Desde ese BalcÓn

Capítulo 21. 15 de junio 2020 (Cumpleaños de Sabina)

ROMEO

Ella aun sigue dormida, es tan tierna verla así, su cabello un poco alborotado, bueno sé que es por la buena noche que tuvimos, la sabana traspasa su hermoso cuerpo, me encanta verla así, es tan linda, tan hermosa.

Me levanto con cuidado de la cama para no despertarla y poder hacer un desayuno especial.

Mi especialidad los hot cakes red velvet, se que son sus favoritos al igual que los míos.

Me adentro a la cocina, agarro la harina, la cocoa, el colorante comestible y empiezo a batir.

Desde que nos mudamos no les hemos contado mucho, pero les puedo decir que ha sido la mejor decisión, Kitty es la más feliz y bueno Mika y Milo también.

Debo confesar que al principio no fue nada fácil, ya que teníamos rutinas diferentes, por ejemplo, ella se baña por completo, se espera a que seque su cabello y se duerme y yo bueno solo enjuagaba mi cuerpo.

Ella es ordenada en el baño, yo era un caso perdido, pero nos hemos acoplado genialmente, decidimos hacer un calendario de quehaceres.

Siempre he ayudado en casa, mi madre me enseño a trabajar por igual que la mujer en el hogar, eso me ayudó mucho cuando vivía solo.

-Buenos días mínimos- digo a los gatos que vienen a atacarme a la barra -tienen hambre ¿cierto? – rápido busco su comida y se las pongo en sus recipientes de comida.

- ¿Qué huele tan delicioso? – escucho detrás de mi la voz de Sabina.

-Feliz cumpleaños cariño- me apresuro a ella para abrazarla, la tomo por la cintura y le doy un ligero beso, ya que olvide lavar mis dientes.

Oler su perfume natural es lo más delicioso de mis mañanas, detrás de su nuca, su cuello, siempre tiene ese olor natural femenino.

-Es cierto, hoy es mi cumpleaños- se sorprende.

-Ven- la tomo de la mano y la dirijo a la cocina, le pongo un banco y se sienta frente a mi -te tengo una sorpresa para esta noche-

-Aww – dice -que tierno eres.

-Pero bueno, es tiempo de pandemias, tendré que limitarnos un poco, por cierto- pongo mi modo serio -el primero de julio se reanudan las actividades principales.

Ella se quede sorprendida, ya habíamos hablado de que pasara cuando tengamos que retomar nuestras actividades y vivir con la idea de tener limitado el tiempo juntos.

-Wow, no me lo esperaba.

-Lo sé- tomo su mano -pero trabajaremos diario con lo nuestro, debe de funcionar como hasta ahora.

Una sonrisa apagada dice que no se siente lista para reanudar sus actividades.

-Bueno las actividades principales son los seguros, farmacias, tiendas departamentales, tal vez los eventos y restaurantes tengan que mantenerse a cierto límite de personas.

-Si, eso será lo más probable, tendré que ver el circulo de empresa para saber que medidas tomaran.

-Bueno digamos que, tenemos que olvidarlo, hoy debemos de disfrutar tu cumpleaños.

-Gracias cariño, iré a darme una ducha.

Otra cosa que no hemos podido llevar, yo me levanto y voy directo a la cocina, ella a bañarse.

Me apresuro a prender la estufa y poner las primeras porciones para los hot cakes.

Reviso las fresas y aún están frescas, tomo un poco de leche y las licuo para hacer una malteada de fresa, decido darle un toque con un poco de helado de vainilla.

Sirvo dos platos en la barra desayunador, en un plato grande pongo los 10 hot cakes, adorno con chispas de chocolates y fresas, las mateadas las decoro igual con fresas y arriba pongo un poco de crema batida.

-Todo se ve perfecto.

Camino a la habitación, tomo mis jeans y una camisa, cuando ella sale en bata de baño.

-Ricura- digo dándole una nalgada.

-Tú- dice pícaramente.

Regreso a la cocina, la espero unos minutos, sale con un vestido de seda negro, sin sostén, luce tan radiante.

-Dios, no se que desayunar primero- digo mientras se acerca para besarme.

-Lo mismo digo.

Nos sentamos frente al otro, la miro fijamente.

-Están deliciosos.

-Sabina- digo mientras tomo su mano -Te amo.

Solo veo como su mirada se tensa -no tienes que responder- me limito a decir y tomar un sorbo de la malteada.

Solo sonríe y sigue comiendo sus hoc cakes.

-Te amo Romeo- al fin escucho.

Nuestras miradas dicen mucho, así que desde un principio sabía que lo sentía, pero temía decirlo.

-Debo decir que desde hace tiempo quería decirlo, pero pensé que pensarías que era demasiado pronto.

-Nunca es temprano o tarde para decir te amo, cuando lo sientes solo lo sientes.

-Eres bien quien sabe cómo- imita a María de todos los ángeles.




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