Desastre en la pista

8. Maquillaje

Observó con aburrimiento sus redes sociales, encontrándose con que Logan había logrado más de lo que esa mujer le dijo en su momento frente a sus compañeros de equipo. Se pasó una mano por el cabello y luego miró a su hijo, el cual le daba la espalda sin hablarle en lo absoluto.

Era cierto lo que esa mujer le dijo, alguien encapuchado había aprovechado que Logan no estaba y se lo llevó a la pista de carreras. Odiaba enormemente tener que lidiar con todo eso de los medios, pero cómo estaba ya de vacaciones por un periodo de tiempo, podía con eso.

—Yoman…

—No quiero hablar contigo —su propio hijo se comportaba como su enemigo, luego de que no le quería dar una mamá—. Eres horrible.

—Soy tu padre —intentó tocarlo, pero este se cruzó de brazos, dándole la espalda cómo todo un niño berrinchudo—. Te estoy hablando…

—Ella me ayudó y tú la trataste muy mal delante de todas las personas —Yoman le apuntó con el dedo—. ¿No ves que ella es bonita?

—Lo es —asintió sin darse cuenta—. Es muy hermosa, demasiado y tiene unas lindas pecas en su rostro.

—¿Y no la quieres hacer mi mamá? —su hijo se giró para verlo con sus ojitos iluminados—. Ella…

—Escucha, cariño…

—¿Por qué tengo que escucharte si nunca lo haces conmigo? —su hijo frunció el ceño—. Ya no quiero viajar y tampoco quiero más profesores particulares.

—Estoy…

—Te vas a ir pronto —Yoman hizo un puchero—. No quiero más viajes. Es horrible.

—Haré todo lo posible para que no tengas que viajar tanto, pero…

—Ya no quiero cambiarme de escuela —determinó el pequeño—. Ya no habrá más clases extras. Quiero una mamá como Joshua. Ella lo quiere mucho, aunque es un niño molesto.

— Ella es la no novia de tu tío Niklas —entrelazó sus dedos—. Él la quiere mucho desde hace años. Solo que ella es complicada.

—¿Y tú no quieres una novia? Yilda es hermosa y tiene las mismas pecas que yo —repitió el pequeño.

—Ella está loca, le falta un tornillo —espantó las palabras—. A esa mujer le falta la vida en salud mental.

—No, ella me habló muy bonito y huele bien.

—Vamos a dejar este tema hasta aquí —le hizo una seña a su hijo para que se fuera a dormir—. Ve, iré en un momento.

Yoman se sintió enojado con su papá, pero de todos modos fue hacia su habitación. Azriel se pasó una mano por el cabello, no estaba saliendo nada cómo debería y odiaba sobremanera tener que ver a su pequeño enojado con él.

Recibió una videollamada de Logan unos minutos después de que durmió a su hijo, así que buscó un poco de vino y tomó asiento en la sala.

—Ya te envié todo a tu correo privado —Logan dejó salir un bostezo—. Sin embargo, antes de que veas lo que hay ahí, tengo que decirte que esas grabaciones son una negativa.

—¿Negativa? —él tomó el iPad de su hijo y abrió el correo—. ¿Fueron eliminadas?

—Sí, lo fueron —su amigo se quedó un momento en silencio—. Alguien quería matar a tu hijo o hacerle daño —continuó—. Bueno, verás el video que te hice y están las otras grabaciones sin cortes.

—¿Me estás diciendo…? —puso el video en reproducción rápida.

—Hombre, si esa chica quiere demandar públicamente lo hará y ganará —Logan concretó—. No tienes una buena reputación… no después de las cosas que dijo tu ex.

—Lo sé —Azriel miró cada toma de manera cautelosa mientras hablaba con su amigo—. Pensé que era una acosadora. De esas locas que solo quieren dinero.

—Pues ella no, puesto que ni siquiera quería salir para que las cámaras no la vieran por ningún lado —continuó su amigo—. Debes preparar una buena disculpa. Aunque, si quieres, lo hago en tu nombre. Ella es muy bonita.

—No —habló rápidamente, cortando cualquier cosa—. Me haré cargo personalmente de eso —arrugó la frente—. ¿Investigaste algo sobre ella?

—Según en el hospital, nació en Zúrich, es todo lo que aparece en la información del hospital —Logan estaba un poco perdido—. ¿Le pedirás ayuda a tu abuelo?

—Mi abuelo siempre ha tenido un nieto favorito y ese no somos ni Druso, ni Lys y menos yo —Azriel pausó el video—. Tengo que hacer algo más. Te hablo más tarde.

—Por si lo preguntas, te envié su número de teléfono y la dirección de la casa —le informó Logan—. El director del hospital me la dio a cambio de que no demandemos, pero creo que es al revés.

Con un gruñido, terminó la llamada con su amigo y fue hacia su estudio por unas hojas y su computador. Ni siquiera en su niñez le permitían pedir perdón, mucho menos le enseñaron los buenos modales, hasta que su abuelo paterno lo envió a Suiza como a sus otros hermanos, solo para que no se les olvidara que no todos los días se tiene un plato de comida en la mesa y él lo vivió por completo. Porque para tener un celular, tuvo que trabajar y no era precisamente un celular a la moda, más bien uno que se le trataba la pantalla.

“¿Cómo pedirle perdón a alguien que herimos sin querer?”

“¿Qué debo hacer para que alguien me perdone si la ofendí sin querer?”

“Acabo de decirle a una mujer cosas horribles, ¿qué debo hacer para que no me odie?”

“¿Qué cosas regalarle a una mujer…?”

Y por ese ritmo se iban las preguntas. Sin embargo, terminó en una página web de novios, la cual, llamó su atención. Primero le recordó las cosas que hacía su hermano Niklas, segundo, decían cosas extrañas y tercero, todo se veía muy bien.

—Ni siquiera hice esto cuando tuve mi primera noche de sexo —murmuró para sí misma, mientras tomaba un borrador y comenzaba a borrar lo que había escrito en las hojas.

Se rascó la cabeza con el lápiz, volviendo a escribir una disculpa. Se estaba estresando tanto, hasta que vio que su hermano Niklas estaba abriendo la puerta de su casa con bolsas de compra que tenían una reconocida marca de maquillaje impresa.

—Hermano menor —Niklas caminó hacia dónde él estaba—. ¿Ya te dije que te amo mucho?

—No tengo dinero, es más, ni te conozco —tomó el borrador y comenzó a eliminar las líneas erróneas que escribió—. Vete de mi casa.




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