Ella salía de gimnasia, cansada se va hacia el fondo del colegio para refrescar su garganta, pero antes de llegar es frenada por un grupo de chicas que estaban ahí de casualidad.
—¿Por que mientes diciendo que él se te confesó? No tiene ninguna gracia.
—Yo en ningún momento mentí, además a ustedes no les tiene porque importar lo que pase en mi vida.
—Si, porque estás haciendo quedar mal a Joaquín al decir que gusta de ti, por favor, él no caería tan bajó.
—Si, tienes razón.
—Tienes que ser realista y apuntar a personas que estén a tu alcance, el está a mil niveles sobre ti.
Joaquín pasaba por pura casualidad por el lugar y observa que ese grupo estaba muy cerca de Isabella, se queda unos segundos mirando para entender la escena y decide acercarse.
—¿Por que no se lo preguntamos a Joaquín? ¿Haber si es cierto?.
—¿Joaquin?.
Ella gira su cabeza y ve que él se acercaba, comenzaba a sentirse incómoda y nerviosa, quería irse del lugar para no tener que estar cerca.
—Ves que era mentira Él no te dijo nada, mira como te pones nerviosa.
Al llegar se para al lado de Isabella en silencio.
—¿Joaquín podrías decirle a esta chica que su rumor no es cierto? Así limpias tu imagen.
—¿Que rumor?.
—Ella dice que tu le confesaste que gustabas de ella, dile que es mentirá.
—No, es cierto, la chica que me gusta es ella.
—¡*Que?! ¿Por que ella?.
—¿Entonces no eres gay?.
—Simplemente por que es ella, no hay más que eso.
—No puedo creerlo que está fea nena te guste.
—Por favor no le falten el respeto.
El grupo de chicas se van del lugar sin decir una palabra.
—G-G-G-Gracias.
—De nada, ahora que estamos solos, ¿podrías darme tu respuesta? Ya pasaron como dieciséis días.
—Y-Y-Y-Yo me tengo que ir.
Ella se va corriendo del lugar dejando solo a Joaquín quien sólo se quedaba observar como se alejaba de su lado.
Al terminar la hora de gimnasia sale del colegio, en la entrada se topa con Juan quien la estaba esperando.
—Asi que era cierto que él se te confeso.
—Mierda que corren rápido los rumores, así es.
—Y seguro que estás pensando en decirle que si.
—No me conoces.
—Bueno, tu tampoco conoces a Joaquín.
—¿A que te refieres?.
—En estos momentos él se está viendo con mi ex, si vienes conmigo te vas a dar cuenta de cómo es.
Joaquín estaba en una plaza sentado junto a Tamara, ella sin pensarlo lo abraza al escuchar que por fin le dijo lo que sentía a Isabella, fue un acto de reflejo puro e inocente.
—Estoy muy feliz que ya no seas un cobarde, me alegra tanto.
—Si, aunque aún estoy esperando su respuesta.
—Dale tiempo, capaz que no confíe en ti.
—¿Ya pasaron dieciséis días, no es suficiente?.
—No, tienes que ser paciente y darle su espacio, ya verás que te dará una respuesta, ya sea negativa o positiva tienes que tomarlo como enseñanza para seguir adelante, no importa lo que pase, ya abriste tus sentimientos por primera vez.
—Parece que ya sabes que me va a decir que no.
—No la conozco, no sé que pueda llegar a pensar, pero estoy realmente muy feliz.
Ella lo vuelve abrazar esta vez con más ganas que antes, pero se ven interrumpidos con la llegada de Juan que estaba con Isabella.
—Yo sabía que ustedes se seguían viendo.
—¿Que pasa?.
—¿Por que se siguen viendo? Isabella, ella es mi ex, me dejó para salir con Joaquín.
—¿Enserio?.
—¿Aun están saliendo verdad?.
Ambos se quedan en silencio mirándose.
—¡¡¡RESPONDAN!!!.
—Juan, la verdad es...-.
Joaquín le pone su mano en su boca para tapar las palabras que estaban a punto de decir.
—Es verdad, estamos saliendo, ¿Algún problema con eso?.
—Si, claro que lo hay, le dijiste a Isabella que te gustaba, pero aún estabas saliendo con ella, no vas a tener todo en este mundo, no te voy a dejar que lastimes a Isabella, no te voy a permitir que juegues con ella.
—No te tienes por que meter, ella ya no está saliendo conmigo, lo que haga con mi vida o con ellas no te importa.
Isabella se da media vuelta y se va del lugar sin decir una palabra, con lo que Joaquín decía le bastaba para llenar su mente de preguntas y darle juego a su imaginación, Juan los mira con odio, al girar para irse se le escapa una sonrisa que resumía lo feliz que estaba, lo bien que le hacía ver cómo se le venía abajo la ilusión a Joaquín, se sentía sastifecho al sentir que había destrozado un padazo de su vida.
—¿Por que? ¿Por que le dijiste eso Joaquín?.
—No importa, si no lo hacía...-.
—¡¡¡Ya se qué hubiera pasado!!! Pero ahora todo lo que dijiste no tiene sentido.
—No importa, ya veré qué hacer.
Isabella caminaba a gran velocidad, su mente era un caos, se llenaba de ideas, todo se interrumpe cuando Juan la toma del brazo para frenarla.
—Te dije que no confiaras en él.
—Juan necesito estar sola.
—No quiero dejarte sola, yo sabía que era un completo idiota, sabía que él aún estaba saliendo con ella, no pude decirte nada porque no lo había confirmado.
—Esta bien, déjame sola.
Ella se va del lugar con la mirada agachada, le costaba pensar con claridad, Juan se quedaba mirando con una sonrisa como ella se iba alejando, en su mente veía la oportunidad de poder conquistarla.
Ella estaba débil y frágil, era la mejor oportunidad que tenía para acercarse, por fin tenía una oportunidad frente de sus ojos, esa idea le provocaba presumir su sonrisa, su premio era que había quitado una parte de la vida de Joaquín.
Todo se estaba viniendo abajo, todo por culpa de Juan, quien había preparado todo este teatro.
Alex M. Martínez.