Desconocido en el corazón

Elena!!

"Esa semana he estado muy agotada, Gisela. Siento que pierdo mi equilibrio emocional, te juro amiga, estoy muy confundida. Amo a Martín, pero odio lo que me ha hecho pasar todo este tiempo... su silencio. Ni siquiera un mensaje me ha mandado durante meses y ahora de la nada aparece y me dice que me ama, y que quiere que estemos juntos. No puedo perdonarlo así de la nada, ¿qué se piensa él?", expresa Elena con angustia.
"Amiga, tranquila", responde Gisela intentando consolar a Elena. "Mira, Martín se ha dado cuenta de lo mucho que vales, querida. Y si realmente te ama como él dice, bueno, que lo demuestre. No le des facilidades, que luche por ti ahora."

Elena reflexiona sobre las palabras de su amiga Gisela, buscando claridad en medio de la confusión y el dolor que le ha causado la actitud de Martín. La tensión emocional y la incertidumbre sobre el amor y el perdón añaden una capa de complejidad a su relación.

"Sí, Gisela, tienes toda la razón. Si no fuera por tu apoyo y por Franco, no sé cómo estaría hoy. Gracias a que me dan ánimo siempre y cada vez que salimos nos divertimos, todo eso me ha ayudado a estar bien conmigo misma y a sentirme amada", comparte Elena con gratitud.

"Eso también me está carcomiendo el cerebro, lo de Franco. He intentado hablarle sobre Martín, pero aún no he podido. La verdad, no sé cómo lo haré. Y me siento muy bien con él, aunque el amor de mi vida sea Martín", añade Elena con sinceridad, revelando la compleja red de emociones que la envuelven.

La lucha interna de Elena entre los sentimientos que tiene por Franco y su conexión profunda con Martín plantea un dilema emocional clave en su camino hacia la comprensión y la elección. La continua presión de su círculo cercano y sus propias emociones desencadenan un proceso de introspección y descubrimiento que la lleva a enfrentarse a decisiones importantes en su vida amorosa.

"Hola, Elena, gracias por aceptar mi invitación", saluda Martín. "Hola, Martín, que conste que es una cena formal como colegas y amigos, no es una cita, ¿te queda claro?", aclara Elena con determinación.
"¡Sí, obvio que sí, tranquila, hermosa. Qué bueno que te quedó claro, Martín", responde Elena, estableciendo claramente los límites de su encuentro.
"Bueno, ¿qué vas a pedir, cariño?", pregunta Martín. Elena se disgusta un poco y frunce el ceño, a lo que Martín responde con una sonrisa. "Ok, yo quiero un pescado a la plancha", solicita Elena con firmeza.

La tensión entre Elena y Martín durante la cena revela las emociones subyacentes y las expectativas que rodean su encuentro. La claridad en las intenciones de Elena contrasta con la actitud de Martín, que parece estar tratando de romper las barreras establecidas. La incertidumbre sobre el curso de su relación añade un elemento de drama y suspenso a la historia.

"Yo quiero lo mismo", dice Martín, acompañando la elección de cena de Elena. Entre risas, anécdotas y recuerdos emocionantes, la tensión entre ambos se disipa gradualmente. Recordando sus encuentros emocionantes en los pasillos del hospital y sus momentos felices, la noche parece volar rápidamente.
Al pasar las horas en compañía mutua, Elena finalmente le pide a Martín regresar a casa. Con una sensación de alegría y nostalgia en el aire, Martín asiente y acompañan la elección de Elena para finalizar la velada.
Mientras caminan juntos hacia el auto de Martín, se sumergen en un silencio cómodo que refleja la complicada mezcla de emociones que los envuelve. La conexión entre ellos es palpable, y la incertidumbre sobre el futuro de su relación sigue presente, aunque la noche haya sido plena de momentos compartidos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.