Desde ese BalcÓn

Capítulo 29. Un reto superado

-Debemos tener todo listo para mañana- digo desde la computadora.

Mañana al fin, tendremos un evento para 60 personas, y debemos de organizarnos correctamente.

-Hace falta comprar las mamparas para las mesas- me recuerda Francesca.

-Tienes toda la razón.

Tomo mi bolso, salgo del local y me dirijo a la tienda de acrílicos en el centro, la idea es que antes en una mesa podían estar hasta 9 personas, pero ahora por el distanciamiento social, debemos de reducir a 4 personas por mesa, lo que nos lleva a tener más mesas en casa evento, pero este no es la excepción, es una boda civil.

Termino de hacer las compras, desde que Romeo se fue a la casa de sus padres y que prometió regresar no lo he visto y menos hablado, son 4 días de tristeza, pero como siempre, le he dado su espacio.

Cuando regreso Francesca me espera afuera.

- ¿Paso algo? - pregunto un poco preocupada.

-No- sonríe, lo se por que a pesar de traer el cubrebocas sus ojos se cierran un poco.

-Adelante- dice caminando detrás de mí.

Mi corazón por alguna razón se acelera, está un olor familiar en el aire del local, busco a Romeo con la esperanza de que este cerca.

Alguien tapa mis ojos por detrás, me quitan las cosas de las manos y me piden no tener miedo.

-Hola cariño- escucho la voz de Romeo.

Me quita las manos de los ojos, me las pasa por la cintura y me voltea a él -te extrañe demasiado- dice dándome el más tierno beso.

Cuando reacciono, me doy cuenta de que todos nos están viendo -bueno chicos pasaremos a mi oficina- digo tomando de la mano a Romeo.

Se sienta en frente de mi escritorio y yo tomo mi lugar - ¿Cómo estás? -pregunto.

-Fue muy difícil, perder a mi abuela es lo más duro que he pasado, pero tengo un motivo para estar en pie- dice mientras se acerca a mí una vez más.

-Seré tú apoyo lo prometo- digo mientras el voltea mi silla a él.

-Sabina, hemos coincidido en esta vida por alguna razón, se que nos separamos y que eso nos dio una razón para querer estar juntos una vez más, yo estoy seguro de lo que quiero, y te quiero a ti, en mi vida, ahora y para siempre, me haz hecho un hombre diferente- toma mi mano -sientes mi corazón, tu haces que se acelere con solo verte, de solo olerte, en mi vida se que te necesito, ¿tú sientes lo mismo?

Mis ojos están cristalinos -Romeo, estoy segura solo de una cosa, también te quiero en mi vida.

Un respiro sale de él, mis manos y piernas tiemblan por dos razones, pero la principal razón es por que presiento que se viene una pegunta formal.

-Sabina, pequeña y grande mujer ¿quieres casarte conmigo?

Estoy pensativa sin moverme, bueno, me lo esperaba, pero no, bueno la verdad si me lo esperaba.

- ¿Sabina?

-Claro que si acepto- me abalanzó a él, ambos cayendo al piso -Te amo- digo dándole un pequeño beso en los labios.

-Te amo- contesta mientras nos levantamos del suelo.

El nos ayuda a acomodar las cosas en la camioneta donde siempre llevamos mobiliario y todo para él evento.

De la emoción no he mencionado una futura boda a los chicos hasta que Alessia ve mi mano.

- ¡No puede ser! - dice en voz alta llamando la atención de todos.

- ¿Qué paso? - pregunta espantada Francesca.

-La jefa se va a casar.

Todos voltean sorprendidos a mí y a Romeo.

- ¿En serio?

-Si- contesto enseñando el anillo -quería que fuera sorpresa.

Dicho eso, todos se acercan a nosotros para felicitarnos.

-Todos queremos ser padrinos de algo, así que considérenos- dice Emilio.

-Es un hecho- confirma Romeo.

Alessia termina con los detalles del pastel, yo con el itinerario del evento, todos tenemos asignados nuestros deberes.

-¿Qué piensas?- pregunto a Romeo que me mira atento.

-En lo afortunado que soy, es decir, antes solo reprochaba tu trabajo, pero ahora te admiro más.

-Si, es algo tedioso tener todo listo y más cuando todo sale de aquí.

-Son muy buenos en lo que hacen.

-Gracias- sonrió -a decir verdad, creo que necesitamos a alguien más aquí.

-De verdad ¿para qué?

-Mira, yo hago todo lo contable y administrativo, pero también me encanta la cocina y el marketing, estaba pensado en contratar a alguien que haga mis actividades y yo poder ayudarles a los chicos en lo demás.

- ¿Estas proponiéndome? - pregunta con una sonrisa.

-No sería malo o ¿sí?

-Seria todo un placer trabajar a lado de mi futura esposa.

-Los chicos me lo habían propuesto, pero después de lo pasado, lo pensé y bueno ahora creo sería algo interesante hacerlo juntos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.