Doce Semanas. Parte. — 3.

En su primer día la recibieron como una más, todas con el mejor humor, ella se sentía cómoda, el ambiente era tranquilo y divertido, sus nervios iban desapareciendo mientras atendia a las personas que entraban a comprar, con serenidad daba su humilde opinión sobre lo escojian, como una consejera experta les recomendaba teniendo en cuenta cada persona.

Así paso sus primeros días, tomando cada error como una enseñanza más, ganando experiencia cada hora.

Isabella se había quedado hasta un poco más tarde ayudando junto con las demás empleadas a acomodar la nueva ropa que había entrado, ella nota que un grupo de chicas se estaba distrayendo mirando por la ventana, susurraban cosas, esto se daba cuenta al notar que movían los labios, pero el sonido no llegaba hasta donde estaba por más atención que prestará, mientras acomodaba no dejaba de verlas, quería saber que era lo que tanto les estaba llamando la atención, que era lo que les robaba su tiempo, con timidez se acerca al grupo.

-Otra vez es ese chico.

-Ojala me estuviera esperando a mí.

-Como me encantaría tener un novio como él.

-¿Que ven?.

-Un chico que vino la vez pasada a buscar a Alma volvio, es precioso.

-¿A Alma? ¿Quien es? ¿Acaso tenía novio y no me dijo nada?.

Ella se asoma por la ventana y ve que quien estaba parado era Joaquín, era una sorpresa enorme que se llevó, verlo tan tímido, con la mirada hacia un costado evitando a toda costa cruzar su vista con ellas le causó ternura.

-Ah, era él.

-¿Como "Ah era el"?.

-¿Acaso lo conoces?.

-Si, es mejor amigo de mi prima, vamos juntos al colegio.

-¿Como se llama?.

-¿Cuanto años tiene?.

-Chicas, esperen.

-No les voy a decir nada, no pregunten porque no van a recibir ninguna respuesta.

Alma se unía a su conversación enfadada al oír hablar de Joaquín, tenía su seño fruncido para expresar lo furiosa que estaba.

-No molesten, pónganse a trabajar, jefa.

-Wow, enserio que es muy guapo tu amigo Alma, si tuviera unos años más lo invitaría a salir.

Su jefa también se asomaba por la ventana para saciar su curiosidad.

-Usteded tampoco va a hacer nada, dejenlo en paz.

Ella trata de alejarlas de la ventana, al ver que eso no funcionaba se pone enfrente de ellas para tapar su vista.

-Vamos, ya está, el show terminó.

Las demás vuelven a lo que estaban haciendo, aprovechaban cada descuido para mirarlo aunque sea un segundo, no podían evitarlo.

Al terminar de acomodar la tienda se despiden y se van del lugar, la primera en salir es Alma, que inmediatamente toma del brazo a Joaquín, todas las miradas picaras iban dirigidas a él para hacerse notar, que sintieran su presencia y sus deseos.

-Vamos, sigan caminando.

Joaquín deja de sentir esa incomodidad tan molesta al ver que salía Isabella del local.

-¿Que hace ella aquí?.

-Eso debería preguntar yo.

-Ella empezó a trabajar hace unos días.

-Que bien. Te felicito.

Él se acerca a Isabella con esa sonrisa que lo caracteriza y le acaricia la cabeza como si fuera una niña.

-Me alegro mucho por ti, ya estás madurando.

-No me trates como si fuera tu hija.

-Perdon.

Ella se quita de encima la mano de él y le da la espalda para irse.

De camino a casa paran en un almacén para comprar unas bebidas para tomar mientras caminan a casa.

Fuera se encontraba Isabella sentada con Alma, era de noche, había bastante silencio en las calles, más de lo normal, no estaban acostumbradas, el único sonido que llenaca la escena eran los pasis de los peatones.

-¿Por que estás tan protectora con Joaquín?.

-,Que? ¿Siempre fui así con él, desde que tengo memoria creo.

-Nunca te presté atención, cualquiera que no te conociera pensaría que te gusta.

-No me gusta, él es tuyo, siempre tuve el temor de perder su amistad cuando él tuviera novia, que las cosas cambiarían, no hablaríamos como antes, no nos trataríamos igual, le prestaría más atención a su novia que a mí, eso no me gustaría que pase, además también es porque él no quiere estar con nadie, así que lo ayudo a ahuyentarlas, no voy a dejar que nadie más me quite su amistad, ninguna chica me va a separar de él, si no sufrirá las consecuencias.

-Este lado celoso no lo conocía.

-Si, con él soy celosa, solo quiero cuidarlo, con la única chica que lo dejaría salir sería contigo.

-¿Que? ¿Por que conmigo?.

-Porque se que eres muy sincera y lo vas a cuidar como se lo merece, él también va a hacer lo mismo contigo, créeme.

-No me emparejes con esa cosa.

-Isabella, enserio le gustas, yo te digo la verdad.

-N-No me importa, no voy a salir con él.

-¿Por que no?.

-Porque está jugando conmigo, casi todas las chicas del colegio le gustaría salir con él, las rechazo a todas y de repente, de la nada, comienza a gustar de mi, me quiere proteger, me cela, todo empezó de la nada, es un reto, conquistar a la chica más fea del colegio, si yo me entrego tendría la colección completa, enamoró a quien quiso, a su gusto, por eso no voy a caer en su juego.

-No eres fea tonta, él tiene sus razones, yo las desconozco, pero él no es ese tipo de persona y lo sabes, solo que no lo quieres aceptar y creo saber el porqué.

-Yo tengo razón, tu eres la que no quiere aceptarlo, todo se revelará con el tiempo.

-Cuando estés confundida no vengas a pedirme consejos.

-Igual no te pediría, das muy malos consejos.

-¿Él te empieza a gustar?.

-¿Que? ¡Estábamos hablando de otra cosa!.

-¿Por que estás nerviosa? Escucha, debes ser sincera aunque sea contigo misma, no te mientas así.

-¿Aca está las bebidas, vamos?.

-Arruinaste el momento bobo.

-¿Que pasa? ¿Lo siento Alma?.

Alma se pone de pie enojada para irse.

-Despues vamos a seguir hablando Isa, no te vas a escapar.

-¿Que pasó entre ustedes?.

-¡Nada que te importe!.