Llegamos al edificio, mi alma está por los suelos, todos estamos debastados, yo me siento estúpida, torpe, incompetente. Al entrar las nephilim de inmediato empiezan a curar a Asmodeus, lo veo y él está sereno, como si perder un brazo fuera tan fácil como perder la cartera. Pide vino y se lo toma como agua mientras descubren su muñon y lo lavan y vendan. Cuando volteo veo a Yusuf en uno de los sillones aún llorandole al cuerpo de Eva, lo acaricia con ternura. Lucifer fue claro al decir que gente moriría, la idea de que pasó así por mi culpa, por tardarme, que sus muertes fueron en vano, que todo lo que hicimos no funcionó, no sirvio para nada.
Llegan los profetas con sus vestimentas blancas y pulcras con bordados en dorado, tanto Cetrión como Kotal se quedan a distancia viendo todo con los ojos muy abiertos, sorprendidos del caos en el que llegamos. El único que decide acercarse lleno de preocupación es Erick, voltea a verme y de inmediato llega a mí.
-¿Murió? (me pregunta con preocupación, mi rostro se descompone y sabe la respuesta)
Me abraza con fuerza mientras me dice al oído que no sea dura conmigo misma, que las cosas a veces no salen y no por que no queramos, pero sus palabras no crean en mi ninguna sensación de bienestar, sólo me siento peor, mi ineptitud es inaceptable por lo menos para mí. Me alejo de él con tristeza, le sonrío amargamente y camino hacia Cetrión, la cuál me ve con preocupación, por los golpes y la sangre que me cubre.
-Necesitamos... sepultar a Eva... (le digo con un nudo enorme en la garganta que me quema)
-Entiendo... (voltea hacía una de las nephilim y como si no hubiera necesidad de hablar, está va corriendo atravesando puertas) arreglaremos una ceremonia para nuestra inquisidor... lo lamento...
Sus palabras carecen de sentido, se que no lo lamenta, no lo siente, no la conoció, no creció con ella, no aprendió con ella a vivir, no sabe lo que es ver a alguien a quien se ama como a una hermana morir por un error propio, no quiero creer que fuera por negligencia. Doy media vuelta y Hariel se acerca a mi, me ve fijamente y acaricia mi rostro.
-No es tu culpa... no te atormentes así... (me dice intentando hacerme sentir mejor)
-Lo fue... no pude dar el ancho... no fuí rival para ella, creí que sí podría, pero no... y por esa soberbia mi hermana está muerta, Eris también y Asmodeus perdio su brazo... (muevo la cabeza en negación, levanto la mirada y veo a Lucifer recargado contra una columna, serio, inmutable)
Me acerco a él despacio, mientras Hariel me sigue con la mirada, parece que no nota mi presencia hasta que estoy plantada frente a él, se que llora la muerte de Eris, ella ha sido su ayudante desde que está en la tierra me parece, tal vez incluso desde mucho antes, ha sido fiel a él y la perdió igual por mi culpa, pese a todo, el peso de su muerte y el dolor que siente son mi culpa.
-Yo... (no acabo ni siquiera de pensar lo que voy a decir cuando me interrumpe)
-No lo digas... (me ve directamente a los ojos) no eres culpable de nada, no te atormentes por situaciones que están más allá de tu poder...
-Si hubiera acabado con ella... (lo volteo a ver con ojos llorosos)
-"Si hubieras" "si hubieras" el 90% de los pensamientos que tendrás los siguientes días empezarán así, ¿y sabes algo? no sirve de nada... no te llevarán a nada por que el hubiera no existe... (me quedo en silencio viendolo con dolor) Eres la líder de los inquisidores... te quedan dos... no los lleves al matadero...
-¿Cómo haré eso? Yo no quería que Eva muriera y aún así murió... como se que lo siguiente que haga no matará a Yusuf o a Sebastián, a ti... o a Hariel.. (la voz se me quiebra)
-Hariel y yo somos indestructibles... a veces creo que el único que es capaz de acabar conmigo es él y visceversa... (lo dice mientras voltea a ver a Hariel que se acerca a nosotros) pero de ahí en fuera... las vidas de esos dos dependen de ti... la fuerza no es lo único que tienes para confrontar... la inteligencia y la astucia también funcionan ¿sabes?.
-Lucifer tiene razón... (pone su mano en mi hombro Hariel) ya no te tortures por esto... aprende... y actúa, tenemos todavía que encontrarla y detenerla... antes de que se cobre más vidas...
En eso escucho como Yusuf se queja, las nephilim se llevan a Eva, la cargan con cuidado y se van por la puerta de en medio, él sólo las ve llevársela, con dolor, tristeza, se ve destrozado y verlo así me mata. Las lágrimas vuelven a asomarse recorriendo mis mejillas.
-No sé cómo, pero la encontraremos, por ahora... hay que terminar de despedirnos de Eva...
Pasamos a las habitaciones, todos estamos decaídos y cabizbajos, me baño en la tina, quitando toda la sangre que cubre mi piel mientras en mi cabeza se repite una y otra vez todo lo que pasó. Tallo mi piel con fuerza, como si la sangre hubiera traspasado mis poros, mi piel empieza enrojecer y mis lágrimas no dejan de brotar, grito con todas mis fuerzas aventando la esponja con fuerza. Hariel se acerca a mi, se hinca a mi lado, yo me volteó hacia el borde de la tina y ahí apoyo mis brazos y escondo la cabeza entre ellos mientras lloro. Siento como la mano de Hariel acaricia mi espalda mojada.
-Llevas un gran peso en tus hombros... Entiendo tu dolor... Pero ya no hay nada que hacer... Torturarte con la culpa solo nublará tu mente... (Su voz suena dulce y sus caricias en mi espalda me tranquilizan)
Levanto la mirada hacia él, me ve con cariño y me brinda su mejor sonrisa. Se agacha aún más y me besa suavemente.
-No quiero que nada te pase... Necesito que tú mente esté fresca y despejada... Si no cometerás error tras error hasta que alguno acabe contigo... No lo permitas... (Acaricia mi cabello y me da un beso tierno en la frente)
Veo como se levanta y se empieza a arreglar, veo las heridas en su piel, volteó a ver a los demás y noto como cada uno tiene moretones y heridas, se ven cansados, devastados. Tengo que agarrar valor y sobreponerme, como dice Lucifer, ahora mis inquisidores dependen de mi, no puedo seguir llorando mi fracaso.