India:
— India— una voz familiar me despierta y cuando abro los ojos lo veo.
— ¿Dónde está mi mamá?— pregunto asustada.
Miro a todos lados y esta no es mi casa, es ¿un hospital?
— Tranquila cariño...
— ¡Quiero a mi mamá!— grito desesperada sacando sus manos de mi rostro.
— India—mi abuela entra despacio por la puerta del cuarto — se sienta a mi lado, toma mis manos y acaricia mis mejillas mientras llora y yo hago lo mismo con la cabeza gacha — Creo que es mejor que salgas un poco Felix — su tono de voz me hace saber que está enojada con papá.
— Es mi hija, tiene que respetarme— murmura entre dientes.
— Para eso debiste respetarlas primero...— habla mi abuela en voz baja, como si no quisiera que lo escuchara. Acto seguido mi padre sale del cuarto dando un portazo.
— ¿Y mamá?— pregunto sorbiendo mis mocos y limpiando el resto con mi brazo.
— Ella... ella estará bien mi amor— susurra con la voz entre cortada...
— ¿Puedo pasar?— mi tío Liam entra con la mirada triste y una lagrima se cae cuando me ve en la cama.
— Tío ¿Cómo está mi mamá?
— Aun no sabemos nada...— se sienta a mi lado y deja un beso en mi cabeza — Pero va a estar bien, te lo prometo.
***
Felix:
Afuera de la habitación de mi hija, camino de un lugar a otro como un animal enjaulado. Acaba de soltarse de mi abrazo como si fuera un extraño, y tal vez lo soy.
— Señor White— el medico que atendió a mi esposa me llama a unos pasos de distancia.
— ¿Cómo esta Eva?
— Tengo varias noticias que darle... — hace una pausa incomoda — su esposa tiene un golpe en la cabeza, pero al parecer no es nada grave, aunque necesitaremos que se quede en observación, aún está dormida. Tiene muchos golpes y algunos cortes, todos superficiales. Referente al accidente lo más grave es el golpe en la cabeza pero si todo sigue igual en unos días podrá irse a su casa.
— ¿Hay algo mas?— pregunto cuando este se quita los lentes para limpiarlos en la chaqueta.
— Cuando su esposa ingreso al hospital revise la historia clínica y vi que estaba en tratamiento con la Doctora Rodriguez...
— Le dieron el alta— lo interrumpo.
— Revise los estudios, una mamografía no salió bien por lo que hable con la doctora y esta esta de camino para hacerle una biopsia de urgencia a su esposa...
— ¿Cáncer?— pregunto casi sin aire— ¿Qué carajos hice?— suspiro tirando de mi cabello.
Las palabras del médico retumban en mi cabeza y me es, casi imposible, procesarlas.
— No podemos confirmarlo, con los antecedentes de su esposa es una posibilidad. Necesitamos su autorización para hacer la intervención.
— ¿Qué intervención?— en algún momento mi hermano salió del cuarto de India y se encuentra parado a un costado.
— Lo autorizo— respondo enseguida sin dudarlo.
— Enviare a una enfermera con los papeles— el medico asiente y se aleja por donde vino.
— ¿Qué intervención?— mi hermano empuja mi hombro y su tono de voz me saca de quicio.
— Es mi esposa— gruño como si esto fuera una competencia.
— ¿También lo era mientras embarazabas a otra?
Lo empujo y es Rita, mi cuñada, la que se interpone entre ambos.
— ¡¿Tienes idea de lo que hiciste?!— Grita mi hermano— ¡Destruiste lo mejor que tenías! ¿Y por qué? ¿Por una cualquiera que solo te uso para agarrarte con un hijo?
— ¡No hables así de Marcia!— grito volviendo a avanzar y chocando la espalda de Rita.
— No mereces a Eva ni a India...— susurra mi hermano mirándome con asco.
— Basta Liam, no es el momento— Rita ni siquiera me mira y empuja a mi hermano hacia el cuarto de mi hija.
Minutos más tarde la que sale de la habitación es mi madre y se sienta a mi lado, pero no me mira.
— ¿En qué pensabas Felix?
— No pensaba...— suspiro.
— Nunca fuiste así... o tal vez si lo eras y nos engañaste a todos. Veía tanto amor en tus ojos cuando observabas a Eva reír, lloraste tantas noches conmigo por el miedo a perderla cuando se enfermó...— la voz de mi madre se quiebra y trato de mantenerme firme, es mi momento de soportar las piedras que me arrojen — ¿Quién es?— pregunto casi sin asco.
— Marcia— hago un silencio— ella era mi asistente en la planta de Port Townsend.
— ¿Entonces lo de ustedes comenzó antes que Eva enfermara?— pregunta sorprendida, continua sin mirarme— ¿Por qué Felix?
Abrí la boca para responder pero me interrumpió.
— Tengo nietos...— no es una pregunta— me dijo India que un niño te llamo papá.
— Tres...
En ese momento un sollozo escapa de la garganta de mi madre, que lleva una mano a cubrir su boca.
— ¿Cómo pudiste hacer esto? ¿Hijos? ¿Acaso pensaste en lo doloroso que todo esto resulta para India? Siete años Felix, eras todo para ella y ahora no quiere verte.
No puedo responder nada. Fui un imbécil y todo lo que me digan, lo merezco. No puedo ni tengo como defenderme, le falle a la mujer que amo y a mi hija.
— No estaba orgulloso de lo que hacía, pero ya no había marcha atrás... — le dije a mi madre con la mirada en el suelo.
Ella se puso de pie, la mire pero ella a mí no — Ahora sí que no hay marcha atrás Felix y tendrás que hacerte cargo de las consecuencias de tus actos... Por lo pronto— me mira por primera vez— India no quiere verte y dudo que Eva lo quiera cuando despierte, creo que lo mejor será que juntes tus cosas y vuelvas con la mujer esa— mueve la mano como si Marcia fuera una cualquiera.