CAPITULO 10
10
- ¡Vamos a dentro!- coge sus muletas y se dirige a casa –rio al darme cuenta como me gusta verlo caminar delante de mí, de verdad esa silla de ruedas me estaba privando de una maravillosa vista…
- ¡Y pensar que podría quedarme así durante unas largas horas!
- ¿Qué dijo?
- ¡Nada señor!- acaso hable en voz alta-rio al ver como arruga su entre seño y sigue su camino cojeando ¡ya no veo el día de verlo caminar sin muletas!
-no debería decirle señor, ¡es joven! ¿Cómo hacen para levantar compañías exitosas siendo tan jóvenes?
¡Eso demuestra que una es una completo inútil!...
- Leeré un rato, si quiere pase
-abre la puerta de su habitación y los recuerdos nacen en mi cabeza como millones de hormigas en su colonia
- Si le parece bien iré a hablar con Gladis, quise decir con la señora- aclaro
- Ella no está ¿qué quiere hablar con ella?
-piensa, piensa-
- Quería darle las gracias por unos libros
- ¿Libros? ¿Hablas de la librería en tu habitación?
- ¡Exacto!- pero ¿cómo lo sabe?-pienso
- No le des las gracias, los coloque yo- entra y cierra la puerta en mis narices
-¡el!, no lo creo ¿tiene ese tipo de detalles con sus empleados o lo hizo solo con migo?-no te ilusiones-grita una vocecita dentro de mi dura cabeza
-y luego me descubrí sonriendo- ¿Qué coj…?
Voy hasta la cocina y me sirvo un jugo, estos pensamientos me dieron mucha sed, ¿ahora como consigo entrar a su dormitorio y hacerme la tonta?
- Señorita Natacha el señor la llama, está en su habitación
-si ahí lo deje
-él sonríe y se gira
¡Ya me cae un poco más bien!
Camino lento recuperando fuerzas y entro como si nada en la habitación
-¿Porque esta tan oscuro? No consigo ver nada
- ¿Natacha?-escucho la voz cerca
- Señor puedo encender…-grito al sentir que me halan, pero me detengo al chocar contra un cuerpo
-¡yo conozco estos brazos!
- Gerardo- mi voz esta entrecortada
- El mismo-susurra en mi oído
- Debo hallar el interruptor y encender la luz
- ¿Quién te dijo que te llame aquí para que encendieras la luz?…
-sentí como los botones de mi camisa se abrían uno a uno con una lentitud embriagadora-me estaba matando-
- ¡No debemos hacer esto!- logro enunciar
- ¿Por qué no?- toma mi boca en un nuevo seductor beso y pierdo el rumbo de mi vida…
-la habitación se ilumina
- mi camisa poco a poco cayó al piso, pero la pasión que irradiábamos aumento para mí, cuando su camisa ya no estaba cubriendo ese pecho trabajado y de su pantalón solo quedaba su lugar
- ¡cuidado con el pies!- no sé porque recordé su condición médica en ese instante, pero ya no estaba muy segura de continuar con esto que en realidad era una locura al cuadrado
- ¡Eres más hermosa de cómo lo imaginaba!- sus besos por todo mi cuerpo hicieron que de una buena vez la droga de la pasión nublaran toda mi mente y desde allí en adelante comenzara mi sufrimiento y todo por un poco de AMOR…
…
- ¿Qué haces?
- Me visto, ¡debo irme!
- ¡No! Sería mucho pedir si te digo que no te vayas aun
- Yo- ¿qué le digo?, que no soporto estar aquí y verlo a la cara después de lo que paso
- ¡Ven!- extiende su mano y la mía automáticamente sede
-quedo sentada en la cama solo con brassier y bragas, ¡gracias a dios son bonitas!
-toca mi espalda y la acaricia con sus dedo pulgar, sus suaves y lentas caricias me llenan de un gozo inexplicable
-lo miro y él se apoya en uno de sus bazos y se me queda viendo