Desafiendo a mi Rey

Epilogo: Los Reyes Y Su Princesa

El sonido de la lluvia golpeando suavemente las ventanas del enorme penthouse envolvía la habitación en una atmósfera tranquila. La luz cálida de la chimenea iluminaba el lujoso pero acogedor espacio, donde Dante estaba sentado en un enorme sillón de cuero con su hija de cinco años acurrucada en su pecho.

—Papá, cuéntame otra vez cómo conociste a mamá —pidió la pequeña con ojos brillantes, jugando con los botones de la camisa de su padre.

Dante sonrió con diversión, acariciando el cabello oscuro de su hija, tan parecido al de Valentina.

—¿Otra vez? Te la he contado mil veces, princesa.

—Pero me gusta —insistió la niña, con un puchero adorable que Dante jamás podría rechazar.

Dante suspiró dramáticamente, como si estuviera a punto de revelar el secreto más grande del mundo.

—Está bien, pero esta vez te contaré la versión real…

La niña abrió los ojos con emoción.

—¿La versión real?

Dante asintió con una sonrisa traviesa.

—Sí, porque tu madre siempre dice que fui un arrogante insoportable cuando la conocí… pero la verdad es que ella se enamoró de mí al instante.

—¡Mentiroso! —exclamó una voz femenina desde la puerta.

Dante alzó la vista y vio a Valentina apoyada en el marco de la puerta, con los brazos cruzados y una sonrisa divertida en los labios. Aún con los años, seguía viéndose igual de hermosa y desafiante como el primer día que la conoció.

—Mami, papá dice que te enamoraste de él al instante —dijo la niña con una risita.

Valentina caminó hacia ellos y se inclinó sobre Dante, apoyando las manos en los brazos del sillón, atrapándolo entre su cuerpo.

—Tu padre está delirando —susurró con una sonrisa coqueta.

Dante se encogió de hombros con una expresión de falsa inocencia.

—¿Qué puedo decir? No pudiste resistirte a mi encanto.

Valentina rodó los ojos, pero no pudo evitar sonreír.

—Lo que realmente pasó, pequeña, es que cuando conocí a tu padre, pensé que era un mujeriego arrogante y un loco sin sentido de la seriedad.

—¿Y no lo era? —preguntó la niña con curiosidad.

Valentina miró a Dante con fingida seriedad.

—Oh, lo era. Pero también era mucho más que eso…

Dante sonrió con orgullo y atrajo a Valentina hacia él, haciéndola sentarse en su regazo junto a su hija.

—¿Y qué más era, mamá? —preguntó la niña con emoción.

Valentina miró a Dante a los ojos, recordando cada momento que habían compartido.

—Era el hombre que me desafió, el que me hizo más fuerte, el que me enseñó que podía amar sin perderme a mí misma.

Dante la miró con ternura y tomó su mano, entrelazando sus dedos con los de ella.

—Y tu madre… —susurró él, mirando a su hija—, fue la mujer que convirtió a un hombre como yo en alguien digno de tener una familia.

La niña los observó con una sonrisa soñadora.

—¿Y vivieron felices para siempre?

Dante y Valentina se miraron y rieron suavemente.

—Vivimos peleando, desafiándonos y amándonos todos los días —dijo Valentina, besando la frente de su hija.

—Y eso, princesa —agregó Dante, besando la mano de Valentina—, es mucho mejor que un simple "felices para siempre".

La niña suspiró feliz y cerró los ojos, quedándose dormida entre los brazos de su padre.

Dante miró a Valentina con una sonrisa cómplice y la atrajo para un beso suave y lento.

—Te amo, Valentina.

Ella sonrió contra sus labios.

—Lo sé.

Y así, en la tranquilidad de su hogar, con su hija dormida entre ellos y el amor ardiendo en sus miradas, Valentina y Dante supieron que, sin importar lo que el futuro les trajera, siempre lo enfrentarían juntos.

HOLA MI GENTE BELLA!! ESTA HISTORIA FUE LA MAS LARGA Y DIFICIL DE HACER YA QUE FUE MUY DIFICIL CREAR LAS PARTES COMO PAREJA DE VALENTINA Y DANTE, PERO FUE DIVERTIDO CREAR ALGO ASI, SI QUIERON MAS HISTORIAS ASI, NO OLVIDEN SEGUIRME Y DEJAR SUS COMENTARIOS, BUENO ESO, GRACIAS POR LEER MIS HISTORIAS BYEBYE




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.