Aún que no recuerdo mucho de lo que me pasó en el pasado el rostro de mi madre en sus últimos días es algo que jamás olvidaré.
Llegó el día de decir adiós a la mujer que me dió la vida, la que estuvo conmigo en las buenas y en las malas, la única persona que me amaba. Al pasar el tiempo el ambiente en la casa era peor, él se quedó a cargo de mí pero yo no le importaba en lo absoluto, siempre había olor a alcohol en la casa, contrató a una empleada para que atendiera la casa pero por el carácter de él y las veces que se pasaba con ella en estado de ebriedad hizo que ella durar solo 2 años.
Yo ya estaba más grande ya podía lavar platos y cocinar un poco pero no era lo mismo, encontré el libro de cocina de mi madre y ahí aprendí a hacer más recetas aún que solo yo comiera ya que él se la pasaba en cantinas, fiestas y en el billar, siempre apostando.
Todas las noche lloraba pidiendo que un día mi madre regresara pero era imposible, él regresaba borracho a veces con hombres yo me encerraba en mi habitación para no ver eso, él gritaba desde afuera y rompía botellas era horrible.
Una noche el llegó muy molesto y me pidió de cenar, aún que no quería le serví la cena era una sopa, él al verla me la tiró en la cara diciendo que era basura, me enfureci y le grité que si no fuera por qué se gastaba todo el dinero por andar borracho tendría mejor comida, fue un grave error el me tomo del pelo y me bofeteo luego me llevo al cuarto y me estrelló contra la pared, cerró la puerta con fuerza, me quedé adolorida y casi inconciente alcancé a ponerle el seguro a la puerta y ponerme a llorar hasta quedarme dormida.
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historia real, historia jamas contada desde una victima, historia y dolor
Editado: 23.12.2019