Desamor en la ciudad

03

"Si no hubiera tenido miedo"

Laura y Andrés

Laura y Andrés se conocieron en la escuela primaria y desde entonces se convirtieron en los mejores amigos. Compartían todo, desde juegos hasta secretos, y siempre estaban juntos. Con el paso de los años, su amistad se fortaleció aún más y se convirtieron en confidentes y apoyo incondicional el uno del otro.
Sin embargo, cuando llegó la adolescencia, Laura comenzó a sentir algo más por Andrés.

Laura: Ana, necesito hablar contigo sobre algo importante.

Ana: Claro, ¿qué pasa?

Laura: No sé cómo decirte esto, pero... creo que estoy enamorada de Andrés.

Ana: ¿Qué? ¿De Andrés, tu mejor amigo de toda la vida?

Laura: Sí, lo sé, suena loco. Pero es que no puedo evitar sentir algo más por él. Siempre ha estado ahí para mí, me conoce mejor que nadie y... simplemente no puedo negar lo que siento.

Ana: Wow, esto es una sorpresa. ¿Y qué piensas hacer al respecto?

Laura: No lo sé, no quiero arruinar nuestra amistad. Pero tampoco puedo seguir ocultando mis sentimientos.

Ana: Entiendo tu preocupación, pero creo que deberías hablar con él. Tal vez él siente lo mismo y están perdiendo la oportunidad de ser felices juntos.

Laura: No lo sé, tengo miedo de perderlo si le digo la verdad.

Ana: Entiendo tus miedos, pero también es importante ser honesta contigo misma y con él. Piénsalo, ¿realmente quieres vivir con la duda de qué hubiera pasado si le hubieras dicho lo que sientes?

Laura: Tienes razón, pero y si arruinó todo y ya no quiere ser mi amigo, porque el no siente lo mismo, creo que lo mejor seria esperar a que demuestre si le intereso o algo por el estilo.

Ana: Siempre estaré aquí para ti, amiga. Y si necesitas hablar más sobre esto, ya sabes dónde encontrarme.

Se dio cuenta de que estaba enamorada de él, pero tenía miedo de arruinar su amistad si le confesaba sus sentimientos. Así que decidió guardarlos para sí misma y seguir siendo solo amigos.

Pero cuando terminaron la escuela secundaria, Andrés se mudó a otra ciudad para estudiar en la universidad y su amistad se vio afectada por la distancia. A pesar de mantenerse en contacto, no era lo mismo que antes. Y cuando Andrés regresó a la ciudad después de graduarse, Laura se dio cuenta de que ya no sentía lo mismo por él. Había conocido a otras personas y había cambiado.
Sin embargo, cuando se reencontraron, ambos se dieron cuenta de que nunca habían dejado de amarse.

Laura: (nerviosa) Hola, Andrés.

Andrés: (sorprendido) Laura, ¿eres tú? Hace tanto tiempo que no te veía.

Laura: Sí, soy yo. No puedo creer que estemos frente a frente después de tantos años.

Andrés: Y sigues tan hermosa como siempre.

Laura: (sonrojada) Gracias. Tú también te ves muy bien.

Andrés: ¿Cómo has estado todos estos años?

Laura: (suspirando) Bien, supongo. He tenido mis altibajos, pero en general estoy bien.

Andrés: (preocupado) ¿Y qué pasó con tu sueño de ser escritora?

Laura: (bajando la mirada) No funcionó. No pude publicar nada y terminé trabajando en una oficina.

Andrés: (acariciando su mejilla) Lo siento, sé lo importante que era eso para ti.

Laura: Pero no todo ha sido malo. He conocido a personas increíbles y he aprendido mucho.

Andrés: Me alegra saber eso.

Laura: Y tú, ¿qué has hecho todos estos años?

Andrés: (orgulloso) Me convertí en abogado, como siempre quise. Y también he tenido algunas relaciones, pero nada serio.

Laura: (curiosa) ¿Ninguna de esas relaciones funcionó?

Andrés: (suspirando) No, ninguna. Supongo que no he encontrado a la persona adecuada.

Laura: (mirándolo fijamente) Yo tampoco.

Andrés: (sorprendido) ¿Qué quieres decir?

Laura: (tomando aire) Que siempre he estado enamorada de ti, Andrés. Nunca pude olvidarte.

Andrés: Wow, no se que decirte, si te soy sincero me enamoré de ti perdidamente durante la escuela, solo que tenia miedo de arruinar nuestra amistad.

Laura:(impactada) Pues al parecer nos paso lo mismo, ¿Quien lo diría verdad?

Andrés: Si verdad, hasta resulta un poco chistoso.

Laura: Bueno me encantó volverte a ver, pero mi jefe me esta esperando así que.

Andrés: Si no te preocupes, tal vez luego podríamos salir, ya sabes para recordar aquellos momentos.

Laura: Si con gusto.

Andres: ¿El sábado puedes?

Laura: Si.

Andrés: Pues nos vemos en la cafetería que solíamos ir de niños.

Laura: Me encantaría, adiós ya me tengo que ir.

Andrés: adiós.

(En la cafetería)

Laura: (tomando un sorbo de su café) Tengo algo importante que decirte, Andrés.

Andrés: (preocupado) ¿Qué pasa, Laura?

Laura: (suspirando) Me ofrecieron un ascenso en el trabajo y tendré que mudarme a otra ciudad en dos semanas.

Andrés: (sorprendido) ¿Qué? ¿Por cuánto tiempo?

Laura: No lo sé, tal vez por unos años. Pero es una gran oportunidad para mi carrera.

Andrés: Pero ¿qué pasa con nosotros? ¿Qué pasa con lo que creí que acabamos de empezar?

Laura: (con lágrimas en los ojos) Lo siento, Andrés. No puedo dejar pasar esta oportunidad.

Andrés: (enfadado) ¿Y qué pasa con nuestros sentimientos? ¿Con lo que acabamos de descubrir?

Laura: Lo siento, no puedo pedirte que me esperes. No sé cuándo volveré o si volveré.

Andrés: (con lágrimas en los ojos) Entonces esto es todo, ¿verdad? Nunca podremos estar juntos.

Laura: (sollozando) Lo siento, Andrés. Nunca quise hacerte daño.

Andrés: Yo tampoco quería lastimarte. Pero entiendo que esta es una oportunidad única para ti.

Laura: (secando sus lágrimas) Prométeme que nunca me olvidarás.

Andrés: (conmovido) Nunca podría olvidarte, Laura. Siempre serás mi primer y único amor.

Y así, Laura y Andrés se despidieron con un abrazo y un beso, sabiendo que su historia de amor nunca podrá ser, pero siempre recordando con cariño y amor todo lo que vivieron juntos.




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