CAPITULO 14
14
- Buenos días Natacha el señor está en el gimnasio con el terapeuta
- ¡Gracias lucia!
Camino y me detengo al verlo sentado con sus manos colocadas en su cabeza mirando al piso
- señor me iré, mañana continuamos si está dispuesto
-¡se va ya! no hicieron las horas que deberían haber hecho de terapias
-saludo al chico que se marcha y me quedo viendo a Gerardo que aún sigue en la misma postura. No sé si acercarme o dejarlo ahí.
Agarro la botella de agua y camino hacia el
El al escucharme levanta la cabeza y me mira, yo mientras tanto sigo con mi mano extendida
Me siento a su lado en silencio- ¿Por qué siento esta presión en mi pecho?
-me mira, su mirada desnuda mi alma
-toma mi mano y no tengo el valor para quitársela. Mi cuerpo ya no responde a mis órdenes
- No quiero que lo que había entre nosotros acabe,Natacha- su voz es apagada pero segura
- ¡Señor!
- Tú me puedes decir Gerardo- coloca una de sus manos en mi mejilla y se va acercando mas
- ¡No!- me levanto de un salto y doy gracias porque mi cuerpo por fin respondió…
-camino-corro- y voy directo a mi habitación
¿Qué es lo que siento por este hombre?
Acaso es “AMOR”
¡No puede ser, él es imposible para mí!
-sentiste celos al darte cuenta que dormía con su secretaria-
Mi conciencia me habla y me doy cuenta que es cierto celos, eso describe mi rabia y dolor…
¡Qué hermoso Natacha ahora tu vida se complicara aúnmás! Acaso…
¿Notenías suficiente con lo que te ha pasado?- me amonesto-
…tocan mi puerta y rápidamente limpio las lágrimas que salían de mis ojos y abro la puerta…
- ¡El señor dice que tiene usted el día libre!
- Pero… ¿no sabes porque Alberto?
- Lo que le puedo decir es que saldrá de la casa señorita, nada más- se marcha y mi cabeza queda peor que antes
- Él, no había salido mientras yo estaba aquí ¿acaso?-recuerdo las suplicas de esa mujer y sus palabras…te extraño…
-la típica y rayada frase aparece en mi mente…”todos los hombres son iguales”
- ¡Aunque sí que los hay unos más descarados que otros!
-me quito el uniforme y me coloco un vestido casual cómodo y unas sandalias planas- afuera ya hace un poco de calor-
- ¡Pero no quiero salir a ningún lado!- cierro de nuevo la puerta y me lanzo a mi cama
-cierro los ojos y al instante veo la cara de Gerardo- los abro y me levanto
- Debo hacer algo para no pensar en él. Busco un libro y empiezo a leer…extraño mi familia, no puedo llamar a mi madre en estos momentos, notara mi tristeza…
***
- Lo debo hacer papá, ya no soporto ver como nuestras deudas crecen y crecen, mi hermana ya no podrá seguir con sus estudios, mi sueño se congelo un día, no quiero ver que el de ella también corra con la misma suerte y el de ustedes ¿Qué pasara con su tienda?…
- Hija, pero es un paísremoto y no estás segura de que te espera allí
- Me esperan cosas nuevas y muy diferentes a las que me esperan aquí en un futuro. ¡Prometo regresar, todos estaremos juntos de nuevo!. Pero cuando ya halla saldado las deudas y todo este asegurado…
-me despierto de un salto- alguien me abraza-mi cara está llena de lágrimas y mi corazón agitado… un fragmento de la última conversación con mi padre antes de marcharme la viví a la perfección de nuevo
- Tranquila, Extrañar a tu familia siempre es doloroso. Te entiendo—
-¿Qué, Gerardo?- trato de zafarme de sus brazos
- Te pido que no me abandones así, no sé por qué, pero tu entusiasmo por la vida y tu forma de vivirla ha alterado la mía. eso me disgustaba por supuesto, pero ahora creo que me gusta. Tú me haces sentir bien y no quiero perder eso.