el fin del fin final

Las veces que he regresado en este recuerdo, siempre, siempre me he quedado con la duda de quien fue él que me mató, él que acabo con mi vida aquella noche. Cuanto desearía saberlo. 

Por su culpa he visto como la vida de los que me querían siguen sin mí. Simplemente lo odio.

He deambulado por el mundo durante tanto tiempo sin la esperanza de saberlo, sin la esperanza de que lo descubran, sin esperanza de volver a hablar con alguien, pero mientras estoy aquí frente a mi computadora, he escuchado mi nombre. No podía ser una voz humana, allí ya nadie me recordaba a excepción de mi familia. Tenía que ser alguien como yo...alguien muerto.

Me levanté y miré a todo mi alrededor. Una silueta espectral se veía a lo lejos (que por cierto suele ser pálida casi blanca y expende un brillo blanco leve).

— ¿Mark? —pregunté al reconocerlo. Corrí a abrazarlo— no sabes lo sola que he estado.

Murmuré mientras lo abrazaba, cosa que él también hizo.

— ¿Qué es lo que haces aquí? —pregunté.

— Vine a terminar con lo que comencé —dijo con frialdad.

— ¿A qué te refieres? —lo dejé de abrazar. Lo miré y lo examiné de pies a cabeza. Su mirada fría y su inexpresable rostro me hicieron notar que algo no iba bien. Entonces caí en un detalle— fuiste tú, tú me mataste.

Su silencio e incomodidad me hicieron ver que así era.

— No tenía opción, linda

— ¿y a qué has venido? —sacó un arma espectral y me miro con frialdad.

— A terminar con tu agonía —murmuro.

Se acercó con reticencia.

— Ya estoy muerta —grité con angustia, aunque no entendía mucho porque tenía miedo si no podía morir dos veces, o ¿si?

— No del todo —y enterró la daga en mi pecho, se volvía a repetir. Había muerto como tres veces en mis sueños, una vez en vida y ahora moría en muerte, pero esta vez tenía claro que esta sería la última. El dolor me quemaba. La traición ardía en mi pecho. Siempre fuiste tú y a pesar de todo jamás sospeché de ti. Eres un maldito, maldito. Mis últimos pensamientos se esfumaron en la agonía de mi fin. Finalmente cerré los ojos y me sumí en el final de mi vida. En el fin del final.