Depredadores Sueltos

La fiesta del farsante

Charlie

El fin de semana fue asombroso, el concierto de Shane fue más increíble de lo que ya es y me la pasé de lo mejor con Malía, ella es muy impredecible y magnética, hace que sea imposible no ponerle atención, ¿cómo es que no se ha convertido en la popular de la escuela?

Odio volver el lunes a clases en lugar de pasar más tiempo con ella, aunque podré verla en el comité. En cuanto a Dante, él ha vuelto a juntarse con los otros, esta vez lo veo nervioso, o más de lo que ya estaba; esta vez decido acercarme a él con la confianza de Malía, ya pasó una semana de la pelea y enserio quiero arreglar las cosas. Al acercarme todos se callan y Dan es el único que me saluda.

—Charlie, ¿qué tal?

— Hola, Dan, ya te extraño, pero todo está bien —Malía y Chase son los únicos que faltan, ella tal vez está en el comité o por ahí, es quien considero como la más carismática; no sé donde estaría Chase, rara vez lo veo solo.

— El amiguito de Dan, ¿no fuiste tú el que se metió con Ethan y Chase? —Aldric vuelve a sacar otra vez el tema, ¿es que no hay otra cosa en la escuela que sea más interesante que una estúpida pelea? Hay muchas peleas como para que la mía sea más interesante.

— Lo siento por eso, me comporté como un idiota.

— Claro que lo hiciste —Ethan y yo estamos de acuerdo en algo, fui mi estupidez.

— Ya te dejaremos a Dante si así lo quieres, el alfa te tiene consideración —Logan  debe tener una buena razón para no mandarlos a degollarme vivo, Según sabía estaba convenciendo a Dante de alejarme—. Si quieres puedes acompañarnos hoy, para que sepas cómo se comporta un hombre lobo.

— Suena genial, chicos, pero estoy fuera de esto, si quieren ir a New Battery o a Bar Bathory con gusto voy.

— Vamos, hermano, eres la mano derecha del hermano del alfa, eres como nuestro primo segundo —Aldric insiste en meterme en esto—. Una vez no te hará mal.

— Charlie no tiene que acompañarnos si no se siente cómodo, prefiero que falte con tal de verlo feliz —Dante me salva de la insistencia, al menos no hace lo posible para ganarse su confianza.

— El alfa te ha dado una oportunidad, serías un tonto si la desperdicias —Ethan me amenaza, estoy seguro de que es una amenaza por su tono de voz tan grave.

— Ya entendió, no debe desaprovecharlo —Ariadne muestra esa ferocidad que tiene, el otro día la vi en un circuito y no dejaba que nadie se acercara a ella, corría más rápido con tal de asegurar la victoria—. Pero cometerías un gran error si no quieres ir.

— Chicos, ya saben que no puedo ir, estoy fuera de esto, vayan con Dante y me cuentan el drama —quisiera ir, pero no quiero meterme en problemas.

“Charlie Rooney, se solicita tu presencia en el salón de maestros con el profesor Valentine” el secretario me llama y me pregunto qué ha de querer de mí el profesor Valentine, tal vez sea por no haber apartado a Dante de la manada enemiga.

— La batiseñal ha hablado, chicos, los veo después —me despido, pero para no rechazarlos cortésmente les dejo en claro que puede que cambie de opinión—. Le diré a Dante si iré, no prometo nada.

Me alejo de ellos con normalidad y con la cabeza baja, no quiero perder la poca confianza que me tienen. Llegando al salón de maestros, que no está tan lejos de donde está la manada, veo que no solo está el profesor Valentine en su respectivo escritorio decorado con post-it, un cactus y un reproductor de CD rodeado de discos de música clásica y Kylie Minogue; la computadora instalada en el escritorio es muy antigua y la carcasa ya se ha vuelto amarilla, por una buena razón el profesor Valentine usa una laptop azul muy actual, el director no se ha preocupado por restaurar la escuela. El profesor Valentine no está solo, pues mis padres (¿pero qué…?) están acompañándolo con una taza de café, diganme que no han venido para destrozarme, peor aún que justo minutos antes haya ido con la otra manada solo para convivir. Me castigarán de por vida.

— Gracias por venir a tiempo, Woodville, no duraremos mucho para que llegues a tiempo a clase —dice mi apellido de cazador, no sé que tan bueno o malo será esto.

— Hijo, hemos hablado con tu profesor y teniendo en cuenta los acontecimientos, creemos que lo mejor es que vuelvas a tus actividades normales —mi madre dice sin mirarme, no aparta la vista de su reloj, ya casi entra a trabajar.

— Pero no he hecho nada para demostrar que lo merezco.

— Lo acabas de hacer y Dante me ha contado que has intentado mantenerte neutral ante esto —¿el profesor Valentine me estaba escuchando? Se sigue sintiendo raro verlo actuar como un hombre lobo—. Sin mencionar que, ¿cómo ayudarás a mi hijo adoptivo si no puedes hacer algo al respecto?

— Recuerda evitar los conflictos, campeón, la diplomacia es nuestra mejor herramienta ahora. También queremos avisarte que Sheppard y sus hijos se mudarán temporalmente a Forkland. 

— ¿Por qué? —Sheppard es como un tío, que se vaya se siente como un golpe bajo.

—  Por seguridad, no sabemos de lo que es capaz la manada enemiga. Por eso es importante que intentes llevarte bien con ellos. 

— ¿Pero qué haré? No pienso ir con ellos al bosque, podrían tener planeada una trampa.



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En el texto hay: lobos, pelea, manadas

Editado: 23.10.2024

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