Isabella se encontraba acostada mirando el techo, su mente volaba, no dejaba de recordar lo que había visto, lo que había escuchado de la boca de Joaquín, esas palabras se repetían una y otra vez. Su imaginación se ve interrumpida al escuchar sonar su teléfono, se acuesta de costado para estar más cómoda y atiende.
—¿Hola?.
—Hola, perdón, soy Tamara, me gustaría hablar contigo sobre algo.
—¿Que necesitas?.
—Es sobre Joaquín.
—No necesito saber más nada de lo que pasa.
—No es lo que parece, déjame que te lo explique en persona, total no pierdes nada con escucharme.
—¿Esta bien, donde nos juntamos?.
—Ahora te mando un mensaje con la dirección, gracias y disculpa por ser entrometida, nos vemos.
Joaquín estaba parado en su balcón, sus codos estaban reposados en la baranda, sus manos apuntaban hacia adentro de su pieza, Violeta estaba sentada con su teléfono en mano enfrente de él, entre los segundos contados se le escapa un suspiro aliviando su malestar emocional.
—¿Que pasa con ese suspiro?.
—Solo estoy cansado.
—Y acuestaste, es simple, así vas aliviar el cansancio.
—Vi, me gusta Isabella.
Su hermana comienza a reírse, su tono iba dejando de sentir emoción al ver el rostro serio de Joaquín.
—¿Por que esa broma? ¿Acaso pensaste que me lo iba a creer? No soy tan tonta.
—Es enserio, en la cena de aniversario de sus padres se lo dije.
—¿Que te dijo?.
—Que lo pensaría.
—¿Por que?.
—¿Que?.
—¿Por que? ¿Por que? ¡¡¡DIJISTE QUE NO TE IBA A PASAR LO MISMO QUE PAPÁ!!!.
Violeta se va de la habitación rápidamente, Joaquín no intento en ningún momento en detenerla, sabía bien que no tenía caso, debia darle su espacio aún que no quisiera.Isabella se encontraba en una cafetería a la espera de Tamara, se sentía nerviosa, estaba incómoda, su mente la traicionaba con preguntas inrrelevantes para el momento.
—¿Que hago aquí? ¿Si ella solo quiere refrejarme que está saliendo con Joaquín? Capaz me quiera decir que no me acerque más a él, que ellos apesar de todo llegaron a reconciliarse, mierda, debería irme, no quiero escuchar nada sobre él, no me gusta esta sensación, conozco a Joaquín perfectamente, se que algo no va bien.
Entre sus palabras siente una presencia acercarse a ella, no queria darse vuelta, al levantar su vista sobre su hombro ve que era Tamara quien llegaba y tomaba asiento enfrente de ella.
—¿Esperaste mucho?.
—No, tranquila.
Ella toma asiento mientras Isabella trataba de mirar hacia otro lado, era muy incómodo tener su presencia cerca, en su cabeza se repetía la misma pregunta: "¿Por que vine?" Esas simples palabras le daban vueltas a su mente.
—¿Me llamaste porque querías hablar de Joaquín, verdad?.
—Si, yo y el somos grandes amigos, no estamos saliendo, ese es el resumen.
—¡¿Que?! Pero si Joaquín dijo que si.
—Ahora te explico bien.
Toma aire para iniciar sus recuerdos.
—Mi prima es amiga de Alma, así la conocí, con ella congeniamos bien, temíamos varios temas para hablar, me agradó muchísimo su personalidad, gracias a Alma conocí a Joaquín, me hice muy amiga de él por los consejos que me daba, al igual que con ella teníamos varios temas en común, siempre me divertí hablando, me hacía reír, me hacía olvidar de mis malos momentos.
La sonrisa se dibujaba sola.
—Un día le pedí un consejo para salir con un chico, le dije quien era y se lo presente, cuando le pregunté si le agradaba me respondió que no, me decía que había algo en él que no le gustaba, yo trate de convencerlo para que me apoyara porque quería salir con esa persona, pero me dijo que no lo hiciera, yo obviamente no le hice caso ya que me gustaba mucho, comenzamos a salir y todo iba de maravilla, todo color de rosa, las charlas, nuestras citas, él era muy tierno, me acompañaba, me apoyaba en todo lo que quería hacer, siempre me daba consejos, aunque el único problema que tenía es que era muy celoso, yo no le di mucha importancia ya que pensaba que yo le importaba mucho, a todo esto Joaquín aun seguía con la misma postura, no apoyaba nuestra relación.
No me di cuenta que él cada vez se volvía más y más posesivo, no hasta que teníamos siete meses juntos, ahí es donde todo comenzó a tornarse raro, se enojaba si le respondía tarde los mensajes, no quería que saliera con mis amigos, quería saber dónde y que estaba haciendo a cada hora, me venía a buscar al colegio, se enojaba si hablaba aunque sea de casualidad con otro chico, siempre buscaba pelear por cualquier cosa, siempre sacaba algún tema para discutir, nos gritábamos, nos insultabamos, siempre me faltó el respeto cuando peleábamos, yo también lo hacía, cuando decidí coartar con él trato de pegarme, ese día me defendio Joaquín, quien le había pedido que me acompañará, es ahí cuando las cosas comenzaron a ser más rara, pensé que todo había terminado, pero no fue así, seguía yendo a mi colegio, quería irme a buscar a casa, tuve que cambiar de número ya que me llenaba de mensajes y llamadas, esa persona es Juan, él es con quién salí.
—¿Juan? ¿El que me llevo hasta ustedes?.
—Si, el mismo. No encontré mejor salida que decirle que empecé a salir con Joaquín, tuve que hacerlo para que dejará de molestar, con el tiempo, gracias a Joaquín fue dejando de acosarme, en ese tiempo me acerque más a él, pasábamos más tiempo juntos de lo normal ya que se sentía preocupado que algo me pasara, no nos dimos cuenta, lo que se convirtió en una simple fuga se volvió realidad, comenzamos a salir, nos volvimos pareja, no sé cómo pasó, pero esa relación fue muy linda, me hizo volver a creer, aun que no duró mucho ya que él me dejó al poco tiempo, me dijo que no podía estar conmigo ya que le gustaba otra persona desde hace años, yo lo entendí y agradecí que haya sido sincero conmigo, así que rompimos si se puede decir, él siempre gustó de ti, siempre me habló de esa chica que le sacaba una sonrisa en los peores momentos, tal vez nunca tuviste la intención de hacerlo reír, pero a él le hacía bien verte y estar aunque sea unos minutos cerca tuyo.