CAPITULO 12
12
-¿Qué que mañana?, pero si le tocan una vez por día y hoy han hecho dos ¿mañana se verán de nuevo?
-lo ayudo a levantar sin que me lo pida y como supuse quiso subir por las escaleras
- Yo lo hago señorita- corre Alberto y me ayuda a mitad de las escaleras-no sé si es que soy idiota pero parecía que Gerardo no quería soltarme
-me quedo viendo como lo ayuda y se meten en la habitación, bajo las escaleras de nuevo y voy al jardín
Todo el paisaje se ha vuelto verde y exuberante, los árboles inmensos del otro lado se ven grandiosos, camino hasta los bellos tulipanes y luego observo las calas ya está anocheciendo, y una fría brisa amenaza de una posible lluvia –me froto los brazos
- Miro un hombre robusto cabello rojizo
- El señor dice que entre a la casa y suba a su habitación
-¿cómo supo que estaba aquí?
Ah seguro tienen cámaras ¡por supuesto!
-toco la puerta
- Adelante
- Me dijo…
- ¿Qué hacías en el jardín!, si te prohibí regresar a esa parte hasta que pase la primavera!...
- Te dije que me encanta la primavera, y solo camine por lugares donde no creo que sean peligrosos
- ¡Debes obedecer mis órdenes Natacha!
- ¡Está bien!- lo noto demasiado alterado – y sus gritos, no sé porque me hieren pero creo que se me aflojaron los mocos- me giro y me aferro el pomo de la puertaempujándola
- ¡Natacha! ven a acá –ha bajado la voz, pero no debo voltear porque tengo unas inmensas ganas de llorar
- No te vayas, ven, no debí gritarte así, estoy un poco cansado
- Hasta mañana señor
- ¡Natacha! No te vayas, pásame este libro
--¡para eso si me necesita! Volteo y agarro el libro
-élestá sentado en la orilla de la cama por lo que le ofrezco el libro y no lo miro
-cometo un error porque toma mi cintura y me hala
- No quise gritar, pero no estoy acostumbrado a liderar con personas que rebasen mis órdenes como lo haces tú– mira hacia arriba para mirar mi cara
-no sé qué responder, siento que si digo una palabra estallaré en llanto –creo que se acerca mi menstruación porque no le encuentro otra respuesta a esto-
-sube su mano y toca mi cara-
Eres tan diferente, tan hermosa
-la gota que derramo el vaso-las lágrimas comenzaron a bajar por mis mejillas
- No lo hagas Natacha, no soporto verte así, soy un idiota O LO QUE QUIERAS QUE SEA pero ¡no llores!
- ¡Debo irme!
Quito su mano de mi cintura y doy un paso
- Auch!- escucho a Gerardo y miro hacia atrás para verlo parado frente de mi
- Te vas a hacer daño- digo sosteniéndolo
- A ti también te hice daño. Me mira y besa mi frente y luego mi boca
- No te iras de tu habitación porque no quieres tenerme cerca o sí?
-rio en sollozos
Me mira
- Claro que no, solo pensé que tú lo querrías así, es una de las habitaciones principales pienso que yo no debería estar más allí
- ¡Lo estarás hasta que yo te diga que la ocupes!- se sienta de nuevo en la cama y hace otro gesto
- No debo meterme, pero no deberías hacer tantas sesiones de terapias, van a terminar haciéndote daño
- Debo recuperarme pronto, mi empresa y mi vida me esperan
- ¡Solo piénsalo!
-camino y salgo se su habitación- creo que ya me he involucrado demasiado y eso a la larga me perjudicara como siempre…
…
- Hoy no vendrá el terapeuta, me quedare toda la mañana revisando unos papeles en mi habitación puedes tomarte la mañana libre o lo que sea de tu agrado
- Está bien, solo iré cerca y regresare- le doy la espalda para salir
- ¡Natacha!, puedes decirle a Alberto que te lleve, hoy puede llover, anoche hubo un fuerte invierno
- No, será cerca, ¡voy y vengo!