Por primera vez en la vida, me acuesto sin hacer mis deberes de la universidad, ni siquiera lo hice cuando estaba en el colegio, pero estoy tan cansada, que la verdad siento que no doy más, por fortuna mañana no tengo ninguna clase que vi hoy.
Duermo toda la noche, sin despertarme una sola vez en la noche -vamos progresando-, me levanto muy temprano, me organizo y bajo a desayunar, -muero de hambre, ahora que me acuerdo solo me comí el sándwich que mamá me llevó- cuando llegó al comedor mi papá está desayunando, me quedó mirándolo y le doy un beso en la mejilla, y le digo lo guapo que está, mi mamá me sirve un delicioso desayuno, y me dice que ya tiene listo todo para que nos vayamos, - no digo nada, todavía no confía- extraño a Toñito, quisiera verlo, pero bueno esperare, no quiero presionar las cosas, por ahora vamos bien.
Termino mi desayuno, me voy a cepillar los dientes y a coger mi bolso, mi hermana ya está lista para esperar la ruta, le doy un beso en la mejilla y le digo que la amo -me mira como si fuera un bicho raro, claro nunca se lo he dicho- suelto una carcajada, le hago un gesto y me voy, cuando voy saliendo ella me dice que también me ama.
En el camino a la universidad, trate de hablar con mamá, de cosas varias, del clima, de lo que iba a hacer de almuerzo -me sorprende que últimamente piense tanto en comer, cuando antes ni siquiera me apetecía- quedamos en que iba a hacer pepinos rellenos y torta de naranja, -no veo la hora de llegar a la casa- cuando me bajo del carro, le doy un beso y le digo que la quiero, hoy tengo clases hasta las 12, así que queda de recogerme a esa hora.
El día en la universidad transcurre igual que todos, aunque hice algo un poco diferente, en una de las clases me atreví a participar, cosa que nunca hago, hasta el profesor quedó sorprendido, me imagino que nunca había escuchado mi voz, jajaja, claro sentía todas las miradas sobre mí y por supuesto estaba más roja que un tomate, pero eso me hizo sentir bien.
A la salida mi mamá me esta esperando -muy puntual-, en el camino a casa hablamos nuevamente de cosas sin sentido, a veces pienso que le da miedo abordar temas delicados y a mi también me da miedo, no me siento segura de decir muchas cosas que quiero, aunque siento que salen letreros pero prefiero esperar a la consulta con la Dra.
Cuando llegamos mi hermana ya había llegado, almorzamos las tres, y hablamos de nuestros días, cuando terminamos recogí los platos y los lave, creo que si sigo así a mi familia le va a dar algo, últimamente estoy haciendo cosas que hace mucho no hacia.
Me pasó el resto de la tarde haciendo las tareas, y empiezo a sentir una opresión familiar, una tristeza conocida, una vieja enemiga, siento que se acerca y me abraza por detrás, hacía días que no sentía eso y me da miedo volver atrás, así que me levanto, me dirijo a la cocina y le pido a mamá que me de una de las pastillas, -se que me ponen muy mal, pero prefiero eso a tener que escuchar su odiosa voz- me la tomó, subo a mi habitación me meto en la cama y lloró hasta que me duermo, -hacía mucho no me sentía así, pero eso es algo que me advirtió la Dra, que iba a tener días buenos y otros no tan buenos-.