Desconocido.

Capitulo VI

 

__Eso es lo que se supone que no deben descubrir.

     La voz desconocida hizo eco por todo el lugar, mis acompañantes seguían sin mirar de qué se trataba, con toda la fuerza de voluntad que tuve, contra el miedo que invadía cada célula de mi cuerpo, mis palabras al fin brotaron hacia la luz.

__ ¿Quién eres?

     Una figura alta salió desde las sombras, tenia un sus manos una bolsa blanca llena de comida china, la coloco lentamente encima de la isla que dividía a la cocina de la sala y dio unos pasos hacia adelante, en donde sé reflejaba la luz del bombillo. Mostrándose ante nosotros.

__La cena esta aquí, somos un rápido servicio a domicilio.

__ ¿Cómo entraste?__ Preguntó Adela

     Estaba tan concentrado en el intruso, que no me había dado cuenta de que mi hermano y Adela estaban a cada uno de mis lados. El sonido de la voz de Adela proyectaba firmeza, aunque sabia que por dentro estaba aterrada.

__ ¿Quién soy?

     El desconocido se acerco un poco mas, causando que la luz mostrara con más destalle sus rasgos. Estaba delante de nosotros, un hombre moreno, alto y corpulento, vestía el uniforme rojo de la pizzería, junto a una gorra del mismo color y con el mismo logo que adornaba su camisa; se veía relativamente normal, nada fuera de lo usual, pero su mirada expresaba tanto odio, que aunque no sabia quien era o que quería, estaba seguro que eso que estaba a unos metros de distancia, simplemente no era humano.

    Él se quedo en silencio por unos minutos que parecieron eternos, hasta que mi hermano lo confronto.

__Te hicieron una pregunta ¿No escuchaste?

__Escuche __dijo el desconocido mirándome fijamente.

__No soy nadie, pero a la vez soy todos.

     Al instante de que pronuncio aquella oración, todo cobro sentido, el desconocido había dejado de ser aquel hombre moreno y ahora se manifestaba ante nosotros una copia exacta de mi mismo. Estaba tan petrificado de la impresión que no me di cuenta de que estaba corriendo por inercia por toda la sala, agarrando la mano de Adela.

     La cosa se empezó a desplazar por las paredes, como si fuera una araña o como si fuera lo más normal de mundo que una persona pudiese subirse a las paredes.

     Los tres corrimos en el estrecho pasillo, mientras aquello nos seguía los pasos pero en el techo, el miedo me estaba consumiendo y el único pensamiento que podía formular era

     ¿Cómo vamos a salir de aquí?

     El primero en entrar al cuarto que se ubicada al final del pasillo, fue mi hermano, cuando Adela iba a cruzar el umbral junto conmigo atrás, sentí como un gran peso cayo encima de mi. El grito de Adela fue lo que hizo eco en todo el lugar y lo que me ayudo a comprender lo que estaba sucediendo.

     De un momento a otro, no se como o de que forma, me encontraba forcejeando con una versión maligna de mi mismo, luchaba con todas mis fuerzas para quitármelo de encima. Escuchaba a lo lejos a mi hermano tratando de meter a Adela a la habitación.

     Quería decirles que se fueran, que escaparan por la ventana y se pusieran a salvo. Pero lo único que salía de mis labios eran quejidos, mi mente no formulaba ninguna oración, solo se encargaba de evadir los ataques de su versión maligna.

__ ¡Suéltalo!__ Escuche el grito de desesperación de mi hermano, mientras se iba encima de esa cosa.

     Éramos dos contra eso, usaba todas mis fuerzas para quitármelo de encima y mi hermano hacia lo mismo, pero esa cosa, nos ganaba en fuerza y al parecer en agilidad; cuando logre liberarme, mi hermano y yo corrimos hacia la puerta, pensé que podíamos huir de eso, pero no fue así.

     Una fuerte brisa se hizo presente en el espacio de forma inexplicable, para luego darle paso a una especie de canto que realizo esa cosa.

__Oy yos le ojih ed kudraM, leif rodiuges y orjeasnem otobed, ocovnoc a sol sutiripse arap ranimod a sim sogimene y rayamsed a sim ovitejbo.

     En el momento en que mi mente proceso las extrañas palabras, el agarre de mi mano hacia la manilla de la puerta, se aflojo, mis piernas no respondían y todo a mi alrededor comenzó a darme vuelta, voltee en dirección al desconocido; mi hermano se encontraba en el suelo, me sujete de la pared para no colapsar, pero se hizo imposible.

__ ¿Qué nos hiciste?__ mis palabras salieron entrecortadas mientras sentía como la respiración me faltaba.

__Dulce sueños Nicholas.

     Me desplome en el piso al frente de la habitación, lo único que deseaba con toda mi alma era que a mi hermano no le pasara nada y que Adela fuera lograda escapar.

     Con la escasa fuerza que me quedaba, lo último que vi antes de desmayarme fue una sonrisa burlona y unos ojos llenos de rencor.

***

     Al despertar, me tomo un poco de tiempo acostumbrarme a la luz, pero analice y entendí lo suficientemente rápido la situación para darme cuenta que nos habían secuestrado, ahora si estábamos jodidos.

     Miraba las manecillas en el reloj que se encontraba en la pared del frente, este marcaba las 11 pm, trate de moverme, pero el solo movimiento hacia que mis muñecas ardiesen, mire a mi hermano y este todavía se encontraba inconsciente en la silla de al lado. Trate de gritarle pero solo salieron varios quejidos por la mordaza que cubría mi boca.



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En el texto hay: misterio, misterio y amor, suspenso magia

Editado: 29.12.2018

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