Nuevamente al salir del baño mi mamá ha alistado mi ropa -creo que quiere que me vea presentable en la cita, me imagino que no quiere que la "avergüence"- nuevamente un Jean y una camiseta que usualmente no me pongo es demasiado brillante para mi gusto, pero prefiero no decir nada, igual me pondré un buso encima para no destacar, salimos rumbo a la consulta.
Mi mamá intenta poner conversación, pero no quiero hablar, no quiero nada, solo quisiera dormir y dormir y nunca más despertar.
Llegamos a la consulta, nuevamente nos toca esperar un rato, mientras la Dra termina la otra consulta, mi mamá se dedica a hablar con su "nueva amiga", yo me dedico a mirar una revista, solo para matar el tiempo.
Cuando se abre la puerta, sale su paciente, un Sr un poco mayor con los ojos inflamados -me imagino que de llorar- y nuevamente ella detrás de él, está más hermosa que la vez pasada, tiene un vestido rojo ceñido al cuerpo -nunca podría usar algo así, me vería horrible- lleva el pelo recogido, lo que le deja su hermoso rostro al descubierto.
Entro y ella cierra la puerta tras de sí, me siento en la misma silla de antes, ella se dirige a la nevera, saca una botella con agua y me la pasa antes de iniciar, me pregunta por la tarea -directo al grano-, saco la hoja, se la pasó, ella la revisa, lee todo lo que puse, me mira y me la devuelve.
Bueno, entonces cuéntame, qué ves cuando te miras al espejo.
No puedo creerlo , sigue, pero si lo acabo de leer, se lo hago saber, pero me dice que quiere escucharlo de mi boca, creo que no tengo más opción, tomó un sorbo de agua e inicio.
- Bueno, es obvio ¿no? Veo una rubia, desabrida, sin gracia, sin nada que destaque.
Me quedo en silencio, ella me observa y creo que espera a que continúe, pero no sé qué más decir.
- ¿Nada que destaque? Pero mírate, como vas a decir eso, te voy a pedir que seas más específica, describe tal como te ves.
- Blanca, mejor transparente, rubia, es tan rubio mi cabello que casi es blanco -creo que cuando nací el que repartía el color se le olvido darme un poco- ojos azules, podría decir que son bonitos, -lo único- pero por mi color de piel siento que sobresalen y se ven raros, soy alta, muy alta, siempre he sido la más alta del salón, y nunca engordo, parezco un esqueleto ambulante.
- ¿Comes bien? ¿Te alimentas como es debido?
Esa pregunta me toma por sorpresa, esta vez la Dra toma apuntes de lo que digo.
- Si normal, Pss no como entre comidas, a veces me salto unas, no me da mucha hambre, pero no es porque quiera mantener el peso, o porque me sienta gorda, simplemente no me da hambre, yo se que soy muy delgada, creería que hasta estoy por debajo del peso debido, pero la comida no me anima, no me llama realmente la atención.
- ¿Qué más ves? No solo físicamente, quiero saber que piensas de ti, expresalo en palabras.
- Yo se, que ves, pero vamos dilo tú, quiero saber si eres capaz de decir lo que eres en voz alta.
Se me cierra el estómago cuando la oigo, aunque el medicamento ayuda a controlarla, a veces se deja oír, no se que cara hice, pero la Dra me pregunta si estoy bien, le contestó que si, y continuo.
- Ehh, Pss bueno ya sabe, aparte de ser una persona sin gracia, que no destaca, bueno a no ser por la estatura, cada que entro en algún lugar todos me miran, como pensando que soy una jirafa, por eso intento mantener los hombros adelante no quiero verme tan grande, no tengo mucho que aportar; no soy graciosa, no soy capaz de mantener una conversación sin ponerme en ridículo, me tengo que esforzar mucho en el estudio para sacar buenas notas, no tengo amigos, no soy nadie, nunca he sido nadie, no seré nadie.
De pronto empiezo a llorar, y no puedo seguir hablando, se me acabó la botella de agua, por lo que la Dra me pasa otra -no me di cuenta, cuando fue por otra- cosa que agradezco, mientras lloro, ella dice.
- ¿Sabes que veo yo?
Levantó la mirada y la miró con la boca abierta, aunque me imagino que va a decir, me da miedo escucharlo, pero al mismo tiempo quiero saberlo, que me confirme las cosas, le digo que no.
- La sesión anterior, vi una chica hermosa, triste, pero muy hermosa.
- No le creas solo lo hace para hacerte sentir bien, para que dejes de llorar.
- Alta; si, una chica de 1.79 ¿Verdad?, lo suficientemente alta para destacar entre la multitud, si quisieras podrías ser modelo.
No puedo evitar que se me escape una risa, -no lo hago muy seguido y se siente raro-
- ¿Sabes qué más veo? Una joven rubia, blanca con una piel perfecta, no te maquillas mucho ¿no? Un cabello natural, hermoso, con un color que muchas desearían, si, veo una chica blanca y rubia pero no transparente, veo un lienzo en blanco listo para ser trabajado, te veo, veo el potencial físico que tienes.
La botella de agua está a medio camino, tengo la boca abierta y las lágrimas corren por mi rostro sin control, nunca, nadie me había dicho eso, no se si lo dice por quedar bien, o es cierto, aunque sus palabras se escuchan genuinas.
- Y mentalmente, veo una chica inteligente.