Depredadores Sueltos

Cabos sueltos

Charlie

No debí juzgar tan fuerte a Dante, aunque fue muy estúpido por ir con ellos en luna llena, también es cierto que recibía constante presión para estar con ellos, lo vi cuando Ethan me gritó que debía estar con ellos, incluso si él no quería. Al día siguiente de haberlo llevado a su casa, porque tenía una fiesta con Tim y Danna en la tarde, me decido a visitar a Dante y consolarlo, mis papás me contaron que el señor Valentine no se veía contento, es más, parecía un perro rabioso.

Lleno mi mochila de cosas para divertirnos bien un domingo en la tarde y me voy caminando a la casa de Dante, mis padres están ocupados haciendo un ritual que hacen los cazadores después de cumplir la mayoría de edad. Tengo la llave de la casa, así como Dante tiene una copia de la mía, por lo que entro felizmente; eso sí, la felicidad no me dura, veo a Dante, Logan, Chase y al señor Valentine sentados en la mesa tratando de llegar a un punto. ¿Me perdí de tanto por ver a Melissa y Jason intentar servirse cerveza sin tirarla en la cara del otro? Pues eso parece, pensé que después de tantas amenazas terminarían matándose los unos a los otros, pero no. Me quedo ahí en la entrada, sin saber qué decir o hacer. Yo no soy un licántropo para tener una audición perfecta, pero el señor Valentine sí y nota mi presencia, interrumpe la conversación para regañarme.

— Señor Woodville, aunque usted es bienvenido en este hogar le aconsejaría avisar que va a venir,

— Perdón, no pensé que… ya saben, estarían… hablando pacíficamente.

— Lo sabemos, es poco ortodoxo dada las situaciones, pasa, es bueno tener a un cazador de mediador, tus padres no me contestan —¿Estaré drogado? Una pelea mortal entre manadas está siendo resuelta con diplomacia, me tratan como un cazador hecho y derecho y la bebida que le pedí a Ralph Waters, quien organizó la fiesta, sabía muy mal—. Pasa, Charlie, no te morderemos.

— Perdón, sigo procesando esto.

Tengo que arrimar una silla de plástico que el señor Valentine tiene en la alacena y ponerme entre Dante y Chase, quienes están callados y no hacen contacto visual con el otro.

— Entonces, ¿En donde se quedaron? Si seré el mediador necesito saber qué han discutido al respecto.

— Nada, chico, nada que nos ayude a avanzar en esto —Logan se ve reacio a ayudar, probablemente no le quede mucha opción.

— Llegaste en un buen momento, Woodville, un mediador es lo que necesitamos.

— En ese caso, discutamos punto por punto, vayamos soltando el nudo poco a poco —no quiero irme a lo que será duro de discutir, el asesinato de Oak—. ¿Tienen un tema con el que quieran iniciar?

— Sí, tengo uno —Logan se endereza, va a tomar esto enserio conociendolo, cuando iba a jugar con Dante se reclinaba mal en las sillas y no era hasta que se enganchaba en algo que corregía su postura—. ¿Desde hace cuanto Dante es un beta y por qué?

— Desde marzo, lo hice parte de mi manada poco después de que un Poole iniciara la maldición del hechicero James, Dante me pareció una gran opción y sabiendo del historial de sus padres quería que lograra salir de ahí. Debo decir que ha mostrado mucho potencial.

— La maldición de los Poole… —ya todos sabemos que él la inició, aunque no entiendo porqué si llegó a Northwest Point hace meses porqué aparece ahora—. Cavé mi propia tumba, descubrí la maldición en una visita a escondidas a este lugar, eso se los debo.

— Es mi turno —reclama el señor Valentine—. Los ojos de tus betas, todos son amarillos, el color del homicidio, ¿Por qué?

— Oye, tú mismo deberías saber lo complicado de mantener a una manada, tenemos que hacer lo posible para sobrevivir, si han matado es porque alguien o algo los ha amenazado.

— ¿Cómo qué? —sus estándares son poco comunes, por no decir que son salvajes, así que tengo que saber cuáles son. Pensar eso me hace ver como Alec con su odio irrazonable hacia los míticos. Sigo preguntándome qué habrá pasado con él, todos lo olvidaron y me sigue causando intriga como no han levantado una orden de búsqueda, ni siquiera en Boston lo han hecho.

— Nuestro territorio, nuestra integridad, no somos tan salvajes como creen, la supervivencia es importante cuando no tienes un hogar.

— Y ahora nos estás matando para tener uno —el señor Valentine se descontrola y va directo al grano, lo que no puedo permitir.

— Hay que mantenernos tranquilos, cada quien tiene su tiempo —les recuerdo a ambos que no estamos en una competencia, esto se tiene que arreglar bien.

— Nos quedaremos aquí, si Dante no forma parte de nuestra manada no nos queda de otra —Logan muestra algo de consciencia por primera vez—. Ahora, ¿quiénes más forman parte de esta manada? Ustedes ya conocen a mis chicos, lo más justo es que yo lo sepa.

— ¿Cómo sé que no mandarás a tus chicos a atacar a los míos? 

— Palabra de hermano mayor, vine a este lugar otra vez por Dante y porque no lugar como el hogar, si los atacara entonces todo por lo que he luchado no serviría.

— ¿Algo más de lo que quieran hablar?

— Estoy dispuesto a hacer una alianza —al fin, pensé que seguiríamos en las peleas constantes, el señor Valentine está a punto de terminar esto—, pero tengo algunas condiciones que deberás cumplir, solo así esta ciudad resistirá dos manadas.



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En el texto hay: lobos, pelea, manadas

Editado: 23.10.2024

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