Dentro De La Máscara De Papel.

Dieciséis Días. Parte. — 1.

Isabella caminaba hacia el colegio, ella tenía ojeras grabadas en su rostro, los ojos le pesaban, su mente volaba, le costaba hasta hacer unos simples pasos.

—Hace días que no duermo bien, todo por culpa de Joaquín, como se atreve a decir esas cosas.

Al recordar las palabras que él dijo se sonroja y comenzaba a sentirse avergonzada.

—¿Mierda, que hago cuando lo vea? Todavía no estoy lista para esto, ¿Debería actuar como si nada pasó? No, él de alguna forma sacaría el tema, no puedo ignorarlo toda la vida, tengo que decirle las cosas, él fue sinceró, tengo que hacer lo mismo.

—Hola.

Esa simple palabra de un extraño hizo que su piel se erizara, miles de palabras comenzaban a mezclarse en su mente sin llegar a una en concreto, al darse media vuelta una leve sonrisa comenzaba a brotar, su corazón vuelve a latir con normalidad.

—Eran ustedes chicas, me dieron un gran susto.

Rocío la abraza dejando caer todo su peso sobre ella.

—¿Que pasa? Últimamente estás muy distraída, pareces un zombie, ¿Acaso encontraste un control como en la película de click y estas en automático?.

—¿Que? No, no es por eso, perdón, es verdad que estoy muy distraída, pasaron algunas cosas.

—¿Acaso se te confesó Joaquín?.

—¿Como lo supiste? ¿Quien te dijo?.

—¡¿Que?! ¿Enserio? Solo lo dije por decir.

—En la cena de aniversario de mis padres me lo dijo, yo estaba descansando afuera del salón, necesitaba aire, llegó él y me dijo todo, fue muy extraño.

—¿Y que le dijiste?.

—Dije que lo iba a pensar.

—¡¿Que?! ¿Por que? ¿Acaso no te gusta?.

—Yo nunca dije eso. Es por otra cosa, es muy complicado.

—Pero se te notaba en la cara, cuando hablas con él tienes un brillo en tus ojos, sin que te des cuenta se te escapa una sonrisa. Ahora entiendo porque lo estabas ignorando demasiado, me parecía extraño que fueras tan fría con él.

—Me pone nerviosa chicas, no tengo idea de que hacer, puede que sea verdad que vio algo en mi que le gustara, tal vez cuando yo le diga que si él se me ría en la cara y destape toda su mentira.

—No digas eso, te quieres convencer con esa idea absurda porque le tienes miedo a la realidad, cuando por fin aparece un chico que se interesa en ti lo auyentas tan fácil ¿Por que?.

—¿Por que yo? ¿Entre todas por que me lo dijo a mí? No soy la más linda, ni la que tenga la mejor personalidad, hay mejores que yo, a cualquier lado que mires, por culpa de esto ahora estoy en un verdadero aprieto.

—Vamos, no seas tonta, no eres fea, puedés ser tonta, histérica, odiosa, terca, malhumorada, enojo...-.

—Ya basta.

—Pero todos tenemos esas personalidades, lo que te destaca es que eres muy compañera, tal vez sin que te dieras cuenta llegaste ayudarlo en ocasiones donde realmente necesitaba de alguien.

—Con Emma.

—¿Quien es ella?.

—Una amiga de mi infancia.

—¿Es amiga de Joaquín?.

—Si, de ambos, también era amiga de Alma.

—¿Era? ¿Que paso? ¿Se pelearon? ¿Acaso tu y ella gustaban del mismo chico?.

—No, ella falleció en un accidente.

—Ah, perdón por haber sido tan curiosa, no lo sabía.

—Esta bien, no importa, nunca les hable de ella.

—Es cierto, es la primera vez que escucho sobre ella.

—Es que me produce nostalgia recordarla, por eso lo hago sola.

Rocío termina entre los brazos de Isabella, ella la recibe con sus mejores emociones, se deja llevar manipulada por su corazón, mientras se esconde de la realidad.

—¿Emma estará bien lo que estoy haciendo?.

Hablaba con su peor enemigo, con su imaginación, su mente, quería dejar de ser presa.

Alex M. Martínez.




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