Desconocido [saga griegos #5]

Capítulo 2

Nicos

Cada palabra que le relaté a Iona acerca de lo que pasó el día que nació Desa, ella derramaba una lágrima y su rostro se ponía rojo señal de que estaba furiosa.

—¡No pensó en el dolor que causaría! Fue egoísta al pensar solo en su esposa y no hacerlo en mi, yo la había traído al mundo, yo la cargué por nueve meses y las cambió como si fueran caramelos, ¿por qué hasta hoy sé que mi hija está viva? —Iona se ha sentado y su mirada está perdida —Soy abuela, tengo una de mis hijas viva y hasta hoy me entero.

Camino hacia ella y me arrodilló para verla.

—Desa estaba pasando una situación difícil — su mirada es oscura —Lo lamento.

— ¡Eres un maldito Nicos, siempre tomando decisiones sobre mi vida y la de tus hijos! —me quedé sin palabras.

—¿De qué hablas Iona? —ella estaba histérica, sujetó su cabeza con ambas manos mientras lloraba.

—Yo debía decidir si deseaba estar con mi hija, ella me necesitaba Nicos —se pone de pie y camina de un lado para otro — ¿Tienes idea de cuántas noches he llorado por Kaia? Dejé su seguridad en tus manos, pero los malditos guardaespaldas solo vivían buscando un arma, un cuchillo o una bomba pero jamás se preocuparon si algo le daban a la niña — Iona se deja caer en el suelo y llora desconsoladamente —Fui la peor madre Nicos, no le pregunté lo suficiente...

-—Eras la mejor madre, vivías pendiente de Kaia, solo ella no compartía lo que sentía o lo que pensaba...

Iona levanta la mirada y en ella hay rencor.

—¿Crees que lo haría? Era hija de un mafioso, que lo único en lo que pensaba era en llenar sus arcas de dinero.

—¡Admití mi error Iona! ¿Crees que no me dolió ver a mi hija muerta? Amaba a Kaia, es mi hija —Iona se puso de pie y se me acercó lentamente.

—¿Y ahora que harás con nuestra hija viva?

—La estoy protegiendo, igual su esposo la protege, Desa es una mujer fuerte.

— ¿Otro mafioso?- suspiró y me separó de ella.

—Anker ya no lo es más —me siento.

—¿Seguirás en lo mismo? ¿Poniendo en peligro a nuestros hijos?

Me cruzó de brazos y la miró.

—Antes hubiera hablado contigo libremente pero ahora vives a la defensiva y sólo buscas a culparme por todo — me encogó de hombros —Cuando decidas hablar conmigo sin  atacarme podré comentarte.

—Deberías tomar como ejemplo al famoso Desconocido Silencioso de Hatria, un hombre que está limpiando las calles de los vende drogas - sin evitarlo esbozo una sonrisa.

—¿Lo admiras? - Iona se sentó y cruzas sus piernas, no evitó mirarlas.

—Claro que lo admiro y si lo tuviera enfrente lo felicitaria y si no fuera casado lo arrastró al altar, es un Robin Hood, se preocupa por la gente a su alrededor, ayuda a tantos jóvenes que han caído en las drogas con los centros de rehabilitación que él está costeando,  claro que lo admiró Nicos.

Me quedé en silencio por que estaba teniendo celos de mi mismo,me había convertido en el desconocido silencioso desde que murió mi hija, lo hacía para evitar que otra familia viviera lo que nosotros vivimos. Iona estaba resentida y no creería que era yo él hombre que admiraba.

—¿Te casarias con él? —ella asiente — ¿Y si fuera un hombre viejo, feo?

—No soy superficial como la mujer que vive en mi casa — pasa su mano por el brazo del sofá — Agradezco que no has tenido hijos con ella - Me pongo tenso ante sus palabras - No soportaría que empezarás a tener hijos, cuando aún no hemos superado... bueno yo, la perdida de Kaia — cerré los ojos ante sus palabras —Se que soy egoísta Nicos pero me duele mi hija, así que gracias por no tener más hijos aún.

Asiento, la veo, se ve tan frágil, Iona no ha superado la muerte de nuestra hija, ella me culpaba por la muerte de ella y me daba cuenta que la lastimaria si le daba un hijo a Anndra.

—Sigo con la vacectomia — ella asintió.

—Gracias Nicos —bajó su mirada.

—¿Y tú? ¿Piensas tener más hijos? — negó y me sentí bien.

—Cuando era joven siempre soñaba en que mis hijos sólo serían tuyos y ya no se puede, ambos tomamos diferentes caminos —oh Dios! ¡Me sentía el macho de la manada!

—¿Y si te casaras con el desconocido silencioso? —Iona sonrió.

—Quizás a él si le daría hijos —frunzo el ceño molesto.

—Has dicho que sólo a mi — ella se pone de pie.

—Sabes que es imposible que lo conozca, por eso lo he afirmado, puedes quedarte en el cuarto de huéspedes, mañana haré la maleta, regresó a Hatria.

La miré desaparecer por el pasillo hacia la habitación que muchas noches compartimos... y que noches.

Arrastró mis pies hacia la habitación de huéspedes, me despojó de la camisa y me siento en la cama mientras enciendo el aire acondicionado, tiro el mando del aire y admiró el techo... Iona regresaba a Hatria... después de cuatro años, ella volvía...sólo que no a mi cama ni a mi casa.

Cerré los ojos para dejarme vencer por el sueño...

— ¡No! —me incorporó rápidamente en la cama y tomó mi pistola, corró a la habitación de Iona, con sumo cuidado abró la puerta para darle al intruso, pero la habitación está vacía,  me acercó a la cama y la veo con las sábanas enredadas a su cuerpo mientras su cuerpo es sacudido por las lágrimas... está teniendo una pesadilla... rodeó la cama y me subo en ella, atraigo su cuerpo, y empiezo a acariciarla mientras le susurró palabras de consuelo, poco a poco su cuerpo deja de sacudirse y su brazo se aferra a mi pecho, bajo la mirada y ella está dormida, sus labios están entreabiertos y...que me parta un rayo si no estaba muriendo lentamente por besarla.

—¿Nicos? —levantó la mirada y me encuentro con sus ojos cuajados por las lágrimas — ¿Hasta cuando se acabarán las pesadillas? Ya no quiero ver a Kaia alejarse de mi en mis sueños — la estrechó fuerte mientras acarició su espalda, deseaba tener una respuesta a su pregunta y alejar todo lo que la lastimaba.

 



#1548 en Novela romántica

En el texto hay: accion amor mafia

Editado: 26.01.2019

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