Dormí toda la noche, cuando me levanto mamá me dice que la Dra tuvo que cancelar la cita de hoy, al parecer un inconveniente familiar y no puede ir al consultorio, eso quiere decir que no nos vamos a ver hasta el lunes, ya que hoy es viernes, me queda un largo fin de semana, espero superarlo sin inconvenientes.
- Ves, te lo dije se iba a cansar de ti, y ya está pasando, te está sacando el cuerpo.
Suspiro y me dirijo a la cocina, cojo un tazón y me sirvo los cereales que me compré ayer, al ver eso mi mamá se ríe y sigue con sus quehaceres.
Terminó mi desayuno y me voy a la habitación, me pongo el vestido de baño y me voy un rato a la piscina, necesito tener la mente ocupada y esa es la mejor forma de hacerlo.
No sé cuánto tiempo pasó nadando pero cuando salgo me siento agotada, me doy una ducha me pongo ropa cómoda y me voy a la sala, prendo el televisor y me pongo a canalear me siento tan cansada que me quedo dormida sobre el sofá, al rato mi mamá me despierta para que almorcemos.
El día pasa lentamente, Sofía está en el estudio haciendo tareas, papá en el trabajo y mi mamá está leyendo un libro, así que no tengo nada que hacer, tampoco pienso mucho porque estoy medicada, pero sé que si no hago algo las cosas pueden cambiar.
Voy donde tengo mi mochila de la universidad, saco uno de los cuadernos y un esfero y empiezo a hacer la tarea que me dejó la Dra.
Empiezo haciendo un carta a mis padres.
"Queridos papá y mamá, primero que todo les quiero decir, si llegan a leer esto no vayan a pensar que hice algo malo, es una tarea que me dejaron, así como se lo prometí a mamá te lo prometo a ti también papá, no lo voy a volver a hacer, no van a volver a pasar por ese dolor otra vez, por lo menos no por mi. Bueno, ya aclarado ese punto, quiero decirles lo agradecida que estoy con ustedes por haberme salvado, por haberme sacado de ese lugar, porque se que si no hubieran sido ustedes nadie habría escogido a una niña de 10 años, con tantos problemas y tantas cosas vividas.
Cuando le pregunté a mamá el porque me escogieron a mí, ella fue muy sincera y me dijo lo de las almas rotas y eso, aunque en este momento se que sigo estando rota y que de pronto nunca vaya a estar completa, ustedes me complementaron. Cuando los vi por primera vez en el orfanato, cerré los ojos y pedí con todas mis fuerzas que ustedes me escogieran, aunque ya lo había soñado anteriormente - nunca había sido tan en serio-, cuando abrí los ojos, allí estaba mamá mirándome, como nunca nadie en la vida me había mirado, con tanto amor, además que me dio una de sus hermosas sonrisas, saben nunca nadie en mis 10 años me había sonreído así, fue tanta la fuerza de ese gesto que hasta me atreví a devolverle una sonrisa mueca.
Les voy a confesar una incidencia, cuando ustedes se fueron con la trabajadora social a la oficina fui detrás de ustedes, quería saber que iban a hablar, lastimosamente una de las hermanas de la congregación me vio y me devolvió al patio, así que no pude escuchar lo que pasó y no me enteré que mi mamá se encaprichó conmigo, así como yo lo hice con ustedes.
Todos los días me levantaba, y trataba de ponerme lo más linda que pudiera, hacerme un lindo peinado y parecer lo más inocente que pudiera, sabía que la gente que iba a ese lugar buscaba niños lindos y juiciosos, ya anteriormente había tenido que hacer cosas así no me gustarán, porque no iba a dar la imagen de ser una niña buena -aunque no lo fuera-.
Todos los días esperaba con ansias que ustedes pasaron esa puerta, sabía que eran mi única opción -les ofrezco disculpas por eso, casi los obligue a escogerme- pero eran mi única opción, cada vez que iban familias yo era la primera descartada, por mi estatura, por mi edad, por mi pasado.
Pero estaba segura que si lograba llamar lo suficiente la atención de esa hermosa mujer, algún día iba a salir de allí, algo me lo decía, nadie con esos ojos y esa sonrisa podía romperle el corazón a una pequeña niña.
Y si, los esperaba todos los días, muy juiciosa sin moverme de la banca donde me la pasaba, me alejaba solo para lo necesario y volvía corriendo, no quería que ustedes pensaran que no estaba interesada o que peor alguien me había adoptado ya -una posibilidad bastante remota, pero yo contemplaba todas las opciones-. Cuando por fin los vi entrar por esas puertas, mi corazón casi se paraliza, trate de esbozar la sonrisa más dulce que me salió, mamá me miró y siguió su camino, en ese momento mi vida se partió en mil pedazos, por mi mente pasaban miles de preguntas ¿Qué pasó? ¿Porque estaba tan seria? ¿Tanto me había equivocado? Y muchas preguntas más.
Rompí en llanto, me sentía desconsolada, solo quería desaparecer, pero era tanto mi dolor y mi decepción que no era capaz de moverme, por eso cuando ustedes se acercaron a mí por primera vez, estaba hecha un mar lágrimas, aunque ese día les dije que estaba así por qué me había caído, no quería que ustedes pensaran que yo era una niñita boba, cuando los vi allí parados me sentí tan estúpida por haberme dejado llevar así, pero cuando mamá me abrazó y me preguntó que dónde me había golpeado no podía creer en mí buena suerte.
Cuando logré calmarme, y me explicaron que íbamos a entrar en el proceso de transición para la adopción mis pensamientos estaban en las nubes, estaba tan feliz, iba a tener una hermosa mamá y un papá muy serio pero no importaba, no se veía como mis otro papá que tanto daño me hizo… pero bueno eso no lo vamos a hablar ahora, lo importante ahora somos nosotros. Ese día, cuando ustedes se fueron me sentía feliz, había pasado un día maravilloso, me hice el firme propósito de ser muy juiciosa no quería dañar esta oportunidad y perder a esta familia tan bonita.
Los días pasaban y ustedes seguían visitandome, me acuerdo que me llevaban ropa y dulces, aunque esos no me los comía, después que ustedes se retiraban los repartía entre mis compañeros, recuerdo tanto que un día llegaron y me dieron la noticia que tenía una hermana menor llamada Sofía, me dió envidia saber que ella a pesar de ser más pequeña había disfrutado de las delicias del amor de mis nuevos padres, pero no me importó si iba a tener una hermana que así fuera, la iba a cuidar y a proteger, como no pude hacerlo con…
Bueno, cuando por fin ustedes llevaron a Sofía, me pareció tan linda, tan tierna, que me enamore de ella inmediatamente, no la sentí como una extraña, pero bueno la parte de Sofía va más adelante, tengo pensado hacerle una carta a ella también.
Cuando por fin llegó el momento de venir a casa estaba tan asustada que no dormí en toda la noche, sabía que a partir de ese momento mi vida iba a cambiar por fin iba a dejar atrás todo, lo único que traje y ustedes saben que todavía conservo es mi osito Amadeo, mi gran y fiel amigo, que me acompañó en tantas noches negras.
No me acuerdo bien de lo que pasó estaba como entre nubes, pasaron días que no era consciente de lo que pasaba, era tanta mi alegría que no sentía que si era un sueño no me quería despertar lastimosamente como dicen, no todo lo bueno dura, cuando me desperté una noche volví a tener pesadillas, no me sentía cómoda con mis nuevos compañeros de colegio, se burlaban de mí por ser adoptada, por mi color de piel aunque no era la única rubia siempre fui el centro de atención, de pronto era mi estatura no era normal que una niña de mi edad midiera más de 1.50 pero bueno, no quería abrumarlos, no quería dañar esa magia que se vivía en la casa, sentía que si les decía algo ustedes me iban a devolver al orfanat así que preferí callar y así como lo había hecho una vez en el pasado callar y aguantar, pero esta vez lo hice por proteger mi nueva familia, pensé que lo que estaba haciendo era lo mejor, callar y continuar.
Mientras los años pasaban me sentía más cansada, empecé a pensar que me volví un estorbo, ¿como no lo iba a ser si no llevo su sangre? Al fin y al cabo no he sido más que una intrusa en sus vidas, por eso siempre trataba de sacar las mejores notas, de ser lo más callada posible, de ser casi invisible, aunque siempre sabía que mi existencia les hacía un hueco en el bolsillo si daba lo mejor de mi, a lo mejor no me sacaban a la calle, como basura, ese siempre fue mi miedo, que ustedes decidieran que ya no me querían más y que ya estaba lo suficientemente grande para valerme por mi misma.
Sí me preguntan que de donde saque eso les diré que no lo sé, de pronto de mi mente trastornada que siempre me ha dicho que no soy valiosa y que nadie me quiere, así que me lo creí, nunca vi lo que ustedes hacían por mí, el amor que me han dado desde el día que nos conocimos aunque he dicho que todo lo hice por ustedes, en este momento sé que lo único que produje fue una fisura entre nosotros, que por tratar de protegerlos de mis problemas los aleje y les cerré la puerta que ustedes siempre mantuvieron abiertas para mí.
Hasta que al final me cansé y tome la horrible decisión que nos trajo hasta acá, pero en cierta medida agradezco haberlo hecho porque me abrió los ojo me hizo ver lo que tengo y lo valiosos que son ustedes, el tiempo que he perdido por estar mirando atrás.
Les prometo que nunca más lo voy a volver a hacer, les pido perdón por todo el dolor que les he causado, de ahora en adelante voy a trabajar en resarcir los daños y en recuperar mi alma. ¡GRACIAS! Por todo, por haberme sacado de ese lugar, por darme una familia, por darme un amor que muchas veces no ha sido correspondido.
¡LOS AMO!"
No sé en qué momento me quedé dormida sobre el cuaderno de pronto de tanto llorar, las lágrimas corrieron un poco la tinta pero sigue siendo legible, cierro el cuaderno, lo guardo en la maleta, me limpio la cara y me voy a buscar a mi familia, la que me he propuesto recuperar y hacer feliz.