Desde mi cielo

CAPITULO 27: Heist / Lindsey Stirling

-¿Y bien? ¿De qué quieres hablar? (le digo a Lilith mientras sirvo dos vasos con vodka, camino hacia la mesa del comedor donde ella está sentada y le acerco uno de los vasos)

-Se tratan de las puertas... (Toma el vaso con vodka y lo mantiene entre sus manos, está absorta viendo el líquido contenido en él , levanta la mirada lentamente hasta que se clava en mis ojos, noto preocupación, angustia) Las puertas del infierno están marcadas aquí en la tierra... 

-¿Marcadas? ¿a qué te refieres con "marcadas"? (me inclino hacia ella viendola fijamente, centrando toda mi atención en su rostro)

-Tienes una enorme "tache" de esquina a esquina... tú bien sabes que no es tan fácil marcar esas puertas... no hay forma ni siquiera de que la pintura cual sea su composición les deje alguna marca... 

-Solo el fuego del infierno puede marcarlas... (Pronuncio esas palabras bajando la mirada hacia la mesa, clavandola en ella) ¿Qué crees que signifique? 

-No lo sé... pero alguien quieres saber la localización de cada puerta... no sé si también las del cielo estén marcadas... hay que averiguarlo... y sobre de eso... tenemos que hacer algo... (me dice preocupada)

-¿Cómo harémos algo si ni siquiera sabemos que van a hacer? (levanto la mirada hacia ella frunciendo el ceño)

.Pues... tenemos que averiguarlo... 

-¿Cómo?... estamos solos... solo queda Tony y sus dos inquisidores... no hay más... (me levanto molesto empujando la silla haciendola caer) Estamos en desventaja... cada vez más desvalidos... 

-Creo que solo necesitas pedir ayuda Lucifer, eso no te quitará tu hombría...jajajajajaja

     Esa voz castrosa y molesta, tanto Lilith como yo volteamos lentamente hacia la puerta de entrada, veo su silueta, alta, encapuchado con una sudadera negra, lentamente se deshace de la capucha y entonces lo termino de reconocer. Se trata de ese maldito hijo de puta, admito que me da alegría verlo frente a mí, bebo mi bebida de un solo trago y tiro el vaso al piso haciendolo añicos, camino hacia él con confianza y lo abrazo dandole palmadas fuertes, cuando nos distanciamos veo su sonrisa socarrona. 

-¿Gabriel? (escucho a Lilith a mis espaldas pronunciar su nombre) ¿Eres tú? (su voz tiene impresas notas de alegría)

-Lilith... señora un gusto verla... (hace una ligera reverencia en dirección a Lilith) supe que se los estaba cargando la chingada y decidí venir a ver en que podía ayudar... (me voltea a ver con sus ojos azules enormes)

-Bien... en teoría estabas en el cielo entonces... ¿has podido ver si hay algo extraño en las puertas del cielo? (le pregunto seriamente haciendo a un lado la alegría del momento)

-¿Te refieres a las marcas? si... las he visto... la puerta por la que llegue tenía una "tache" enorme, de lado a lado... pero no sé si el resto de las puertas la tengan... (me ve con seriedad, frunciendo el ceño)

-De seguro es así... cada puerta del infierno y cada puerta del cielo están marcadas... ¿por qué? (Dice Lilith sin vernos a nosotros, clavando su mirada en el piso como si ahí pudiera encontrar la respuesta)

-Y, principalmente ¿cómo pudieron marcarlas? Se necesita el fuego del infierno o el fuego celestial para poder marcarlas... no es tan fácil... (Volteo a ver a Gabriel como si él pudiera sacarme de la duda)

-Una espada de inquisidor tiene ambos... (cuando lo dice me quedo sorprendido y sin palabras, tiene toda la razón)

-Pero... solo un inquisidor puede manejarla... (le respondo)

-Si... al igual que un inquisidor sabría localizar cada puerta... (suspira con fuerza)

-¿Insinuas que un inquisidor lo hizo? (le pregunto, la acusación es seria)

-Creo que tenemos que ir con Tony y hablar con él... 

     Tiene razón, así que dejamos a Lilith en la casa y salimos de ahí, exponemos nuestras alas y buscamos llegar lo más rápido posible con Tony, tal vez con él podamos llegar a una conclusión más fácilmente o eso espero. 

>>Desde los ojos de Tyra<<

     Es de mañana y soy la primera en levantarse, los planes para hoy son buscar en la catedral la entrada a las catacumbas, para eso solo iré con Caipora, aunque Warlock, Demon y Rita estarán por los alrededores en caso de que necesitemos que nos auxilien. 

     Una vez listos salimos de la casa a diferentes tiempos y tomamos diferentes caminos para llegar, se puede decir, al mismo punto, veo la inmensa catedral, admitamoslo es una obra de arte, pero hay tanta gente al rededor que parece imposible si quiera acercarme, además es enorme, es inmesa no sé ni por donde empezar. Caipora se acerca a mí y me da un codazo.

-Tal vez si subimos a los tejados nos sea más fácil visualizar la catedral... no sé... piensalo...

     Lo dice mientras camina de espaldas para después voltearse y emprender la carrera hacia una de las calles que estás detrás de los edificios que rodean la catedral, yo lo sigo pisandole casi los talones, cuando estamos en una calle oscura él empieza a sujetarse de las pequeñas salientes del edificio, de tabiques desgastados y cornizas, sube con agilidad, brinca de un lado a otro agarrandose con fuerza. Yo me dispongo a hacer lo mismo, apoyo mis pies y manos sobre las salientes por las que él empezó a subir, lo uso de guía y así de manera rápida llegamos al techo, resbala un poco con las tejas que adornan los techos de los edificios, en cuanto encuentra su equilibrio se acerca para ayudarme a subir. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.