-Están jodidos-.
Esas dos palabras estaban retumbando en mi cabeza sin oportunidad de poder detenerlas, tanto ruido había en mi cabeza pero en el cuarto sólo gobernaba el silencio.
Tanto Leo como yo estabamos acostados en el suelo de la sala, yo no tenía dinero y a pesar de que mi amigo tiene más de la cuenta, se me haría algo vergonzoso pedirle . Ya es mucha molestia que le doy con los problemas en que me meto y me saca sano de ellos.
Mientras por la bocina se escuchaba ligeramente la voz de Nina Simone, Leo de la nada comenzó a cantarla ya que lo más seguro es que tenga un plan un poco vergonzoso pero no lo quiere mencionar.
-¿Tienes algo en mente?- pregunté mientras le subía un poco más a la canción.
-De hecho lo que tengo en mente ya lo hice desde hace un buen rato solo que no te diste cuenta-.
-Y no lo quieres decir porque me voy a poner un poco dramático, ¿Verdad?-.
-Exacto, descúbrelo tu sólo-.
-Compraste los boletos-.
-Lo resolviste muy rápido- dijo mientras cerraba los ojos poco a poco.
-Te dije que no pagaras mi boleto, yo lo iba a hacer con lo de mis ahorros-.
-Tómalo como un regalo de cumpleaños-.
-Pero si es dentro de un mes-.
-Déjame dormir amigo, estoy todavía con sueño-.
-No, tienes que decirme sobre ese extraño sueño que has tenido y que por cierto no me contaste sobre ello, me siento traicionado-.
-Te lo digo todo si me dejas dormir, además no me explicaste bien sobre lo del tipo que besaste-.
-Mejor te dejo dormir- esa risa nerviosa salió de la nada.
Mientras Leo estaba durmiendo plácidamente, decidí bajar a la sala para intentar al menos regular mis pensamientos sobre toda esta situación sólo que por ahora tenia una sola pregunta: ¿En verdad Leo será la otra persona que debo cuidar? ¿Es necesario relacionar a Leo con toda esta estupidez que esta surgiendo?, no quiero que tenga que soportar más estrés de lo que yo le provoco.
-Hijo, despierta que llevas ahí más de 10 minutos con esa cara de pez que tienes siempre-.
No pude evitar reírme ante eso - Me carcajeo pero estoy un poco ofendido mamá-.
-Se que ustedes dos tendrán hambre dentro de un rato así que preparé algo-.
-Eso no me ofende, dime lo que hiciste por favor-.
-Arroz con un rico caldo de pollo, justo como mi antiguo hogar-.
-¿Algún día iremos a tu casa?-.
-Después de que vayas con tu abuelo, se preocupa mucho por ti-
-Me parece bien-.
Por unos segundos después de que mi madre terminará de hablar, se escuchó un gran ruido proveniente de arriba. Leo está en problemas.
Tanto como mamá como yo nos vimos mutuamente por un instante, mis piernas reaccionaron sin dudar dirigiéndose a las escaleras sabiéndolas de en par en par.
La adrenalina no me impidió abrir la puerta de una manera menos agresiva por lo que tuve que patearla al momento de llegar. Sólo pude ver a un Leo medio asustado en la esquina de la habitación.
-Dante-.
-¿Qué?-.
-Esta vez la ventana se rompió por mi culpa-.
-Eres un pinche estúpido-.
-Haber espérate, no fue intencional-.
-Me espantaste, ¿Qué tal si ese tipo que nos hizo chocar volvió y yo abajo pensando en ti sin hacer nada?-.
-Dante no te preocupes, no morí ni nada parecido-.
El sonido de los escalones se hizo mayor, me preguntó si así se escuchó cuando estaba más alterado.
-¿Mi niño esta bien?-.
Felicity había llegado a la habitación un poco menos asustada que yo.
-Señora Felicity estoy bien, es sólo que tuve una pesadilla y creí haber visto algo despues de despertar, así que lancé alguna cosa hacia donde estaba esa cosa y por lo que pude ver: era mi imaginación y Dante-.
-¿Si?- respondí mientras veía la ventana totalmente rota-.
-Te debo un nuevo celular-.
Ay no me jodas.
-Gasté todos mis ahorros, para que tu aventaras mi celular a un ser de tu imaginación y yo aquí preocupándome por ti-.
-Dante, al menos sabemos que no pasó a mayores esto-.
-Yo no entiendo como puedes estar preocupada pero de todas maneras no lo culpo que una vez hice lo mismo pero con su libro favorito-.
-¿ESPERA QUE?, SABÍA QUE FUISTE TU HASTA TE LO PREGUNTE UNA VEZ Y TU ME NEGASTE-.
-Pero si ya lanzaste mi celular, estamos a mano-.
-ESA COPIA ERA MUY CARA Y MÁS CARA QUE TU CELULAR-.
-Haber, no me presumas que tan caro fue-.
-ERA DE MI PADRE. ¿sabes qué?, te espero en el aeropuerto por lo que tienes que llevar todo, adiós-.
-Hey, no te enojes amigo-.
-Hasta luego, señora Felicity-.
-Cuídate hijo-.
Y simplemente se fue.
-Dante- menciono mamá mientras veía la ventana al igual que yo.
-¿Mande, mamá?-.
-Perdón por decírtelo de esta forma pero en verdad eres muy tonto e insensible-.
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Editado: 08.05.2020