Dentro De La Máscara De Papel.

Doce Semanas. Parte. — 2.

Joaquín estaba parado afuera de un local, se sentía incómodo por las miradas que llegaban a él, trataba de distraerse y fingir que ellas no existían, rogaba que saliera rápido y cortará con su incomodidad.

Alma sale del depósito y se topa con su grupo de compañeras mirando por la ventana, la curiosidad llamo su atención.

—¿Que hacen chicas?.

—Estamos viendo a ese chico que es muy lindo.

—¿Enserio? ¿Donde? Yo también quiero verlo.

Ella se acerca a la ventana tomando la misma postura que ellas y se da cuenta de quién hablaban era de Joaquín, un escalofrío recorrió su cuerpo en un segundo, se había ilusionado creyendo de que se trataba de otra persona, quería ver a un chico apuesto, no a Joaquín, esto le provocó enojó con ella misma por ilusionarse.

—Ah, es él.

—¿Que? ¿Y esa reacción?.

—¿Acaso lo conoces?.

—Si, es mi amigo.

—¿Enserio? ¿Le hablarías de mi?.

—Alma, presentamelo.

—No, háblale de mí.

—¡Basta! No, no voy a hacer eso, déjenme en paz.

—¿Entonces el te gusta?.

—Ya me parecía, te está esperando a ti.

—No me gusta, es MI mejor amigo, osea, ¡MIO!. Es como mi hermano, no voy a dejar que salga con ustedes.

—Que mala que eres.

—No seas así.

—Ademas él las rechazaría.

—¿Quieres apostar?.

—Saldrian perdiendo. Lo conozco bien.

—Algun día me vas a pedir algún fovor.

—Chau, me tengo que ir con él.

—¿Acaso lo estás presumiendo?.

Alma sale del local con una sonrisa, sus manos estaban entrelazadas en su espalada, tenía la personalidad de una niña tímida.

—Por fin sales, esas chicas ya me estaban poniendo incómodo.

Ella al llegar lo abraza de inmediato con fuerza mientras miraba hacia adentro del local presumiendo el lujo que se había ganado por años de amistad.

—¿Que haces?.

—Nada, solo te extrañaba.

Joaquín caminaba junto a Alma, ella iba agarrada de su brazo con rumbo a su casa.

—¿Por que me pediste que viniera?.

—Es que tengo miedo de caminar sola en las noches, ¿Si algo me pasa?.

—Nada te va a pasar.

—Ahora no, porque estás conmigo.

—¿Por que saliste tan tarde?.

—Estaba hablando con mi jefa.

—¿Sobre que, un aumento?.

—Es un secreto.

—¿Por que tanto misterio?.

—Porque si te digo vas a querer lo mismo.

Isabella estaba sentada con Carla y Rocío en el patio de la escuela, las clases habían terminado, ellas estaban descansando luego de un día bastante pesado sobre los estudios, Alma se acerca por detrás de ellas y la abraza.

—Hola prima.

Alma se sienta al lado de ella luego de saludar a todas.

—Tengo buenas noticias.

—¿Que te dijeron en el trabajo?.

—Puedes empezar a trabajar esta tarde si quieres o comienzas mañana más tranquila, tu decides.

—Eso es genial, gracias prima

—¿Que? ¿Vas a empezar a trabajar? ¿Por que?.

—Necesito dinero para regalarle algo por su aniversario y quiero comprarme un vestido que vi.

—¿Cuando es el aniversario?.

—Faltan tres meses.

—¿Crees que vas a llegar a juntar ese dinero?.

—Creo que no, pero mientras pueda tener el dinero para el regalo está bien.

—¿Que lindo, cuanto cumplen?.

—Veinticinco años de pareja.

—Wow, es demasiado.

—Si, para ellos parece que el tiempo nunca pasó, entre ellos se comportan como adolescentes.

—Si necesitas que te ayude con el dinero me avisas, puedo darte algunos ahorros.

—Gracias chicas.

La vida de Isabella daba un cambio enorme, ahora tenía una segunda responsabilidad, luego del colegio tenía que entrar a trabajar, pero cada esfuerzo iba a valer la pena cuando viera en primera persona la expresión de orgullo de sus padres al mirar con asombro el obsequio que les dio luego de tanto trabajo, con eso en mente comenzaba su primer día con el mejor humor, era su dosis para desactivar el cansancio acumulado en las mañanas, mientras tuviera esa meta tan caprichosa todo saldría bien.

Alex M. Martínez.




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