—Ok, Silas... tengo que preguntar algo, pero tal vez sea un poco... incómodo... no sé cómo decirlo... —Syn se paseó por toda la sala, dando vueltas de un lado a otro.
—Sé lo que es. Quieres saber lo que hacen con los depredadores en la Asociación —Silas se encontraba tumbado en el sillón de la sala, jugueteando con su cuchillo.
Syn asintió levemente mientras se tocaba nerviosamente el cabello.
—Lamento decepcionarte, pero no tenía la mejor vista que digamos, aunque lo que te puedo asegurar por experiencia propia es que usan a los depredadores para experimentar —él empezó a contarle lo que había visto y vivido.
—Bueno, eso tienen un fin, buscamos una cura —señaló ella.
—¿Estás segura de eso? —Silas dejó su cuchillo sobre la mesa.
Syn se quedó callada, la respuesta era que no estaba segura. Hasta ese momento había confiado ciegamente en lo que decía la Directora y los cazadores más experimentados. ¿Pero qué era lo que realmente sucedía con los depredadores?
—Syn, escucha —continuó Silas —No están buscando una cura. Nos ponen a prueba para saber cómo funciona el virus y cómo pueden modificarlo.
—¿Modificarlo?
—Si, modificarlo. No les interesa hallar una cura, nos mantienen con vida para poder utilizarnos para su propio beneficio, como ratas de laboratorio. Hacen riñas para saber quiénes son los más fuertes, nos obligan a destrozarnos y si no obedecemos sus absurdas órdenes, nos castigan como a esclavos.
—Tal vez tú así lo veas, y lo entiendo, pero...
—Sé que no quieres creerlo, pero es la verdad, Syn. En el fondo sabes que tengo razón. ¿De dónde crees que saqué estás heridas? —Silas le mostró su espalda, estaba llena de rasguños.
—¿Ellos... te lo hicieron? —Syn hizo un esfuerzo para que no se le quebrara la voz.
—Peleé con otros depredadores algunas veces y otras me negué. ¿Cómo crees que reaccionaron? Syn, sé que no es fácil, pero tienes que aceptar que te mintieron. A nadie le importa la cura, somos herramientas, somos armas. Y lo peor de todo... creo que están involucrados en el desarrollo del Elixir.
—¿Qué? ¿El Elixir?
—Nada es seguro, pero los escuché hablando sobre eso.
—Pero... Neon dijo que había sido creado en el Bajo Distrito.
—Tú sabes que no es así. El Elixir es obra de OTHER y la Asociación está involucrada. Piénsalo, Syn., ¿nunca habías notado algo extraño?
—No... bueno... quizás...
Syn entró en el edificio de la Asociación y se dirigió al salón de entrenamiento. Era la hora de entrenar junto a sus demás compañeros. Junto a ella pasaron dos cazadores llevando algunas cajas selladas mientras platicaban de algo a lo que ella no puso atención. Cuando llegó al salón de entrenamiento, se vendó las manos para empezar sus prácticas.
—¿Qué tal, Syn? ¿Descansaste? —la voz de Quinn llamó su atención.
—Si, eso creo. Me quedé entrenando hasta tarde, pero estoy bien —Syn le mostró una sonrisa a su líder.
—Me alegro, mañana viajaremos al Bajo Distrito, estaremos en la frontera algunos días. Hay un grupo de depredadores que amenaza la seguridad fronteriza. La Directora quiere que nosotros los contengamos —informó Quinn —Sé que ese lugar te traer muchos recuerdos, pero es una buena oportunidad para enfrentarlos, ¿no crees? —añadió.
—Supongo que si —la castaña respondió algo dudosa —Por cierto, acabo de ver a dos cazadores llevando unas cajas. Parecía que tenían algo frágil adentro.
—Ah, si, debe ser sangre de depredador para la cura. Dicen que es muy particular, podría confundirse con el Elixir.
El recuerdo se desvaneció. Syn cayó en la cuenta de que dentro de esas cajas, transportaban el Elixir y no sangre.
—También recuerdo una vez que la Directora me ofreció personalmente estar en un proyecto que involucraba mi inmunidad. Como no estaba segura en ese momento, lo rechacé. Pero recuerdo que me llevó a uno de los laboratorios y vi la "sangre de depredador". Pero no era sangre de depredador, ¡era el Elixir! —exclamó.
—Has tenido la verdad frente a tus ojos todo este tiempo —señaló él.
—¿Cómo pude ser tan tonta? La Asociación está engañando a todos. No cazamos depredadores para buscar una cura, lo hacemos para experimentar con ellos. Por eso solo los más cercanos a la Directora tienen acceso a los laboratorios.
—Tú sabes más de eso que yo.
—Tengo que llegar al fondo de esto, las cosas no pueden quedarse así. Debo averiguar qué es lo que está planeando OTHER y cómo es que consiguió el apoyo de la Asociación.
Silas asintió al verla tan decidida, pero se puso alerta cuando alguien tocó el timbre del apartamento. Syn intercambió una mirada con él y se dirigió a la puerta. Era Xena.
—Hola, Syn, lamento molestarte, acabo de salir de la Asociación y pensé en darme una vuelta para ver como estabas.
—Oh... ah... que amable de tu parte, Xena, pero no es un buen momento ahora, no me siento muy bien y creo que debo descansar —Syn empezó a tocarse el cabello.