Esa noche me fue imposible dormir, me dolía la cabeza por todo lo que estaba pasando la situación con Alexander aun rondaba mi cabeza, tenía una pelea interna quería saber que era lo que había pasado entre nosotros y la otra parte simplemente quería seguir sin importancia, pero no sabía muy bien a quien debía hacer caso; la alarma sonó, la detuve inmediatamente no pude conciliar el sueño en toda la noche, me fue imposible, me arregle para irme a trabajar, mientras desayunaba mi celular empezó a sonar era Sam, hace mucho tiempo que no hablaba con ella.
― ¿Loli? ― Al escuchar su voz me quebré, me puse a llorar. ― ¿Qué pasa Lauren estas bien?
― Creo que si ya no se que me sucede. ― Le dije mientras las lagrimas corrían por mis mejillas.
― Loli dime que pasa. ― Sam dijo preocupada, no pude evitar contarle absolutamente todo, sentía una fuerte presión en el pecho porque no había podido decirle a alguien como me estaba sintiendo, cuando le hablaba de Alexander sentía una rabia que me consumía, sabia que lo que sentía por el era mucho más fuerte de lo que me imaginaba.
― ¿Y si te das una oportunidad con Andrew? ― Inquirió mi mejor amiga.
― Pero …
― Aun sientes cosas por Alexander ¿Verdad?
― Si es que … ― Titubee. ― Siento cosas por el muy fuertes Sam, pero no entiendo porque se comporta de esa manera conmigo.
― Bueno Loli ― Sam se aclaro la garganta. ― No creo que puedas hablar con Alexander de ese tema, lo malo de que no sepamos de su pasado y eso nos complica mucho las cosas. ― Sam siguió hablando no pude contarle toda la verdad de lo que había pasado con Gabriela, era mejor omitir algunas cosas.
― Si Sam tienes razón, creo que voy a dejar que las cosas avancen. ― hubo una pausa muy grande entre nosotras.
― ¿Renunciaras? ― Pregunto Sam rompiendo el silencio entre nosotras.
― No, necesito conservar este trabajo por lo menos hasta que pueda entrar al hotel, la verdad no me puedo dar el lujo de renunciar ahora porque en mis manos esta la planeación de un gran evento, aunque Alexander sea un desgraciado conmigo me encargare de todo
― Esa es mi amiga, voy a ir a tu evento pedí permiso e iré para que no estés sola ese día.
―Gracias Sam lo valoro mucho.
― Te quiero Loli.
― Y yo a ti Sam. Adiós.
Al llegar a la oficina no me sentía muy cómoda, no había contestado al mensaje de Alexander en la noche; entre al piso Arthur me saludo con una amplia sonrisa y camine rápidamente a mi oficina, Nina aun no estaba. Mientras seguía organizando lo del evento mis piernas parecían de gelatina, estaba muy nerviosa; Alexander llegaría dentro de unos cinco minutos, todo estaba perfectamente ordenado en su oficina al igual que sus dos cafés.
― Buenos días. ― Escuche que dijo para todo el piso, un escalofrío recorrido toda mi espalda.
― Lauren ahora mismo a mi oficina. ― sus ojos eran gélidos. Asentí muy insegura y me levante de mi silla, entre a la oficina detrás de él y cerré la puerta, me quede pegada a la puerta.
― ¿Por qué no me respondiste ayer el mensaje? ― Odiaba que me tuteaba cuando hace unas pocas horas me trataba de usted.
― No eran horas laborales señor Mills. ―dije mirando mientras se sentaba en su escritorio.
― Pero no era de trabajo que quería hablar contigo.
― Señor Mills, disculpe, pero no me encontraba en condiciones para responder, ayer fue un día muy atareado y estaba descansando si no necesita ahora mismo algo me retirare que tengo que seguir planeando las cosas para el evento de la próxima semana.
― ¿Estuviste con Garner? ― No quería responder. ― Te lo he dicho ya dos veces que no te acerques a él, no confió para nada en Andrew y el te puede lastimar mucho.
― Señor Mills no es de su incumbencia con quien este en este momento, si me lastima o no es mi problema, y no creo que lo haga.
― Andrew es así te pueda lastimar.
― Alexander no hables de lastimar, porque en estos momentos tú eres peor que él. ― Dije furiosa sus ojos se abrieron tanto que parecía que se saldrían. ― Tengo que volver a trabajar si necesita algo señor Mills hágamelo saber. ― Sali de la oficina con el corazón en la garganta.
― Muy bien señorita Blakes. ― Alexander aclaro su garganta. ― Una ultima cosa necesito que lleve mi traje a casa, ya esta listo.
― Pero tengo que … ― No termine la frase.
― De acuerdo ya mismo iré por él.
Salí de la oficina casi corriendo, Dylan me llevo hasta el centro para poder ir por el traje de Alexander, era realmente hermoso perfectamente a la medida y negro, se vería increíble con eso; lo último que faltaba era llevarlo a su departamento, quizás podría saludar a Bambi y a Apolo, Dylan me dejo en la puerta de entrada del edificio de Alexander, subí como siempre lo había hecho, al entrar todo se veía igual que siempre limpio y reluciente, los dos pequeños perros salieron a saludarme, fui hasta la habitación de Alexander la cama estaba destendida me pareció un poco extraño, abrí el armario y deje su traje perfectamente colgado, al cerrar la puerta me lleve una desagradable sorpresa.
Una mujer estaba con una pequeña toalla cubriendo solo lo necesario, acaba de salir del baño, era mucho más alta y delgada que yo, parecía modelo.
― ¿Quién eres tú? ― Pregunte sin apartar la mirada de ella.
― Hola soy Natasha Richardson.
― ¿La supermodelo? ― Pregunte sorprendida.
― Así es y ¿tú eres?
― Soy Lauren Blakes
― Eres la asistente de Alex, el me dijo que vendrías a dejar unas cosas.
― Si, eso acabo de hacer el traje de él para el evento del sábado. ― Intenté sonreír, en ese momento sentí que mi corazón se rompía en millones de pedazos. ― Ya me tengo que ir tengo que ir a trabajar.
― Muy bien Lauren gracias por tu servicio. ― Asentí, mientras salía de la habitación.
― Hasta luego Natasha. ― Dije mientras corría hacia la puerta, en el ascensor no pude evitar ponerme a llorar, Alexander ya estaba con alguien más, me dolía mucho el pecho en pensar en que lo de nosotros no había significado nada para él.