Desde mi infierno

CAPITULO 17: Dance macabre/Ghost

//Desde los ojos de Florence//

     Regreso al club de Tony, es de día así que está completamente vacío, al entrar saludo a Jade, me duele la cabeza y tengo ganas de vomitar, Lucifer me vino a dejar, pero le pedí que no entrara y me dejara hablar a mí a solas con Tony, el quedó de investigar quién nos contrato, por mientras necesito hacer memoria y saber donde deje el clavo.

-¡Vaya! hasta que llegas... (Tony está recargado en la puerta de su oficina)

-Yo... lo siento... no, no me grites por favor, hoy no (cierro los ojos y me sobo la sien, en verdad siento que la cabeza me va a explotar)

-¿Dónde estabas desvergonzada? (se acerca a mí, me pone las manos en los hombros y me hace sentar en una de las sillas)

-Tengo que encontrar algo... algo muy importante.... pero no recuerdo dónde lo puse, ¿hay algún super poder de demonio que pueda regresarme la memoria? (empieza a masajear mis hombros, se siente bien)

-Los demonios no tenemos super poderes (pone los ojos en blanco mientras masajea mi cuello) vaya que estás tensa y hueles a alcohol...

-En verdad necesito conseguir algo... algo que tire antes de que me mataran... pero no recuerdo nada (tomo mi cabeza como si quisiera explimirla)

-Tranquila, tranquila... bañate, vistete... tenemos que salir (me da unas palmadas en la espalda y me empuja para que me levante) se quién podría ayudarte con eso... 

     Me levanto y lo veo fijamente, parece que habla en serio, me doy prisa y entro a mi habitación como un huracán, saco ropa, me meto al baño tomo una ducha, la cabeza ya no me duele tanto y la oportunidad de que pueda recordar me pone de buenas.

//Desde los ojos de Lucifer//

-Señor.. (Eris deja un folder lleno de hojas enfrente a mi) Al parecer quien pidió los servicios de la inquisidor era el doctor Daniel Sousa...

-Daniel... Sousa... su amigo, el mismo que la metio en el manicomio... interesante... así será más fácil saber para que quería esos clavos. Eris tengo que hablar con Lilith, si la inquisidor me necesita, por favor, contactame de inmediato.

-Claro... obvio usted no tardará en venir en su auxilio (pone los ojos en blanco)

-¿Perdón? ¿estás a caso acusandome de algo? (levanto una ceja y la veo fijamente)

-Señor, no tiene por que fingir y menos conmigo, estar aquí entre los humanos te hizo más dócil y ahora... ella... se ha vuelto el centro de su atención ¿qué se propone?

-Lo que haga o deje de hacer no te incumbe Eris, mantente a raya... 

-Solo recuerde que entre más tiempo pase en el infierno más rápido se olvidará de todo lo terrenal, incluyendola a ella... (me lo dice seriamente, se da media vuelta y se va)

-Lo sé... por eso temo regresar...

     Así que el amiguito de Florence es él mismo que la contrató, bueno será más fácil sacarle información ya que se encuentra en mi territorio, tengo que hablar con Lilith para que saque toda la información posible, así tenga que torturarlo, al fin, no puede morir así que esto puede durar siglos... aunque espero que no sea así.

//Desde los ojos de Florence//

     Llegamos a la iglesia, entramos por dónde siempre, veo fijamente a Tony, esperaba que al pasar empezara a salirle humo del cuerpo o que explotara, pero al parecer tolera bien todas las imagenes religiosas. Tony me ve y frunce el ceño, me ve como si fuera un bicho raro y eso me hace reír, pasamos al pasillo que nos lleva siempre a Gabriel. Está ahí frente a la chimenea, extiende sus alas blancas hasta que de repente Tony decide toser teatralmente para que él voltee.

-¿Tony? vaya... me sorprende tu visita (lo ve sorprendido y confundido) Inquisidor, un gusto verte (me sonríe)

-Si si si... al grano que ya me quiero ir (suspira y pone los ojos en blanco) necesito que le regreses la memoria a la señorita inquisidor, por lo menos que le refresques lo último que vivió... ¿puedes?

-Creo... ¿hay algo que quieras recordar en especial? (me ve con curiosidad)

-Si (veo a Tony y a Gabriel) quiero saber donde deje el clavo de Helena que me encargaron (los dos se sorprenden)

-¿Tú tuviste en tú poder un clavo? ¿Para qué lo tenías? (me pregunta Tony casi exigiendome)

-Fue un encargo, un robo que nos pidieron, quiero saber quién lo pidió y principalmente dónde lo escondí, las personas que hicieron él encargo están atacando la corte de los milagros y lo harán hasta que consigan los tres clavos. 

-¿Sabes dónde están los otros clavos? (pregunta Gabriel pensativo)

-Si y no... uno lo tiene Sebastián, pero no se en dónde... otro lo tiene quien nos contrató y el otro es el que está perdido, el que no se donde lo deje... por eso quiero mi memoria de regreso.

-¿Qué piensas hacer con los clavos? (pregunta Gabriel y se pone entre Tony y yo)

-Entregarlos a los tipos que estan atacando a mi familia.. quiero que los dejen en paz.

-Te ayudaré... pero necesito que me prometas algo...  después de que encuentres el clavo, hablaremos bien lo que haremos una vez que lo tengas, ¿entendido? (me dice Gabriel fijamente mientras me toma por los hombros, yo me asomo a ver a Tony, él también está viendome seriamente y asiente con la cabeza, está de acuerdo)

-Si, está bien... 

-Bueno... siganme... (se da media vuelta Gabriel y camina por entre unos de los libreros)

-Yo los espero afuera (interrumpe Tony y se va)

     Llegamos a la pared y Gabriel abre una puerta de madera muy elegante, pasamos y entramos a una habitación amplia, hay otro librero, un par de sillones y una cama con sabanas blancas, la habitación para no tener ventanas es muy luminosa, las paredes están de un color azul claro, hay otras dos puertas, supongo que una te lleva a un guardaropa y la otra a un baño. Espera... estoy en la habitación de Gabriel, la idea hace que me ponga nerviosa y me sonroje, En cuanto Gabriel cierra la puerta y voltea a verme se sonríe, le da gracia verme tan nerviosa.




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