se ve interrumpido con la llegada de Yamil que se le aparece enfrente.

—¿Que haces aquí solo?.

—¿Comiendo, no es obvio?.

—¿Y ese humor?.

—No importa.

—¿Que pasó exactamente está mañana?.

—¿Con que?.

—No te hagas el que no sabes, ¿Alguien intentó confesarse, no es así?.

—¿Por que lo dices?.

—Porque esta mañana te vi con una chica, ya todos sabemos que pasa muy a menudo contigo, además las de primero tienen aún más ilusión en ti porque no saben como eres.

—¿A donde quieres llegar?.

—Solo digo que es lindo estar con alguien que te acepté con todos tus defectos, deberías experimentarlo, me gustaría que estuvieras con alguien y dejaras salir esa personalidad desconocida que escondes de todos, deberías animarte.

—No voy a enamorarme y terminar como mi padre.

—Pero ustedes son dos personas totalmente diferentes, la persona que conozcas no puede ser igual que tu madre, todo cambia.

—¿Espera, que es lo que estás haciendo? ¿Dándome consejos de amor? ¿Relaciones? ¿Acaso estás con alguien?.

Yamil se sonroja al escuchar las preguntas que le hacía, al verse sin respuesta miraba hacia otro lado tratando de no cruzar la mirada con él.

—¡Yamil, respóndeme!.

—Bueno, yo... Estoy saliendo con Milagros.

—¿Milagros? ¿Quien carajos es Milagros?.

Él busca entre los recuerdos con la etiqueta de ese nombre hasta que se acuerda haber conocido a una chica con ese mismo nombre.

—¿Milagros, te refieres a la chica con la que tuvimos nuestra cita doble?.

—Esa misma.

—¿Ella es prima de Pamela?.

—Exacto.

—¿Maldito, por que no me dijiste nada?.

Él lo toma del cuello y comienza a ahorcarlo como si quisiera exprimir su respuesta.

—Perdon, es que quería que fuera seguro, no quería decirte que tenía novia y después al poco tiempo me dejara.

—¿Y como están las cosas con ella?.

—Estoy super feliz, me cambió la vida, estoy siempre contento, no veo las horas de verla, la extraño, tengo un montón de emociones atascadas.

—Me alegro por ti.

—Gracias, deberías encontrar a alguien, se cómo pensás sobre estas cosas, pero capaz que tengas suerte y encontres a alguien que dure contigo, no lo vas a saber hasta qué lo intentes, tu la tenés muy fácil, a todas las chicas les gustaría tener una oportunidad contigo, puedes tener a quien quieras.

—Menos a una.

—¿Menos una? ¿Quien en este colegio no quisiera salir contigo? Tienes a muchas chicas, solo tienes que conocer a una y dejarte llevar.

—No hablemos de mi, mejor cuentame sobre ella.

—Muy bien, te voy a hablar sobre ella.

Joaquín caminaba hacia su curso, estaba enojado ya que se pasó todo el receso hablando sobre la novia de Yamil, en todo caso, el único que hablaba era él, quien le presumía su relación, su humor cambia al verla pasar a Isabella, con la curiosidad puesta en ella la sigue.

—Hola.

—¿Que haces? ¿No tendrías que estar en clases ahora?.

—¿Se me pasó el tiempo, quieres que a la salida vayamos a tomar algo?.

—No puedo, estoy ocupada.

—Entonces te ayudo a terminar así vamo...-.

—Tengo muchas cosas que hacer, perdón.

Ella se va del lugar rápido dejando un gusto amargo en él que solo la miraba alejarse.

—¿Que fue todo eso?.

—¿Si, por que últimamente lo evitas más de lo normal?.

—No sé, no tengo tiempo para esto chicas, tenemos que ir a buscar los libros.

Ella se aleja del lugar a pasos muy ligeros, su forma de caminar delataba lo nerviosa que estaba, por alguna razón se la veía extraña, Carla y Rocío no le creían lo más mínimo lo que ella les decía, algo no concordaba, sus años de amistad se hicieron presente ante esta situación.

Alex M. Martínez.