CAPITULO 1 - AUTO PLATEADO

-Ay dios, no quiero ahogarme- grité al mismo tiempo que di un brinco de la cama.

El mismo sueño se repetia una y otra vez cada fin de mes, empezaba acostumbrarme a tener pesadillas pero esta vez fue diferente: mi papá habia aparecido en este durante un buen tiempo, era exactamente igual que en las fotografias que veia en la caja de recuerdos del ático.

Decidí mirar mi celular, normalmente siempre despertaba antes de que la alarma sonara con esa horrible canción que le encanta a mi mejor amigo, marcaba las 6:50 am y a pesar de que fuera el ultimo día de clases, tendría que quedarme en mi casa todos los días durante las vacaciones.

La alarma programada empezó a sonar exactamente a las 7:00 am, tuve que apagarla rápidamente para que Felicity no se despertará, se que acaba de llegar hace 3 horas del trabajo.

Me dirigí directamente a bañarme, al salir tomé las primeras prendas que mi vista capto, obviamente sin olvidar mi chaqueta negra de la suerte. A pesar de verse desgastada, seguia teniendo un cierto toque estético.

-Felicity, buenos dias. Desayunaré y despues me voy al colegio- mencioné al mismo tiempo que bajaba rápidamente las escaleras, de alguna manera siempre se me hacia un poco tarde.

Felicity a pesar de no contestar, sabia lo que hacia como en cada mañana.
En la mesa posaba un plato blanco con una pequeña torre de hot cakes junto con una nota que decia: "Te deje un poco de dinero para dos días, no lo gastes en cosas inecesarias". Realmente admiro a esa mujer solo que un vinilo o dos al mes no hará que nos quedemos sin dinero.

El colegio quedaba a 20 minutos en autobús pero nunca me gustaba tomarlo, la gente es demasiada y me estresa estar con tantas personas, por eso siempre preferia esperar a Leo a pesar de que el idiota tardara en algunas ocasiones. Faltaban 15 minutos para iniciar las clases y el no habia llegado, ahora a mi lado me acompañaba un tipo de negro que me ha estado mirando desde que llegó.

De la nada se escuchó el sonido del claxon del auto de Leo:
-Idiota, faltan 10 minutos de clase y tu apenas vas llegando como si todo fuera paz y florecitas-.

-Tranquilizate amigo, el profesor de fisica mencionó que podemos llegar 15 minutos tarde- mencionó el chico de los ojos almendrados acompañada de esa sonrisa suya.

-Eso me hubieras dicho, ni siquiera pude tomar mis audifonos por la prisa, ya mejor vamonos-. Subi al auto de color plata con prisas ya que sentia todavia la mirada rara de ese tipo.

-Abrochate el cinturón, Dante-.

-Tienes razón, manejas como un loco a estas horas y todavia no quiero morir-.

-¿No estas de humor verdad?, pondré esa canción que tanto te gusta y luego me cuentas que sucedió. Además, ese tipo raro te anda mirando como acosador sexual-.

-Ya lo sé, que asco-.
En todo el recorrido pude contarle a Leo sobre el sueño recurrente, es el único que sabia sobre esto.