Desconocidos

Capítulo 27.

“Él”

La depresión de Mateo se agudizaba a cada foto que veía en su casa. La familia feliz que veían en cada foto le hacía sentirse inútil al no poder recordar todo lo que habían vivido en esa casa, y aunque para cualquier hubiera parecido una estupidez, solo cuando amas de verdad lo entiendes… Y Mateo sentía que los amaba, pero se preguntaba qué significaba amar, pues para él era algo que no había hecho antes.

- ¿Por qué el pasado tiene que ser tan importante? –Se cuestionó en voz alta, un momento de resignación y profunda depresión mientras estaba en el despacho de su papá, observando las fotos sobre el escritorio, a solas.

-Recordar un momento es sentirse feliz de nuevo. –Musitó Patty, apareciendo de repente en la puerta de la habitación, cargando algo en las manos.

-Lo dices porque es muy fácil para ti… –Respondió Mateo luego de un pequeño susto al verla de repente, con tono resignado, la observó un momento y luego volvió su mirada hacia las fotos, donde estaban él, su padre, un hombre de casi la misma edad de su padre y un anciano que no reconocía en absoluto.

-Lo digo porque tú me lo dijiste una vez, cuando estaba muy triste. –Se acercó Patty–. Ven, quiero mostrarte algo–. –Le sugirió con la mirada, acercándose al amplio sofá, poniendo un extraño cuaderno marrón sobre sus piernas.

Mateo se acercó, con la mirada curiosa en aquel extraño, rústico y divertido cuaderno que tenía Patty sobre las piernas. Encuadernado con una cuerda marrón en el extremo izquierdo, que hacía un lazo en el extremo rojo, en la parte izquierda de la portada.

            - ¿Our adventure book? –Pronunció Mateo al leer lo que decía en la portada.

            -Es un álbum de fotos que hicimos hace mucho tiempo después de ver una película. –Mencionó Patty abriendo el álbum, revelando las primeras fotos.

            -Él es el mismo anciano que está en la foto del escritorio. –Comentó al ver la primera foto del álbum, en la que estaba un anciano canoso y barba no muy larga, sonriendo divertido a la cámara, con un fondo verde–. ¿Y estos somos nosotros? –Preguntó al ver la foto de dos niños juntos, sonriendo divertidos.

            -Ese anciano es nuestro abuelo. –Comentó Patty, sonriendo ligeramente divertida, pasando la página suavemente con su mano derecha–. Se llama Armando, e hicimos muchos viajes juntos en nuestra niñez.

            - ¿Sí? –Se sorprendió sonriente.

            -Mira esta foto. –Le sugirió señalando una foto con el dedo índice, en la que estaban Mateo y Patty de siete años, posando junto a su abuelo con un paisaje de montañas detrás–. Este fue el primer viaje que hicimos, cuando fuimos al Parque Nacional Huascarán y nos moríamos de frío.

            - ¿Dónde está ahora? ¿Por qué no ha venido a visitarme? –Preguntó Mateo inocentemente, ocasionando una tristeza intensa en el rostro de Patty, seguido de un pequeño silencio abrumador.

            -Falleció hace cinco años. –Musitó Patty con tal suavidad que se escuchó muy triste, evitando la mirada de Mateo, porque se sintió vulnerable–. Sufrió de una enfermedad terminal, y nos lo confesó en el último viaje que hicimos, porque quería pasar los últimos meses con nosotros, sus nietos. Porque somos lo que más amaba…

            - ¿En serio? –Mateo se entristeció un poco, bajando la mirada hacia el suelo–. Me gustaría poder recordarlo, ¿cómo era? –Le preguntó curioso, mirándola al rostro sin dejar su triste mirada.

            -Era la mejor persona que conocí. –Sonrió Patty, dejando su triste expresión por una ligera sonrisa–. Siempre mantenía una sonrisa divertida sin importar qué, ni siquiera por su enfermedad. Amaba muchísimo a su familia, sobre todo a nosotros, sus nietos.

            -Daría lo que fuera por volver a recordar. –Mateo de levantó de su asiento y se acercó al escritorio de su padre–. Todo esto es muy difícil

            - ¿Cuál es la prisa? Todo volverá a su tiempo, solo es cuestión de paciencia. –Musitó Patty, cerrando el álbum que sostenía, para luego ponerlo sobre la mesita de centro.

            -Lo sé… –Susurró Mateo con tanta suavidad que solo él se escuchó–. Por cierto, ¿dónde está la chica que Héctor dijo que era mi novia? No volvió luego de aquel día que salió corriendo de mi habitación en la clínica. –Se volteó hacia Patty, con la mirada curiosa y ciertamente inocente por la ignorancia–. ¿Acaso terminamos y no me enteré?

            -Todo esto es muy difícil también para ella. –Reposó su espalda en el sofá–. No lo recuerdas, pero te ama demasiado.

            - ¿Podrías contarme más de ella? –Se acercó y se sentó frente a Patty, con la atención puesta solo en ella.

            -Hay mucho que contar. –Sonrió divertida–. Para acortar la historia, ella siempre estuvo enamorada de ti, pero nunca te lo dijo, hasta que te enteraste e hiciste hasta lo imposible para que estén junto… Nunca había visto a nadie más terco y perseverante que tú. Y por más ridículo y cursi que me parezca, son la pareja más bonita que conozco, aunque no tengan demasiado tiempo juntos, sé que aún tienen para rato y solo es cuestión de tiempo para que vuelvan a ser lo que eran. Después de todo, los pequeños momentos son grandes recuerdos –Le confesó con suavidad, demostrando su sinceridad–. Luchar por ella se ha vuelto algo muy típico de ti últimamente.

            - ¿He sufrido mucho? –Preguntó con suavidad.

            -Hace rato que ya se convirtió en una guerra de corazones, pero incluso así, yo diría que has amada mucho. –Musitó Patty.

Mateo asintió con la cabeza, sintiendo un extraño movimiento en su pecho, tan extraño y tan hermoso que le hacía confiar en lo que Patty le decía.

 

“Ella”

Pese a todas las conversaciones que ha tenido, Kara aún se seguía culpando por lo que le sucedió a Mateo, siendo algo estúpido, su juicio estaba nublado. Como si fuera un virus letal, se puso en una especie de cuarentena en su habitación, de la cual no salía en absoluto, como si fuera un monstruo o un tipo de desastre. No tenía ánimos para dibujar, ni salir de casa, y lo único que hacía mucho era deprimirse, algo masoquista de su parte.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.