Desde mi cielo

CAPITULO 5: Just Can't Enough / Black Eyed Peas

>>Desde los ojos de Lucifer<<

     Mientras vamos sobrevolando la ciudad pienso en Florence, la última vez que la ví fue cuando terminó con la vida de Alexiel, después de eso decidí regresar al infierno y tomar el lugar que me corresponde, creí que todo ese tiempo allá me ayudaría a calmar mi dolor, a olvidarla. Olvidar que algún día la quise, olvidar que algún día fué mía, olvidar que pude tener un hijo con ella... y que lo perdí, que mis acciones hicieron que ella se fuera de mi lado, yo la arroje a los brazos del imbécil de Hariel. Pude haberlo tenido todo con ella, pero dejé el fantasma de Alexiel me cegara. Ni todos los años que pasé lejos de ella en el infierno lograron curar la herida, cada día, cada noche pensé en ella, en lo que le hice, en la decepción que le cause... admito que conforme pasó el tiempo el dolor disminuyó, pero no se fué del todo. Ahora que regresé, que la tuve frente a mí, fue como abrir de nuevo la herida, verla tan hermosa, viva, fuerte y sobre todo inalcanzable, todos estos años siguió a lado de Hariel, cultivando su amor, se que es imposible recuperarla y no pienso obligarla a nada, pero tampoco voy a permitir que sufra algún daño, no la puedo ver morir. 

    Justo estoy pensando en evitar que algo lastime a Florence cuando siento el peso en mis brazos, bajo mi cabeza y me da gracia ver como no es capaz de separar su mirada de mi cuello, viene totalmente engarrotada a mi. Llegamos a una casa a las afueras de la ciudad, durante mi estancia como representante del infierno, con las ganancias del bar y de otros negocios que tenía me hice de bastantes propiedades, algunas las rento con el fin de generar más ingresos, pero esta casa... esta casa es diferente. Le tengo cariño, la compré por motivos más personales. Cuando estaba enamorado de Alexiel quería un lugar donde poder criar niños, con un jardín enorme donde pudieran correr y por que no, volar, mi idea era dejar el infierno y tener una vida de humano aquí en la tierra, aunque parezca increíble, la tierra para mi es como un cielo, lejos de las atrocidades del infierno, pero no tan excesivamente perfecto como el cielo, incluso podría jurar que bastantes ángeles piensan igual que yo, la tierra es el mejor lugar para estar y me da gracia que los humanos no lo vean así, que pasen sus vidas anhelando llegar al cielo o generando tantos problemas que al final lleguen al infierno. Es una perdida de tiempo invertir toda tu vida para conseguir una segunda en donde tu crees que mereces vivirla. 

     Esta casa era el paraíso que buscaba cuando encontrara a la persona correcta con quien compartirlo, dos veces creí encontrar a esa persona, las dos veces la perdí. Aterrizamos a unos pasos de la entrada, atravesamos todo el jardín, lleno de plantas, entre las que destacan algunos árboles altos y rosales de rosas rojas. En cuanto mis pies tocan el suelo, la bajo con cuidado, es una mujer liviana, en cuanto desciende veo como se intentan mantener en equilibrio, me da gracia como reacciona cada vez que vuelo con ella. Cuando voltea su rostro se ve en verdad pálido y no puedo evitar empezar a carcajearme por su rostro triste y sin ilusiones.

-Claro... riete estúpido... (me ve con unos ojos ojerosos y noto como intenta controlar sus naúseas)

-Lo siento... en serio... jajajajaja no ví otra forma... (le digo intentando calmar su odio hacia mí)

-Claro... claro... ¿siempre tienes tanto tacto para resolver las cosas? (empieza a caminar como si estuviera borracha, veo como los pies se le cruzan y está a punto de caer)

     Uso mis alas para impulsarme hasta ella, la sujeto de la cintura y la giro hacia mi, termina inclinada hacia atrás en mis brazos, su rostro está a pocos centímetros del mío, sus ojos son de un azul impactante, su iris se va volviendo más claro con forme se acerca a su pupila, me quedo prendido de ellos, de la armonia de los diferentes matices de azul que los componen, ella me ve fijamente y de nuevo siento esa electricidad recorrer mi cuerpo. Posa su mano en mi hombro, recorriendola hacia mi cuello, sujentandose, alcanzo a notar como sus mejillas se sonrojan levenmente dandole un poco de vida a su piel. En eso la puerta de la casa se abre, los dos volteamos y vemos salir a Monet la cual abre sus ojos de par en par cuando nos ve así. 

-Me siento mal... (escucho decir a Tyra mientras se retuerce en mis brazos, saliendo de ellos y corriendo hacia dentro de la casa con las manos en la boca) ¿Dónde está el baño? (intenta pronunciar cuando pasa junto a Monet)

-Por el pasillo, al fondo a la derecha (le dice Monet mientras ambos la seguimos con la mirada)

     Monet es mi nueva ayudante, después de Eris no pude encontrar a alguien igual, aún la extraño, no solo era mi ayudante si no en cierta forma mi guía espiritual, gracias a ella pude abrir los ojos a tiempo. Monet en cambio aún le falta mucho, es muy complaciente, supongo que con forme pase el tiempo recuerde que tiene libre albedrío. Entramos a la casa juntos, ella es la que se encarga de ver la casa de vez en cuando, el día de hoy le tocaba revisar que todo estuviera en orden, revisar la correspondencia, pagos, estado de la casa y demás tareas. 

-Monet... hermosa ¿tendrás un vestido para nuestra Teniente y algún traje para mi? algo... elegante... vamos a un baile de mascaras (veo como se queda pensando)

-Traje si, en su habitación hay trajes de emergencias, unos muy elegantes, pero vestidos no... aunque puedo traer algunos si me da un momento (me sonríe orgullosa de su trabajo)




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