Desaparecidos (libro #1 de la saga "Misterio Familiar")

Capítulo Cinco

24 de enero, 2016

Por poco y tiro el celular contra la pared. Había olvidado que le coloque la alarma. La luz del sol empieza a sofocarme y cada minuto que paso me va calentando más el cuerpo. Por buscar sombra termine cayendo al suelo lo que me hecho desaparecer el sueño por completo.

Me sobo la cabeza mientras leo los mensajes de mi celular. Fernanda me ha invitado a salir hoy en la noche. Accedí porque no tendré nada que hacer.

Ordeno mi habitación y luego de terminar, tomo mi baño. Bajo a hacerme el desayuno. Está temprano. Son las nueve. Me siento en el sofá para ver una de mis series favorita.

Más tarde limpiaré la casa. Recibo mensajes de Carolina.

Carolina:

–Hola Elías ¿qué tal?

–¿Podrías acompañarme hoy a la librería? Iré a comprar mis materiales y no quiero ir sola.

Corro a mi habitación a ver si ya tengo mis útiles escolares. Miro en mi ropero y solo tengo mis cuadernos del año pasado. Tendré que comprarme los míos. Le respondo los mensajes de Carolina.

Elías:

–Por mí está bien ¿a qué hora nos vemos?

Carolina:

–¿te parece si nos vemos a las doce?

Elías:

–Está bien. Te espero a esa hora.

Carolina:

– Nos vemos al rato.

Vuelvo al sofá. Si no fuese por ella, me habría ido a clases sin ningún cuaderno. Tendré que agradecer cuando nos veamos.

***

Suelo cambiarme de ropa cada que termino de limpiar. De una u otra forma termino sucio. Y estar así no me gusta.

No tengo mucha hambre. Lavar me quita fuerzas como para comer o prepararme algo sabroso. Y por ello solo me he preparado una sopa Maruchan. Miro el reloj doce y treinta y Carolina no se ha aparecido.

Golpean la puerta y no tardo en abrirla. Carolina esta agitada y está sudando ¿qué habrá pasado?

–Hola Carol.

–Hola Elías ¿podrías regalarme un poco de agua?

–Claro. Pasa adelante –me hago a un lado para que pase. Se sienta en el sofá.

–Gracias.

–Toma –le extiendo el vaso.

–Gracias de nuevo –toma agua–. Seguro te preguntas ¿por qué estoy así?

–De hecho, si ¿Qué ha pasado? –pregunto.

–Andaba en el colegio con mi mamá viendo la matrícula, pero nos dilatamos porque había una larga fila. A media cuadra miré el celular “Ya es tarde seguro estará enojado Elías” me dije a mi misma y empecé a correr. Buenas noticias, he quedado con ustedes.

–No me iba a molestar contigo. Eso es obvio y ¡super! Qué bueno que hayas quedado con nosotros.

–Bueno, bueno ¿nos vamos?

–Vamos pues.

Mientras caminábamos a la librería fuimos elaborando una lista de lo que ambos tenemos que comprar y así pagar una sola vez.

Ya de regreso a casa nos encontramos con Moisés. El cual él va a comprar sus cosas también.

Recibo un mensaje de Fernanda. Es más, para recordarme que hoy saldremos a las seis. Ha tomado mi celular Carolina.

–Con que saldrás con esa chica, ¿eh?

–¿Qué tiene de malo? –pregunto y enarco una ceja.

–¿Con permiso de quién saldrás? ¿ah? –pregunta cruzándose de brazos. Luego ríe–. Solo ten cuidado.

–Estás celosa –río–, y no me salgas con que no lo estás.

–Si, si lo estoy ¿algún problema?

–Solo que… –río– …es bien chistoso en ti. Aunque debo admitir que es lindo de tu parte.

–¿Por qué? –se sonroja.

–Solo diré que no pasará nada entre ella y yo.

–Confío en vos que será así –me abraza.

Eso me ha dado a entender muchas cosas. Aunque debo admitir que ha sido lindo verla celosa. De todos modos, entre Fernanda y yo no pasará nada. Porque con quien quiero estar es con Carolina. Si, con ella. Me gusta, pero temo decírselo.



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En el texto hay: romance, accion, aventuras

Editado: 16.09.2019

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