Descendencia Cain [saga Cain # 1]

Capítulo 8

—¿Descendencia de Cain? ¿Acaso el castigo de él era ser vampiro?

Ángelus suspira y desvía la mirada un momento hacia el cielo, la luna estaba hermosa.

—No, él jamás haría eso —bajó la mirada hacia ella —Respeta y ama su creación, en el camino padre tomó esa decisión, estaba furioso por que Abel era preferido de él y padre no, se lleno de celos y mató a su hermano.

—Los celos fueron su perdición, pero él no tenía un favorito —Keitha se acerca un poco a él —¿Tú eres? —su mirada está llena de terror.

—Si —Ángelus mete las manos en los bolsillos delanteros de su pantalón.

Ella abre más sus ojos, él puede percatarse que sus pupilas se han dilatado y los latidos de su corazón se han vuelto erráticos.

—No te preocupes, tú eres intocable para mí.

—¿Por qué?

—Eres la única que se ha interesado en padre.

—¿Cómo... lo sabes? —trago fuerte, Ángelus no le dijo que podía leer sus pensamientos.

—Todos en el pueblo lo saben —se encoge de hombros restandole importancia —Nunca te haré daño... —sonríe —Más bien por el momento.

Ella se muerde el labio inferior.

—¿Significa que no puede darte el sol?

Él suelta una carcajada

—No todo es como lo pintan las películas, puedo estar bajo el sol, pero mi fuerza es menos, somos hijos de la oscuridad, de la noche.

—¿Has bebido sangre de mi madre?

Ángelus niega.

—Keitha estoy aquí para protegerte, di mi palabra que lo haría y yo cumplo lo que prometo, mientras estés bajo mi protección, lo estará tu madre.

—¿De qué me proteges? Y ¿porque debes protegerme?

—Tú crees en mi padre Keitha y eso te hace un blanco para la segunda generación.

—¿Blanco? ¿Segunda generación?

—Primero procesa la información que te acabo de compartir y por favor evita meterte en problemas en el día, que no tengo la misma fuerza.

—¿Te vuelves en murciélago? —Ángelus le dedico una mirada furibunda —Debes ser un murciélago pelaje blanco como los albinos —lleva sus manos a su rostro —Creo he asesinado algún pariente tuyo, les tengo miedo, entro uno volando  a mi habitación y lo saqué de mi habitación a escobazos, me miró con odio...supongo debió decirme que regresaría por mi.

—¿Ya terminaste? No nos convertimos en murciélagos, podemos volar, somos rápidos y...

—Que aburrido, que clase vampiro eres si no cambias de forma —se encoge de hombros.

—Somos cambia formas, pero animales más grandes, adaptados a nuestro tamaño.

Ella junta sus manos y se acerca a él mirándolo con unos ojos  tiernos.

—¿Puedes cambiar a un gatito? Adoro los gatitos, pero a mamá no le agradan.

—Seria interesante ver a Ángelus convertido en un lindo minino —Ángelus mira molesto a su hermano ¿Qué rayos hacia aquí?

—¿Qué haces aquí Islay?—sintió como la adrenalina subía en todo su ser. Keitha observaba a Islay con curiosidad, ellos eran ante sus ojos unos hombres bellísimos, perfectos.

Ángelus la miró furioso porque escuchaba los pensamientos de ella.

"Ya no sé quién es más bello, si Ángelus o Isla como se llame" 

—¿Qué haces aquí? —su voz subió de tono, Islay no prestó atención se acercó a Keitha, era una mujer fascinante, sus ojos grandes color marrón, le gustaban sus ojos —¡Islay Iversen! —se detuvo ante la furia de Ángelus, su mano había quedado en el aire, iba a tocar la piel de Keitha, sus dedos hormigueaban por tocarla.

—Yo estaré con ella cubriéndote.

—¿Cubriendome? ¿De qué hablas?

Islay frunce la frente.

—El ataque a casa de padre. Eres uno de sus mejores guerreros, todo el escuadrón de los caballeros de la noche están rumbo a la casa de padre, bueno casi todos, faltas tú. 

Ángelus miró a su hermano y luego a Keitha, no la iba a dejar con él, con furia busco a comunicarse con su hermana, ellos no necesitaban móviles, podían comunicarse entre ellos por los pensamientos, no importaba la distancia.

Marva era una mujer muy rápida, subia a los cielos y se movía como una bala.

—Tú irás conmigo Islay, por años has deseado ser parte del escuadrón de los caballeros de la noche, está será tu oportunidad.

—Pero ella... no puede quedarse sola.

—No lo estará.

Levantó la mirada al cielo y vio aquella estrella fugaz recorrer el cielo, luego empezar a descender con mucha velocidad hacia ellos.

—¿Es una broma? —pregunta Islay, Marva cae con una rodilla apoyada en el suelo, su mirada se postra en la humana, se incorpora y luego ve a sus dos hermanos.

—¿Qué es lo urgente Ángelus?

—Debo partir a la morada de nuestro padre, ella no puede quedarse sola.

—¿Tengo cara de niñera? —mira con mala cara a Keitha, para su furia siente como la sujetan del cuello y es levantada en los aires.

—No te he pedido el favor Marva, te estoy diciendo que te quedaras a proteger a Keitha y si algo le pasa mientras no estoy, pagaras con tu vida —Ángelus rugio cada palabra, el aire no llegaba a sus pulmones, no podía hablar, le envió el mensaje a su hermano por la mente.

"La cuidaré"

Ángelus la suelta y ella cae al suelo, de su garganta brota un grito como el de un animal herido.

Islay habia aprovechado la ocasión para acercarse a Keitha.

—No te preocupes, son pleitos comunes entre hermanos.

—¿Comunes? —no recordaba haber visto a hermanos suspendidos en el aire luchando por respirar, se sentía culpable porque Ángelus estaba obligando a su hermana a protegerla.

—Si, es normal 

Ángelus se giró hacia ella, sus ojos violetas parecían una tormenta avecinandose.

—No vayas a la fiesta del pueblo.

Ella entrecerro los ojos, tenía un problema, no le gustaba que le dieran órdenes.

—Claro que iré.

—¿Fiesta? —Marva ya se había puesto de pie, acariciaba su cuello —Claro que iremos y nada le va a pasar, tenía planes y todos me los has saboteado al dejarme cuidando a tu protegida —Por supuesto que se lo dijo un poco retirada de Ángelus, la mayoría de los hermanos le temían, sabían de lo que era capaz.



#3080 en Novela romántica
#659 en Fantasía

En el texto hay: misterio, cain, vampiros amor

Editado: 16.04.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.