Desde Madrid, con Amor.

CAPITULO 12: NUEVA UNIVERSIDAD

A la mañana siguiente Lilia me despertó temprano antes de bañarse, para que le prestase algo de ropa, me moleste un poco por haberme levantado. Mi sueño se repitió durante esa noche, ese par de ojos café claro no estaban conformes, la historia se repetía una y otra vez, solo que cuando me asome a través de la mirilla el par de hermosos ojos ahora tenía un rostro, era una cara bastante atractiva, tenía una tez clara, una nariz simétrica en la conformación de su rostro, unas mejillas pronunciadas que agregaban a su rostro un toque de ternura, una ligera barba de quizás un par de días  y un labio inferior carnoso que invitaba un beso; además, mostraba un físico envidiable, su rostro mostraba una actitud indescifrable, confusión tal vez, al igual que yo, ni siquiera sabía su nombre y ya aparecía en mi sueño tocando mi puerta. Quizás solo era la tonta esperanza de encontrar alguien con quien ilusionarse en esta vida tan sola que llevaba a mis 21 años.

Lilia comenzó a arreglarse, pero antes me recordó que hoy era el gran día en el que conocería mi nueva universidad, por lo que debería de deshacerme de la cara de resaca que se notaba me atormentaba durante esa mañana. Me defendí diciendo que las mañanas no eran mi parte favorita del día a lo que ella agrego pues que lástima porque aquí muy pocas clases son durante la tarde. Ignoré cada palabra que emitió y procedí a dormir 20 minutos más, mi cabeza punzaba y mis ojos no podían permanecer abiertos; si esta era la sensación que la gente tenia cada fin de semana que abusaban del alcohol ¿Cómo demonios, seguían realizándolo sin falta cada semana?, la estupidez humana es infinita, pensé.

Luego de que Lilia saliera de bañarse, volvió a despertarme para que ahora yo comenzara a arreglarme, fui a bañarme y no entendía como era que Lilia estaba tan fresca como una lechuga si ella había bebido aproximadamente seis cervezas o más la noche anterior, bueno eso no tenia ni la mayor relevancia, lo único que importaba en ese momento era que debía verme mejor para conocer mi nueva escuela. Antes de salir del hotel, Lilia me llevo a conocer el departamento donde vivía, era mas espacioso de lo que imaginaba y tenía una linda decoración se notaban las manos de Lilia en donde miraras, se sentía tan de ella, y no solo podía ver a través de su arte sino también sentir. Fue ahí cuando Lilia me miró y dijo: -Quizás, no debería hacer esto, pero iba a decirte que si gustas podrías ser mi compañera de casa-. La miré ligeramente sorprendida y respondí: -¿De verdad?, ¿enserio quieres que sea tu roomie?-. Ella agregó: -¿Por qué no habría de quererlo?, bueno mientras te adaptas a Madrid, en lo personal disfruto mucho viviendo sola-. A lo que contesté: -Claro, es un buen trato Lia, ¿Puedo llamarte así cierto?-. Ella asintió con una sonrisa de oreja a oreja.

El camino a la Universidad Complutense de Madrid lo recorrimos en el metro, no tenían gran diferencia el metro en Madrid con la ciudad de México, excepto por la limpieza se notaba un acervo cultural sumamente diferente entre los madrileños, una cosa mas que pude notar fue el cumplimiento de las leyes de transito al pie de la letra, la incorruptibilidad de la población madrileña. Lamentablemente mi México no es el mejor en muchos de esos aspectos.

Cuando estábamos a punto de llegar a la facultad pocas cosas me impresionaron durante el trayecto, sin embargo, había algo que siempre me alegraba y eran las bibliotecas enormes por lo que fue el primer lugar que le pedí a Lilia me mostrara en la facultad, estaba mas que hermoso, con aulas de estudio que bien podrían dar cabida a un grupo completo, los audiovisuales muy similares a aquella arquitectura de las películas estadounidenses, estilo “coliseo”. Eso realmente me impresionó. En el paseo de la facultad, me encontré con una decoración de replicas de grandes artistas desde el cuadro de flores amarillas de Vincent Van Gogh, así como algunas otras obras de arte de pintores que yo no tenía ni idea pero que Lilia fue ilustrándome a medida que realizábamos el recorrido, eran algunos otros contemporáneos del siglo XX; como: Alexej Von Jawlensky, que logró aterrorizarme un poco, por la impresión del juguete en dicho retrato, también estaba presente Edvard Munch, pero para cuando llegamos con su autorretrato ya habíamos pasado muchos mas de los cuales no pude aprenderme ni un solo nombre. Soy algo inútil si de pintura hablamos.

A pesar de todo, me encanto la nueva facultad a la que asistiría a partir del lunes próximo, Lilia dijo que se había tomado la molestia de hablar con los profesores de mis materias y todo estaba arreglado para que me presentara el siguiente lunes, por lo que no tuve objeción alguna, estaba conociendo la esplendorosa ciudad, realmente no tenia muchas ganas de encerrarme en un salón de clases al menos no por el momento. Cuando nos aproximábamos a salir de la facultad dos amigos de Lilia se acercaron a saludar, en cuanto los identifico Lia respondió: Atrás buitres, ni se les ocurra un paso más, ella esta en buenas manos. Ambos individuos se carcajearon al instante, Lia sonrió y procedió a presentármelos, el primero era alto, su nombre es Luis, mientras que el segundo respondía al nombre bíblico de Adán. Nos invitaron a una fiesta en la casa de alguien ese mismo día durante la noche, Lilia sin pensarlo, negoció con sus apuestos amigos que seriamos sus acompañantes si nos ayudaban a cambiar mis cosas del hotel a casa de Lia. Ellos accedieron inmediatamente por lo que antes de que anocheciera ya me encontraba acomodando algunas cosas en lo que sería mi nuevo hogar.




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