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//Desde los ojos de Lucifer//

     Mientras preparo mi trago pienso en que le voy a decir, no tengo problema con decirle la verdad con respecto a la guerra que hubo, pero tengo dos puntos importantes que estoy dudoso de tocar, el inquisidor y Alexiel. Aunque sé que si no es por mí se enterará por alguien más. La veo sentada inocentemente, viendo cada detalle del lugar, admito que me cautiva en todos los sentidos, veo su rostro, su piel y con forme bajo más mi mirada un instinto más fuerte se apodera de mi, la lujuria hace mella en mi cabeza y empiezo a crear un panorama diferente a una simple plática. En mi cabeza ya la estoy devorando a besos. Pero es algo que quién sabe si vaya a pasar. Posiblemente regrese al infierno antes de que si quiera bese esos labios.

     Me acerco a ella y me siento en el mismo sillón, voltea a verme con una enorme sonrisa, sabe cómo desarmarme.

-Bien... ¿Por dónde empiezo? (Lo digo en serio, no sé por dónde empezar)

-¿Qué te parece por el motivo de la guerra? (Me dice ella dudando)

     Él motivo... Y empezamos con la lucha interna, ¿hablo o no hablo de Alexiel? 

• -Por aquellos entonces habían pequeñas luchas entre ángeles y demonios, ninguno de los dos queríamos que el otro dominará la tierra y se daban luchas en este velo en diferentes zonas, era algo natural, algo que ya todos estábamos acostumbrados, de hecho ya cada bando empezaba a regresar a su velo, el interés por la tierra disminuía... Un buen día de batalla regresamos cansados y adoloridos al infierno... Yo me fuí a descansar... Cuando uno de mis esbirros me avisó que había un ángel en nuestro territorio y quería hablar conmigo (aquí viene la parte difícil) su nombre era Alexiel y venía a proponer algo. (Decir su nombre fue como vomitar clavos). Ella quería una alianza, no para tomar la tierra si no para dominar el cielo. Ella consideraba que su hermano Hariel estaba haciendo mal uso de los recursos militares, que era dominante y que manipulaba al líder seráfico, pero claro un ángel no puede atentar contra otro ángel, así que fue conmigo y pidió mi ayuda.
•  

//Flashback//

-Señor de la oscuridad, se lo suplico, la vanidad y avaricia de Hariel nos llevará a la ruina, el covenant no es de ayuda, el inquisidor no puede solo, si matamos a Hariel todo regresará a su equilibrio. (Sus ojos azules se posan en los míos sin miedo, su belleza es impactante)

-Tienes valor al venir aquí, pero ¿Cómo se que no es una trampa? (La veo con ingenuidad)

-Mi palabra (lo dice con seguridad)

     La veo con arrogancia y socarrón, todos mis aliados se empiezan a reír y yo no puedo evitar seguirlos. 

-Tu palabra tiene tanta validez como la de una rana. Intenta mejorar tu oferta ( me doy media vuelta y procedo a retirarme)

     En cuanto escucho un aleteo y de inmediato una mano sobre la mía evitando que me vaya, volteó de inmediato y la veo frente a mí, con ojos suplicantes, veo su piel blanca y tersa, el azul de sus ojos se intensifica y me pierdo en su mirada. Me desarmo con su belleza.

-Por favor (me pide suplicante)

//Fin del flashback//

-Si matabamos a Hariel, la milicia perdería la cabeza, el cielo sería más fácil de atacar, al principio Alexiel solo quería la cabeza de Hariel, pero después su avaricia creció, no sé si por frecuentar el infierno su alma se corrompió. Ella y un grupo de ángeles de su confianza encabezaban a mis hombres, era una mujer fuerte, decidida y valiente, entre sus filas se encontraba Gabriel, él era su mano derecha, su más fiel seguidor y claro... Yo siempre creí que estaba enamorado de ella. 

Por otro lado teníamos al inquisidor, era un gran chico, alegre, paciente y muy inteligente. En ese entonces trabajaba con el arcángel Miguel y con Asmodeus (la cara de Florence se vuelve sorpresa al escuchar el nombre del demonio) si ya se... Ese patán antes era el representante del infierno, y era bueno. El punto es que ellos no era lo suficiente para controlar las batallas tan fuertes entre ángeles y demonios. Así que el covenant decidió reactivar la fragua. Habrás notado el arma que porta Erick.

-Si es sable de luz, parece salido de star wars  

-jajajaja ese... Esa espada se llama "devoradora de almas" es un arma especial, con ella puedes herir tanto a ángeles como demonios. El covenant creyó que sería necesario convocar más inquisidores y hacer su propio ejército. Cuando Héctor, el inquisidor de ese entonces me lo comentó, me quedé impactado, la guerra se volvería aún más sanguinaria y eso fue lo que terminó por hacerme aceptar la oferta de Alexiel.

//Flashback//

-Mi señor, tengo entendido que ¿reconsidero mi oferta?

-Así es Alexiel, hablé con el inquisidor, al parecer quieren activar la fragua, quieren invocar más inquisidores, la suma de bajas aumentará, no solo de parte del cielo y del infierno si no que empezarán a morir humanos. Así que dime... ¿Cuál es tú plan?

-Bien (sonríe de oreja a oreja) te diré los planes de Hariel, la idea será emboscarlo, cuando el vaya a presentarse en batalla yo te diré incluso su posición. El punto es que tanto mi círculo como los demonios lo ataquen a él directamente, no importante quién muera.

-¿Tú idea es que saltemos sobre él como único plan? Para ser un soldado y ser hermana de un estratega como Hariel, dejas mucho que desear.

-Bien, amo y señor del infierno ¿Cuál sería un mejor plan? (Me dice con sarcasmo)

-Tanto ángeles y demonios tienen bases en la tierra, hay que averiguar si piensa llegar a alguna y ahí atacar (habla el inquisidor que estaba a mi lado)

-Suena mejor, pero hay que recordar que las bases están llenas de soldados y son casi impenetrables. (Le digo al inquisidor)

-Casi, pero no imposible... Podríamos intentarlo.... (Dice Alexiel pensativa)

//Final flashback//

-Para fortuna de nosotros, tanto el arcángel Miguel y Asmodeus accedieron a unirse con Alexiel para derrocar a Hariel, temían que su guerra derramará sangre humana, así que esperamos, hubo más batallas... Muchas más...