Desaparición de Cristal

Capitulo 26

El Bosque de los Susurros parecía estar esperando a Cristal, desnudando su esencia con cada paso que daba. La niebla la envolvía, y los susurros eran cada vez más intensos. Voces suaves pero llenas de malicia flotaban en el aire, erosionando sus defensas.

Al principio, Cristal no entendía lo que estaba sucediendo. Fragmentos de recuerdos parecían destellar en su mente, pero todo estaba borroso, como si una nube los cubriera. Sentía que algo estaba mal, que esos recuerdos no eran claros porque alguien había manipulado su mente. Su respiración se volvió errática mientras las palabras de Sebastian resonaban en el bosque.

—No luches, Cristal. Es por el bien de todos.

La voz de Sebastian era fría, calculadora, pero lo que más la desconcertaba era el peso de esas palabras. Sabía que las había escuchado antes, en otro tiempo, en otra vida, pero no podía recordar completamente cuándo. Los recuerdos seguían siendo fragmentos desconexos, velados por una neblina que había aprendido a ignorar durante años.

De repente, la niebla frente a ella se disolvió, y Cristal se encontró de pie en una sala blanca. Reconocía ese lugar, aunque no quisiera. Era la habitación donde había pasado los momentos más oscuros de su vida. Allí estaba Sebastian, de pie a su lado, sosteniendo una pequeña botella con un líquido transparente.

—No podemos arriesgarnos a que pierdas el control —decía su voz, casi distante, mientras vertía el contenido del frasco en un vaso—. Tienes que tomarlo. Es por tu bien, Cristal.

Ella vio una versión más joven de sí misma, sentada en una silla, con los ojos vacíos. La joven Cristal no protestaba, no luchaba, simplemente aceptaba el vaso y bebía el líquido sin hacer preguntas. Sus ojos, una vez llenos de vida, ahora eran opacos, sin brillo. Era evidente que no estaba en control de sus propios pensamientos.

El farmacéutico, de pie al fondo de la habitación, se dirigió a Sebastian:

—La dosis es suficiente para mantener su esencia de lobo anulada. Mientras continúe con el tratamiento, no habrá signos de transformación.

Cristal apretó los puños mientras observaba la escena. Ahora entendía por qué tantos recuerdos estaban nublados, por qué había partes de su vida que no podía recordar claramente. Habían estado drogándola desde pequeña, suprimiendo su verdadera naturaleza, manteniéndola sumisa.

Sebastian se volvió hacia la joven Cristal y habló con ese tono controlado que ella siempre había odiado.

—No pienses demasiado en esto. Solo eres un medio para un fin. Tu único propósito es darnos un heredero. No necesitas nada más.

Las palabras cortaron como cuchillos, pero lo que más encendió su ira fue el hecho de que las había escuchado mientras estaba bajo el efecto de ese fármaco. No había tenido la capacidad de luchar entonces, no porque no quisiera, sino porque le habían robado esa posibilidad.

El bosque, como si sintiera el aumento de su furia, intensificó los susurros. La sala blanca se desvaneció, pero antes de que Cristal pudiera respirar con alivio, otra escena emergió. Esta vez, estaba en la casa de su infancia. Elizabeth y Mark, sus padres adoptivos, estaban allí, observándola con miradas de desdén.

—¿Otra vez no terminaste de limpiar? —gruñó Elizabeth, su tono lleno de desprecio—. Eres inútil. Ni siquiera sirves para eso.

Mark entró en la habitación, observando a la joven Cristal con los brazos cruzados.

—Siempre has sido un estorbo. No sé por qué aceptamos quedarnos contigo. Quizás deberíamos haberte dejado en la calle. Al menos allí habrías aprendido a no ser una carga.

El hambre que había sentido durante esos días volvió a ella como un golpe. Recordó cómo la hacían limpiar sin descanso, cómo apenas le daban comida suficiente para sobrevivir. Cada palabra, cada mirada de desdén, era un recordatorio de lo poco que la habían valorado.

Pero esta vez, Cristal no era la misma. Aunque las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, encendidas por el dolor de esos recuerdos, no se dejó vencer. Sentía el calor de Kiara en su interior, como un rugido que comenzaba a crecer.

"No volveré a ser débil", pensó para sí misma.

El bosque pareció notar su resistencia. Las imágenes se desvanecieron, y Cristal quedó sola una vez más, pero ahora con el pecho ardiendo de ira. El vacío que las pastillas habían dejado en su mente se estaba llenando lentamente, reemplazado por el verdadero poder que siempre había estado dentro de ella.

—No permitiré que me controlen nunca más —murmuró, con los ojos brillando con una intensidad que no había sentido en años.

El camino frente a ella se extendía oscuro e incierto, pero Cristal ya no caminaba con miedo. Con cada paso, sentía cómo recuperaba lo que siempre había sido suyo: su esencia, su fortaleza, su verdadero ser.

A medida que avanzaba más profundamente en el bosque, Cristal sentía cómo el aire a su alrededor se hacía más pesado. Los árboles, con sus troncos torcidos y ramas que parecían extenderse como dedos ganchudos, daban la impresión de estar vivos, observándola en silencio. Cada paso que daba resonaba como un eco, y los susurros, aunque menos intensos, nunca desaparecían del todo.

La niebla, en lugar de disiparse, parecía envolverla más, como si el bosque se cerrara a su alrededor, haciéndola sentir atrapada. El calor que Kiara emanaba en su interior era lo único que le daba fuerza, recordándole que no estaba completamente sola.

Fue entonces cuando sintió un cambio. El terreno bajo sus pies tembló levemente, y una figura emergió de entre la niebla. Al principio, Cristal no podía distinguirla, pero cuando los contornos se hicieron claros, su corazón se detuvo por un instante.

Sebastian estaba allí, con el rostro severo que recordaba tan bien. Su mirada fría estaba fija en ella, y una sonrisa ladeada y cruel adornaba su rostro.

—¿Sigues creyendo que eres más fuerte que esto? —su voz resonó, con un tono que se burlaba de su resistencia—. Cristal, no eres nada sin mí. Nunca lo fuiste.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.