Desde mi cielo

CAPITULO 6: Don't Stop The Party / Black Eyed Peas

     La melodía es suave, lenta, cadencioso, nos movemos hacia el centro de la pista, tomo su mano con cuidado y la llevo conmigo hasta el centro, doy la vuelta y la veo, sus ojos azules se clavan en mis ojos rojos, siento que los derrite, una presión en mi pecho empieza a hacerse presente. Depósito su mano en mi hombro mientras bajo la mía a su cintura, tomo su otra mano con la mía y empezamos a bailar, nuestras miradas siguen conectadas, en verdad se ve hermosa con ese vestido. Despega su mirada de mí rompiendo el hechizo, noto que empieza a buscar entre la gente, yo me dispongo a hacer lo mismo. 

-Si hubieras permitido que Florence viniera con nosotros, estarías bailando con ella y no conmigo... (Su comentario me toma por sorpresa)

-¿Quién te dijo que quería bailar con ella? (Le pregunto volteando a verla fijamente, pero al parecer su mirada no desea regresar a mí) Creí que había más peces en el mar...

-Jajaja y los hay... Pero... No creo que sea tan fácil soltarte del que ya te enamoraste... ¿O si? (Regresa su mirada hacía mí y me sonríe de lado)

-¿Por qué insistes con el tema de Florece? 

-No sé... Jamás dude de tu existencia, pero siempre creí que eras alguien frío, cruel, sin corazón... Enterarme que tienes la capacidad de enamorarte ... Me dejó .. no sé... Sorprendida... Y con muchas preguntas (levanta sus hombros en símbolo de disculpa)

-¿Qué preguntas? (La veo directamente a los ojos, quiero ser un libro abierto para ella)

-¿Qué fue lo que te hizo enamorarte de ella? (Me ve con mucha atención)

-De primera instancia su belleza... Siempre la consideré una mujer hermosa, después... (Me quedo reflexionando) me sentí con la necesidad de protegerla... Estaba tan abrumada... (Recuerdo cuando fue poseída y cuando entró en ese manicomio) sentí una necesidad de protegerla... La creí tan indefensa... (Regreso a sus ojos, noto que me ve con atención)

-Qué lindo... Supongo... (Sonríe de lado)

-¿Tú tenías pareja? ¿Familia? ¿Hijos? (Le pregunto con curiosidad, veo como baja la mirada llena de tristeza)

-Mis padres murieron hace un par de años... En un accidente de autos... Y... (Cierra los ojos con fuerza) bueno... Estaba prometida... (Los abre y me sonríe pero el dolor es palpable) Demon, mi compañero, no solo era mi compañero en el trabajo, también era mi compañero de vida, lo conocí desde que éramos soldados razo... Y... (Se quiebra su voz, tose un poco) nos íbamos a casar en Enero... Su nombre real era Marco... (Me sonríe de lado, pero noto como una lágrima brota de sus ojos)

     Coloco su otra mano en mi hombro y poso mis dos manos en su cintura, la acerco a mí y la abrazo mientras seguimos bailando, siento como esconde su rostro en mi pecho, recargo mi mejilla en su cabeza, no es que me afecte su historia, pero no puedo evitar sentir empatía por ella, entre más la conozco más crece esa sensación. Poco a poco se separa de mí y levanta su mirada, noto sus ojos enrojecida, pero la veo más tranquila. Le sonrío y de manera inconciente acarició su mejilla con mi mano, ella abre sus ojos sorprendida y a la vez noto rubor en sus mejillas. Es cuando escuchmos una voz que nos llama a voltear.

-Miller... (Dice en un susurro)

     En el segundo piso, al pie de las escaleras está el hombre que habló, es alto y delgado, ya su rostro y manos muestran arrugas, cálculo que tendrá 50 años mínimo. Tiene un bigote espeso y tanto él como su cabello ya muestran gran cantidad de canas. Sostiene una copa y los meseros pasan entre todos invitando a que tomemos una.

-Amigos... Familia... Bienvenidos a este festejo para celebrar mis 56 cumpleaños, la vida se pasa volando y más cuando uno es militar, a veces no vemos el riesgo y el compromiso que significa serlo, pero recuerden... Nosotros... Los que luchamos, nuestros nombres se vuelven inmortales... (La gente le aplaude y le chifla con emoción y alegría, levanta una mano hacía el público, pidiendo silencio) hoy quiero hablar de alguien en especial... De alguien que... Me sigue pesando su perdida... Los tenientes Tyra Sheppard y Marco Sousa... (¿Sousa? ¿Dónde he escuchado ese apellido?) Tyra era como mi hija, una mujer fuerte, una guerrera letal, pero dulce, sincera, siempre fue mi orgullo durante cada operación, en cada misión o entrenamiento (volteo hacia Tyra y veo como aprieta su copa) cuando me presentó a su novio, al que se volvería su futuro esposo no pude más que alegrarme por ellos, él siempre demostró ser un hombre de palabra, fiel a su deber, comprometido con su país y el mejor compañero que Tyra podía tener... (Baja la mirada, con si no pudiera contener su tristeza) lamentablemente, fallecieron... No sé si decir en la línea del deber... Ya que... El cuerpo de Marco, mejor conocido como Demon por sus amigos... Estaba en una zona de riesgo, se sospechaba de una célula terrorista peligrosa... Y junto a él, Tyra, desmembrada y quemada, no pudó sobrevivir... Murió en el hospital... (El silencio se hace presente en todo el lugar y noto un brillo de descubrimiento en los ojos de Tyra) ambos buenos soldados, ambos celosos de su deber... Siempre estarán presentes en mi corazón... Y en el corazón de todos... 

     La gente empieza a aplaudir de manera emotiva, algunos incluso a llorar, él Coronel levanta su copa y todos lo imitan, incluso nosotros. Veo como la copa de Tyra tiembla de rabia, con mi otra mano tomo su mano libre e intento reconfortarla, de alguna manera esperando que se tranquilice y parece que lo logro.




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