Desafío de Amor

6.- Contraataque

Robert

Acaricio la mejilla donde esa periodista de porquería me asestó el golpe, no puedo negar que tiene una muy buena derecha aunque fue con la mano abierta.

Fue un golpe bajo incluso la entrevista que dio al salir de la comisaría y que en este preciso momento estoy reproduciendo por quinta vez en el televisor. Aunque su expresión es de mártir se la nota segura y determinada aun cuando miente al respecto. Debo darle crédito, es convincente su lloriqueo de víctima, pero en el fondo debe saber que soy un enemigo duro y yo debo ser cuidadoso porque volverá a atacar.

— ¡¿Estás escuchándome Robert Parker?! – miro a mi padre que tiene la cara colorada por la rabia al pensar que yo quise golpearla — ¡esto es un insulto Rob! – grita de nuevo con las manos en su canosa cabeza, mi expresión pétrea lo molesta aún más.

— No papá, no estoy escuchándote porque me rehúso a que preguntes esa estupidez…

— ¡Cuidadito con lo que dices jovencito! – se acerca rodeando la mesa de reuniones — ¡yo soy tu padre! – escupe arrogante.

— Entonces ya deberías saber que en ningún momento levantaría la mano en contra de una dama aunque esa mujer y su corriente manera de ser dista mucho de ser una – resoplo enfadado ya con ella, con mi padre y con este lío.

— ¡Señores si me disculpan! – Genaro se aclara la garganta llamando nuestra atención — hasta ahora las fotos no se han hecho virales y eso es bueno – ahora es mi padre quien resopla enfadado —. Si me permite tengo un buen punto – levanta la mano hacia mi padre que desea fervientemente gritarlo a él también — podemos llevar las cosas a un plano personal ya que como he dicho las fotos aún no se han hecho virales y eso quiere decir que no se encuentra segura de querer hacerlo – lo miro incrédulo.

— Esa mujer vino hasta aquí Genaro, me abofeteó y gritó como quiso – le recuerdo llenándome de rabia otra vez — ¿Qué te hace pensar que las fulanas fotos no son su as bajo la manga? – el estúpido sonríe como si fuese navidad.

— Que nos da la ventaja y podemos actuar – me recuesto al espaldar del sillón evitando decir que no entiendo nada —. Ella dice que tu eres un ogro agresivo y sin corazón…

— Dicho con unas muy bonitas palabras Genaro, me llamó basura y millonario de mierda – me enderezo en la silla al escuchar las carcajadas de mi padre ya más calmado — ¿de que te ríes papá?

— Pues de ti – dice como si nada — si una mujer que no conoces te insulta de esa manera y además de todo te golpea, creo que quiere contigo – abro tanto la boca que dudo poder volver a cerrarla en días.

— ¡Y a eso me refiero jefe! – lo miro serio — perdona Rob, pero no estoy obligado a llamarte jefe – se encoge de hombros — por lo menos no en íntimo – pongo los ojos en blanco —, volviendo al tema: creo que deberías darte a conocer como un hombre sutil y que se preocupa por la raza humana ya que eres un elemento asocial, solitario, insensible y…

— Sí ya entendí gracias – me acomodo en el sillón para decir algo que en otro momento no expresaría — ¿qué tienes en mente?

Pero las siguientes palabras me hacen casi caer de la silla, Genaro nombra una cantidad de pendejadas que debo o por lo menos debería hacer para lavar mi prestigio.

— Sencillo, has buenas acciones, muéstrate delante de las cámaras hablando acerca de… – achico la mirada hacia mi publicista — una gala benéfica, aportes a los refugios de personas en situación de calle, visitas a los orfanatos – respiro profundo.

— ¿Por qué haría eso? – indago antes de negarme en rotundo a esa tontería — ya la empresa lo hace y ni siquiera tienen que saber que somos nosotros.

— Es para lavar tu imagen Robert – había olvidado a mi padre —, puede que de ese modo encuentres esposa, tengas hijos y sueltes esa amargura – niego.

— No quiero casarme… gracias – prácticamente escupo — y menos traer esos bichos raros al mundo a sufrir como lo hice yo por culpa de ustedes…

— ¡No seas falta de respeto!

— ¡Discúlpame padre! Pero no puedo evitar recordar que nunca estuviste en mis graduaciones y menos en mis juegos de beisbol – grito ofensivo y visceral —, estoy convencido que lloraré más a mi Nana que a ti cuando mueras – su puño viaja a mi cara y lo detengo torciéndole la muñeca — ¡ni se te ocurra porque definitivamente no eres una mujer! – su mirada se cristaliza entristecida — estoy seguro que no sentiré nada si lloras, así que ahórratelo – lo suelto de mala gana —, Genaro pásame en un correo la proposición, no quiero estar aquí ahora mismo – salgo con los puños apretados.

Ese hombre no tiene ningún vínculo conmigo salvo por el apellido, no puede llegar a ordenar e incluso golpear cuando guste… ya no soy un niño.

Ya no soy ese niño.

***

El maldito tráfico cada vez está peor, necesito salir de aquí y tomo un atajo para evitar el semáforo que me impedirá avanzar. Mi teléfono suena, es mi madre y la ignoro deliberadamente, pero sostengo el teléfono en la mano abriendo el expediente de Carla Swift y ¡sorpresa! es hija de un millonario tejano que la abandonó en un Orfanato llamado Nuestra Señora de Fátima. A pesar de todo tuvo suerte de no haberse criado en un hogar de mierdas millonarias tal como ella misma lo gritó a mi rostro.

Llega un segundo archivo mostrándome un documento que dice cosas interesantes acerca de un Refugio llamado Los Niños de mi Calle, relacionándola directamente con el sitio y al que supongo debo ir a entregar insumos como juguetes, ropa y enceres.

Bien, eso me parece perfecto.

Carla Swift me verá en mi más bella etapa de hombre de hogar, el Millonario más humanitario y filántropo que trabaja en pos de los niños de la calle. Sonrío distraído, pero reacciono recordando que estoy manejando y dejo el teléfono

Miro hacia adelante, alguien grita y freno de golpe. Un ramo de rosas cae en el capó del auto y enseguida las personas se aglomeran.

Bajo apresurado rodeando la parte delantera y veo un pequeño cuerpo en el piso, mi alma cae. Mi corazón se salta un latido al ver una criatura golpeada por el frontal del auto, agarro mi cabeza entre las manos aterrado sin poder coordinar mis pensamientos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.