Descendientes Prohibidos

CAPITULO 21 - LA ISLA SIN NOMBRE

Sentí como se mojaban mis pies una y otra vez en pequeños intervalos y a pesar de estar despierto, preferí seguir con los ojos cerrados un rato más. Mi cabeza dolía y cabe la posibilidad de que yo me haya desmayado al saltar, me di cuenta que no sentía a Jeon cerca.
Me levanté rapidamente y empecé a buscarlo con la vista, pudé hallarlo a dos metros de mi y al parecer el tambíen esta tumbado, decidí correr hacia donde estaba.
-Jeon,¿Estas bien?-.
No respondió así que lo sacudí levemente mientras volvía a mencionar su nombre, poco a poco comenzó a recuperar la conciencia.
-Me duele la cabeza, ouch. ¿Dónde estamos?- dijo al mismo tiempo que tocaba su cabeza con la pata.
-No tengo idea pero...- me detuve para observar lo que había alrededor, estabamos en una playa mientras que el sol hacía su aparición poco a poco, cambiando los colores azules obscuros de la noche por unos naranjas y amarillos vibrantes -Al parecer estamos en una playa, ¿Seguro que estas bien?- pregunté.
-Si claro, pero creo que te esta sangrando o saliendo algo de la mano donde esta tu piedra-.
Miré rápidamente mi mano, tenía pinta de que estaba sangrando pero era más como si saliera una especie de agua brillante,
-Ni idea, por lo mientras lo vendaré-.
Unos minutos y una playera medía rasgada después, tuve un vendaje improvisado en mi mano.
-¿Donde crees que esten tu abuelo y Leo?-.
-Ni idea, será mejor caminar para saber si estan cerca-.
-Me parece bien-.

Caminabamos tranquilos sobre este lugar, se sentía muy pácifico.
-¿Crees que este es el lugar donde ha soñado tu hermano?- preguntó el bonito perro mientras olía todo a su alrededor.
-Es mi amigo y no sabría si es este el lugar pero en verdad si que es genial, ¿No lo crees?-.
-Lo creo es un lugar muy lindo, hasta podria dormir a...- Al voltear a mi costado derecho pude ver que Jeon estaba totalmente mojado.
-¿Qué te pasó?- dije al mismo tiempo me inclinaba a el.
-No se solo sentí como agua caía en mi- dijo un poco asustado.
-Por alguna razón te ves más bonito así-.
-Jaja, eres muy gracioso niño- mencionó mientras se sacudía, mojandome un poco de paso.
-Solo no me mojes que...- y bang! Sentí como una gran cantidad de agua me mojó de repente -tengo un poco de frío-.
Mire nuevamente a Jeon y como yo, el también estaba mojandose, me aparté y miré hacía arriba para saber que era lo que nos estaba mojando ahora constantemente:
-!Mira, puede que sea una cascada, Jeon!-.
Jeon se apartó del ahora recién descubierta cascada al parecer, ya lo estaba disfrutando, miró curioso hacía arriba -Viene del cielo pero, no es como si estuviera lloviendo-.
Derepente, empezó a aparecer más cataratas, Jeon y yo nos miramos al mismo tiempo, era impresionante por lo que este tierno perro comenzó a correr y atravesar cada cascada que aparecía en su camino, decidí seguirlo y de la nada, una de las cataratas donde Jeon había entrado se lo estaba llevando hacía arriba, se le veía asustado sin duda -¡Ayudame!-gritó un poco despavorido.
-Sólo salta, yo aquí te atrapo- grité con más fuerza.
-Tengo miedo-.
-Solo hazlo, eres un perro mágico- dije mientras veía como se iba alejando de mi, hasta que ví como tomó valor-¡Pero aún así tengo mucho miedo!- dijo gritando mientras caía hacía mi, por favor dios te pido no me duela.
Abrí levemente mis ojos ya que, Jeon no saltó sobre mi o mis brazos y lo unico en lo que pensé fue en que se cayó en otra parte al terminar de abrirlos pude apreciar a un miedoso perro con los ojos tapados y temblando de miedo al mismo tiempo de que flotaba levemente en mis brazos extendidos 
Presté atención en un de mis manos y veía un pequeño destello que me hipnotizo por un corto lapso hasta que escuche una voz gritar cerca de nosotros, era Leo.
Mi gran amigo empezó a correr hacia nosotros mientras que el abuelo se quedó ahi mismo, mientras se acercaba más empezó a quitar esa sonrisa suya reemplazandola por una cara de asombro con una pizca de confusión.
-Pero, ¿Qué demonios sucede aquí?-.
-Mucho gusto, nosotros igual te extrañabamos niño- dijo Jeon mientras solo esta acostado sobre un vacío donde solo flotaba, ya se le había ido el miedo.
-Jeon estaba jugando entre esas cascadas de alrededor y de alguna manera, una de ellas lo subió, le grité que se bajara, con miedo el salto y solo rogué para que no me doliera pero cuando abrí, los ojos el estaba con la patas en sus ojos y flotando- dije sin quitarle la mirada en cima al perro mientras empecé a caminar junto con Leo hacía donde estaba el abuelo,
-No estaba TAN asustado, ¿sabes?- mencionó mientras se avergonzaba.
-Ajá, claro-.

Al acercanos al abuelo, no tuvo tanta reacción solo mencionó: -Bueno al parecer ya estan apareciendo, es mejor seguir-.
-Es mejor que te baje,Jeon-.
-Solo un rato más, por favor-.
-Me duele la mano-.
Rápidamente Jeon se bajó al suelo y la piedra dejo de brillar aún así, el vendaje se veía más mojado por decirlo así.
-¿En donde despertaron?- mencioné.
-En el otro extremo de la isla, al parecer es pequeña, y ¿ustedes en dónde?-.
-En un playa, así que esto es una isla, ¿Es como en tus sueños?- preguntamos con demasiada curiosidad.
-Claro que sí, es casi igual. Por lo que se este lugar no tiene nombre-.
-Guau, ¿Por qué?-.
El abuelo Basstian carraspeó: -Porque solo tendrá un nombre cuando sepan quienes son exactamente desde su interior hasta el exterior- Estas cosas tipo acertijos me molestaban un poco.
-Hemos llegado-.
Los demás, dirigimos nuestras vistas hacía una casa moderna de color blaco pero con pilares muy parecidos a los del  Erecteion de la Acrópolis de Atenas, a los costados más cascadas caían con aguas turquesas con un brillo hermoso.
-Entremos- fue lo último que dijo el abuelo para sacar de bolsillo una llave con luz propia.




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