Catorce Horas. Parte. — 1.

Joaquín llegaba a la zona donde tomarían las fotos, al entrar saluda amablemente a las pocas personas que asistíeron.

—Que bien que llegas Joaquín.

—¿No me tenía fe que venía?.

—Siempre está el miedo que el modelo se arrepienta a último momento.

—Descuide, que no soy así.

—Gracias, me di cuenta, pasa a cambiarte, en seguida sale tu compañera.

—Bien, no me tardo.

Resta unos minutos de su vida para cambiarse y arreglarse, al estar listo, dos chicas entran para peinarlo y darle maquillaje, se sentía raro en ese estado, la sensación de vergüenza no tardó en llegar. Sale de los vestidores listo para la sesión de fotos.

—Ven Joaquín así te presento a las demás modelos.

Joaquin se acerca tímidamente hasta diciembre se encontraba Erika.

—Ella es Nicol.

—Hola niño guapo, es un placer conocerte.

—Hola, soy Joaquín, siento que te vi en algún lado.

—Puede ser, también es posible que conozcas a mi hermano, ya que somos prácticamente iguales, el seria como yo en hombre.

—Te presentaria a Carla, pero no se donde se metió.

Joaquin se pasa varios minutos conversando con Nicol, su personalidad era bastante madura, aunque su rostro mostraba que no era así, el se había hecho una idea bastante errónea.Luego de un tiempo lo llaman para comenzar cin la sesiones, se para al frente de la cámara mira a su costado por mera curiosidad y se da cuenta que quien era su segunda compañera es Carla, la mejor amiga de Isabella.

—¡¿Que haces aquí?!.

Ambos preguntan al mismo tiempo, mientras cruzaban sus miradas.

—¿Te llamas Carla?.

—Desde hace diecisiete años tengo el mismo nombre.

—No puedo creer que seas mi compañera.

—¿Yo debería estar feliz por que seas tu?.

—No te lo tomes mal, no lo dije con ese sentido, es mejor que seas tu.

—¿Que quieres decir?.

—Almenos estoy con alguien que conozco, se me va hacer más fácil, digamos, no va a ser tan incómodo, a eso me refiero.

—Bien, yo también me siento muy cómoda contigo, ya que no vas hacer nada extraño, ni piropos y esas idioteces, porque te gusta Isabella.

—Exacto, bien, vamos hacer lo mejor que podamos.

Él le regala la mejor sonrisa para calmar los nervios de ambos, al ver ese gesto se sintió incómoda y calmada a la vez.

—¿Maldita sonrisa, como no te puede Isabella con ese gesto tan tierno? ¡¡¡Maldita!!! Que envidia, ojalá alguien tan lindo me sonriera asi a mi.

Conversaba con su mente mientras se acomodaba para dar inicio a sus horas laborables.Así comenzaba a pasar el tiempo, cada sesión se volvía más tranquila, con el correr de los minutos se iban sintiendo cada vez más cómodos, gracias a este pequeño trabajo llegaron a conocerse mejor y cambiar la visión que tenían del otro.

Joaquín cada vez que tenía dinero en su mano la guardaba, esto le era muy fácil ya que tenía puesta una meta en su mente.Alma caminaba junto a Joaquín hacia sus casas, era de noche, una noche fresca, se sentía en el ambiente, todo estaba en silencio, las personas se resguardaban del frío dentro de sus casas.

—¿Que carajos pasa contigo Joaquín?.

—¿A que te refieres? No te entiendo violenta.

—Pense que querías entrar a trabajar para estar cerca de Isabella, pero no coincides con los horarios, cuando me vas a buscar ella no está, ¿Osea que pasa?.

—Ya te había dicho que quería entrar porque necesitaba dinero, no lo hacía para estar más cerca de ella, no soy un acosador.

—Enserio pensé que esa era tu pensamiento, ¿Que tramas entonces?.

—Quiero regalarle algo.

—¿Que es? Cuéntame, quiero saber.

—No te voy a decir, es un secreto.

—No le voy a decir nada bobo.

—Te conozco bien, te cuesta mucho mantener un secreto Alma.

—Me ofende tu poca confianza, no me gusta que no creas en mi.

—Eres muy mala mintiendo, siempre fuiste así.

—Haber dime una sola vez.

—La vez que escondimos helado en mi casa, llegó mi madre con Violeta y no pudiste disimular que habíamos escondido el helado o la vez que quisimos hacerle una sorpresa a Emma, no tuviste mejor idea que repetir "Nunca te vamos hacer una fiesta sorpresa, no nos creas capaces" así anduviste todo el día, ah, también está la vez...-.

—Si, si, ya entendí, no hace falta que que agregues nada más.

—¿Entiendes ahora el por qué?.

—Si, se que soy muy mala escondiendo secretos, espero que después me cuentes, ¡tenme en cuenta hombre!.

–Quédate tranquila que yo te voy a decir, eres mi mejor amiga, vas a ser la primera en enterarse de todo.

Isabella iba por los pasillos del colegio con la mirada perdida, estaba cansada, en su rostro comenzaban aparecer ojeras, debido al cansancio acumulado por el trabajo, loa estudios, el colegio y la mal distribución de horas para el descanso.

—Te ves fatal Isa.

—Lo se, tengo espejos en casa.

—Ya mañana es la cena de tus padres, ¿Cómo estás de dinero?.

—Muy bien, si hablamos para el regalo de mis padres, ahora para lo que me quería comprar para usar esa noche, me va muy mal.

—¿Necesitas que te de plata?.

—No, estoy perfecto, ya tengo el objetivo que quería, que era comprar el regalo, lo demás no importa, ya me las arreglaré.

—¿Ya tienes pensado que comprarles?.

—Si, necesito que ambas me acompañen esta tarde para ir a buscarlo, díganme por favor que están libre.

—Claro, yo estoy libre, no se Carla.

—Sabes bien que no puedo Rocío, no digas como si no me importa ir.

—Ya no peleen, estoy cansada.

Joaquín estaba enfrente de una chica quien le hablaba dulcemente, su voz era muy suave y calidad, sus nervios estaban vivos, su forma de hablar declaraba lo nerviosa que se encontraba por vivir ese momento insignificante.

Sus palabras fueron claras, hablo de manera correcta y educada, abrió su corazón para que él tuviera el pase libre para entrar en su corazón, pero como era de esperarse y costumbre le dice una frase corta y seca, un simple y claro "no" bastó para que su ilusión terminará por el suelo, a grandes fuerzas intentaba aguantar su llanto, quería verse fuerte ante la última mirada dirigida hacia ella, entendiendo el momento decide desaparecer del lugar.