Una vez dentro del club camino a paso lento hacia el despacho de Tony, veo como ya está lleno de gente, trato de caminar lejos de la pista de baile, noto como Jade está apurada sirviendo tragos, me ve de reojo me sonríe y vuelve a lo suyo. Llegamos al despacho, ahí están Sebastián y Yusuf jugando como siempre en la mesa de billar.
-Ven, te llevo a tu habitación... (me dice Florence sonriendome tranquilamente)
Camina hacia otra puerta que está al fondo del lugar, cuando la abre hay un pasillo grande, tiene bastantes puertas y unas escaleras al fondo, caminamos y me va señalando la habitación de Tony, la suya, hasta que llegamos a la que aparentemente es la mía. Cuando abre la puerta me quedo sorprendida, entro y veo todo y no me la creo, se parece a mi cuarto en la base. Pequeño, pero acogedor, mi cama con una sabana y una cobija verde militar, un baúl al pie de la cama donde guardar mis cosas, una pequeña mesita a lado de la cabecera de metal, enfrente un pequeño escritorio de metal color gris con cajones y un espejo del tamaño de un porta retratos, a lado de este una puerta que si puedo adivinar lleva al baño. Volteo a verla sorprendida y ella solo me sonríe.
-Tony siempre busca que estemos cómodos... aunque no sé... jajajaja ¿a tí te parece cómodo? (me ve fijamente a los ojos mientras se recarga en el marco de la puerta)
-Jajajajaja sonará raro, pero si, demasiado cómodo... me acostumbré tanto a estos colores, a esta disposición de las cosas que incluso teniendo una cama suave en mi casa prefiría mil veces dormir en el cuartel... (le sonrío mientras veo todo de nuevo y me cruzo de brazos)
-Vaya... pueeees... si, suena raro jajajajajaja... (baja la mirada) con respecto a lo que platicabamos de Lucifer... (entra y cierra la puerta detrás de ella) No es malo... no sé por que los otros te dijeron eso, pero... si te estás empezando a relacionar más con él... de una manera más profunda... ya sea como amigos o como algo más... solo... ten cuidado... y abre bien tus ojos... (me dice con seriedad y angustia en la mirada)
-No no no... no... pasa nada entre él y yo, de ninguna manera... tus amiguitos tomaron mal nuestro acercamiento es puramente profesional... (le sonrío intentando verme sincera)
-No tienes por que convencerme a mi de lo que haces o dejas de hacer... solo te doy ese consejo... (sonríe de lado como si supiera que mis palabras no son sinceras)
La veo dar la media vuelta y salir de la habitación, cerrando la puerta tras de ella. Me quedo un momento viendo hacia la puerta, cierro los ojos y me dispongo a darme un baño, creo que han sido demasiadas emociones por el día de hoy así que lo mejor será bañarme y dormirme. El baño es secillo, tiene una regadera, un retrete y un lavamanos con espejo, todo de color negro, con azulejos azules y verdes, un pequeño mueble para poner ropa o toallas. Preparo la ducha y me empiezo a bañar con agua tibia, pienso en todo lo que ha pasado, en toda está locura carente de sentido, entre más pienso todo lo que ha pasado menos lógica tiene.
-Esto... es demasiado... (digo en voz alta, apoyo mis manos sobre los azulejos mientras el agua cae sobre mí, quitandome los restos de jabón)
-Si, la primera semana es la más difícil... procesar toda la información es agotador...
Me crispo, escucho su voz como si estuviera también en el baño, es la voz inconfundible de Lucifer, me quedo por un momento quieta, tratando de descubrir si no fue mi imaginación la que reprodujo su voz. Volteo y veo a través de la cortina su silueta recargada sobre la pared.
-Se que estás ahí... te veo a través de la cortina... (escucho de nuevo su voz, cierro las llaves y me asomo abriendo un poco la cortina, lo veo ahí, cínicamente, voltea y me ve con una sonrisa, extiende una toalla hacia mi sin dejar de sonreír.
-¿En verdad tenías que meterte hasta el baño? (le pregunto mientras lo veo fijamente a los ojos, molesta)
-¿Perderme la oportunidad de verte desnuda? jajajajajajaja vamos... (lo dice burlón con una sonrisa pícara)
-Vaya que eres agradable... (intento verlo con la mirada más llena de odio que puedo, pero admito que tenerlo de nuevo frente a mí me emociona, cosa que me hace sentir incómoda por que no tendría por que ser así)
Bajo de nuevo la cortina de plástico y me acomodo la toalla, cuando salgo él sigue ahí, me ve de arriba a abajo y eso me eriza la piel, paso por su lado como si no me impresionara su presencia. Camino hacia afuera del baño él siguiendome, pisandome los talones.
-¿A qué ha venido señor del infierno? (me siento en la cama mientras con otra toalla seco mi cabello)
-¿Cómo te fué en el cielo? ¿Supe que te peleaste con Hariel? (me pregunta divertido con una sonrisa de oreja a oreja)
-Si, pero eso pasó por falta de comunicación, si me hubieran dicho que no podía tocarme el ojo las cosas hubieran sido diferentes... (le sonrío forzadamente mientras él se empieza a carcajear) ¿Podrías bajar la voz? no creo que esté permitido que estés aquí...
-Entonces... ¿quieres que me quede aquí? ¿Qué nadie note mi presencia para que nadie venga a sacarme? (me ve fijamente a los ojos y me siento algo intimidada)
-Olvidalo... ¿por qué no te ríes más fuerte? (levanto una ceja y le sonrío de lado)
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Editado: 18.01.2020