Mi única compañera
En mis noches en vela
La soledad, ella era
Siempre presente, ella
Cuando cualquier otra me deja
Ella a mí mucho más se acerca
De la soledad no tengo ni queja
Ella derriba cualquier vieja cerca
Soledad, soledad, compañera tormentosa
Por lo general apareces cuando el alma llora
Te confunden con tristeza cuando el mal aflora
Mal de amores, mal de amigos, mal cualquiera
Algo es seguro cuando llega tu presencia
Y eso es la crueldad de la indiferencia
Soledad, tu pruebas cualquier paciencia
Pues sin compañía, ¿Quién más nos queda?
Soledad, eres quien nunca nos ha dejado solos
Podemos estar rodeados de nuestros “amigos”
Y sin embargo solo contar únicamente contigo
Aunque te deje, tú, soledad, volverás conmigo
Soledad, eres la más fiel y despreciada
Te cambiamos por cualquier amada
Y entonces cuando todo con ella falla
En ti nuestra vida, nuevamente se haya
Soledad, maestra desde tiempos de antaña
Quien aprende a amarte nada jamás lo daña
Vuelves siempre como una terrible migraña
Y tan abusiva como era la colonial España
Soledad, en algún momento, todos tenemos que conocerte
Aunque no queramos, vamos a tener que aprender a tenerte
Después del desamor, es tu turno de castigar el corazón
Al menos no golpeas tan fuerte, tu si tienes compasión
Soledad, nos haces sentir incomprendidos
Como si todos fuesen santurrones y justos
Y nosotros, unos viles, no más que bandidos
De hacernos sentir menos, tienes los atributos
Soledad, sabes bien que a cada nuevo principio no te queremos
Pero sin remedio alguno, por cualquier motivo siempre volvemos
Juramos y prometemos amor, amistad, lealtad, cercanía y compañía
La mayoría del tiempo, casi siempre, son solamente palabras vacías
Soledad, eres el purgatorio del mal de amores
Eres el sanatorio del corazón y sus varios dolores
Después de regalar cada 8 días ramos de flores
Estamos aquí contigo viendo el mundo sin colores