Desde mi cielo

CAPITULO 18: Steh Auf / Lindemann

>>Desde los ojos de Lucifer<<

     La noche ha caído, el resto del día no fuí requerido, lo pasé en mi habitación sin interés de hablar con nadie o salir a vagar, no quiero levantar sospechas, así que preferí quedarme aquí, a la expectativa, revisé cada esquina tratando de encontrar algo, algún micrófono o cámara, pero no encontré nada, sé que tienen a un brujo con ellos, pero de igual forma no encontré ningun artefacto que me dijera que hay alguna protección o no sé... algo, pero la habitación parece estar libre. Saco la botella del saco y la veo fijamente, la guardo en mis pantalones me acerco a la puerta, no sé como llegar a su habitación, no creo que sea tan fácil. Me voy hacia la ventana y la abro, me asomo y noto un pequeño borde que sobre sale como parte del adorno de la casa, salgo por ahí, sé que podría exponer mis alas y volar hasta allá, pero el ruido los alertaría así que opto por la opción de adolescente enamorado. 

     Con cuidado me agarro de los bordes de las ventanas, deslizandome hasta llegar a su ventana, intentando darme una idea de la distancia que debería de haber entre mi habitación y la de ella. Cuando llego a su habitación toco suavemente su ventana, esperando a que ella me abra, espero no haberme equivocado o que todo esto sea una trampa, vuelvo a tocar y espero, mis dedos empiezan a cansarse cuando escucho que el seguro de la ventana se abre empujo con cuidado la ventana y noto que cede suavemente. Entro con cuidado a la habitación, las luces están apagadas y solo veo lo que la luna es capaz de iluminar.

     La busco con la mirada, pero no la encuentro, caminando por la habitación a oscuras y puedo escuchar su respiración detrás de mí. Volteo y antes de poder verla siento como su pie se estampa contra mis cosillas, me hinco por el dolor, giro hacia ella y se dispone a golpearme con el puño cerrado en mi cabeza, pero lo sujeto antes de que logre su objetivo, me levanto y la veo directo a los ojos, noto como los suyos se abren llenos de sorpresa, aún así lanza un rodillazo a mi otro costado, conecta con mi cuerpo, pero sujeto su pierna con mi mano y la acercó a mí, tiro de ella y la pego a mi cuerpo, noto como abre sus ojos como plato mientras se sonroja. 

-¿Qué buscas aquí? (me pregunta mientras me pega en el pecho con su mano que queda) 

-A ti... (la veo fijamente a los ojos, disfrutando tenerla tan cerca de nuevo) 

>>Desde los ojos de Tyra<<

    El tipo me tiene a escasos centímetros, no deja de sujetar mi mano y mi pierna, por alguna razón, pese a esta situación, confío más en él que en cualquiera de los que están viviendo en esta casa. Su mirada está cargada de tristeza, sus ojos están perdidos en los míos, noto su color rojo encendiendose y aunque es algo impactante no me da miedo. Con mi mano libre intento soltarme, pero su fuerza me rebasa por mucho, Levanto mi pierna contraría a la que aún está sosteniendo, intentando darle otro rodillazo en su costado, pero él suelta mi mano y me sujeta con fuerza la pierna haciendome caer con la espalda plana sobre la cama, recorre con la mirada mi cuerpo hasta que llega a mis piernas que están a cada lado de su cintura y sonríe pícaramente. 

-Hace mucho que no tengo a una mujer en esta posición... (sus ojos se clavan en los míos, tienen un brillo muy peculiar)

     Como si de repente me cayera una cubeta de agua fría unas imagenes regresan a mi mente, estamos en mi casa en la ciudad, él me tiene sujeta por las piernas las cuales están enrolladas en su cintura de la misma forma, estamos vestidos de forma diferente, mi corazón empieza a latir con más fuerza. Me quedo sorprendida, esa imagen no se va de mi cabeza, siento como lentamente se empieza a evaporar, se va desvaneciendo, intento aferrarme a ella, pero se va de entre mis pensamientos como si fuera agua en mis manos. Lo veo directamente a los ojos con necesidad, con miedo de perder ese último cabo de cordura que me ha arrojado. Sus ojos escrutinan mí cara, se ve confundido, se inclina un poco hacia mí y alargo mi mano acariciando su rostro, de repente lo veo entrecerrar sus ojos mientras lo veo con suplica.

-No te detengas... (le pido y él abre sus ojos con sorpresa)

     Poco a poco se coloca encima de mí, me ve directamente a los ojos mientras coloco mi otra mano en su otra mejilla, lo veo sin pestañear, y poco a poco se acerca a mí, con cuidado de no plastarme con el peso de su cuerpo, con forme su rostro se acerca al mío pequeños destellos de recuerdos empiezan a entrar en mi cabeza, en todos esté él. Lo veo a él en mi habitación, le doy una bofetada, pero siento el arrepentimiento inundando mi corazón, después lo veo en el piso, entre escombros, convertido en un monstruo alado, aún así me acerco  y terminamos fundidos en un abrazo.

     Las lágrimas empiezan a correr por mis mejillas, veo como sus ojos se cierran lentamente y yo hago lo mismo mientras siento su aliento chocar contra mis labios, en cuanto los siento acariciando los míos, algo explota en mi pecho, mis manos recorren sus mejillas hasta colocarse en su nuca, acercandolo más a mí. De nuevo mis ojos se llenan de visiones de él. Lo veo caminar a mi lado bajo la noche en la ciudad, con una sonrisa divertida, veo como lentamente se acerca a mí, me acerca a su cuerpo y me toma en brazos mientras extiende unas alas negras enormes y hermosas. Lo veo de traje con corbata color vino, tan elegante que me hace suspirar, veo sus ojos en cuanto me ven, como cambian a una mirada cálida, sorprendida que me hace sonrojar, lo veo retirarse una máscara negra, usandola para cubrir nuestros rostros mientras se acerca a mi lentamente, verlo bajar sus ojos a mis labios para después sentir los suyos, sentir un beso suave y cálido, un beso lleno de sentimiento, un beso profundo que me robó el aliento, que aceleró mi corazón hasta el punto de creer que estallaría dentro de mi pecho. 




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